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Ximo Cádiz, histórico activista LGTBI: “Todo lo que se recorte en educación sexual es una inversión en agresiones”

Lucas Marco

València —
27 de junio de 2024 22:18 h

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Ximo Cádiz (Lyon, 1972), veterano activista LGTBI, observa con inquietud las nuevas políticas regresivas impulsadas por el bipartito valenciano formado por el PP y Vox. La víspera de la celebración de la manifestación del Orgullo LGTBI, la consellera de Igualdad, la popular Susana Camarero, tildó en las Corts Valencianes a la tradicional marcha reivindicativa de “celebración del insulto”. Sin medias tintas. Su director general de Diversidad, Stephane Soriano, se convirtió en protagonista involuntario de la sesión de control al president Carlos Mazón tras la publicación en elDiario.es de una grabación en la que que afirmaba que el Ejecutivo autonómico no piensa “dar nada” al colectivo Lambda, la asociación LGTBI valenciana más activa.

El activista se incorporó a Lambda en 1994 y ha vivido de cerca las movilizaciones y los avances legislativos conseguidos a favor de la igualdad y del reconocimiento de derechos. Ximo Cádiz advierte de que el anterior “contexto de negociación y de diálogo” que se dio con el PP antes de la irrupción de la extrema derecha en las instituciones, “en este momento, no se ha podido ni dar”, con una derecha que se confunde “cada día más con lo que hace y dice Vox”. La consellera del PP incluso insinuó —sin tan siquiera indicios— supuestas irregularidades en la gestión de los fondos públicos por parte de Lambda. “La asociación no tiene ninguna demanda ni condena por corrupción, el PP no puede decir lo mismo”, recuerda Ximo Cádiz.

La interlocución con las administraciones públicas valencianas de las principales asociaciones LGTBI ha saltado por los aires, sin que haya sorprendido a nadie. En el colectivo se respira un aire de preocupación pero de “miedo no”, advierte Cádiz.

¿Qué opina de las palabras de la consellera de Igualdad, Susana Camarero, este jueves en las Corts Valencianes?

Es lo de la cultura blanca y neutra, extrapolado a la reivindicación social; pero no vamos a permitirles que narcoticen a la sociedad blanqueando sus pecados, actuales y pasados. El PP es el partido que votó, durante los gobiernos de Aznar, hasta cinco veces contra la legalización de las parejas homosexuales; en 2005 se opuso a la reforma del Código Civil que reconoció el matrimonio para parejas del mismo sexo; en 2007 votó no a la Ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas (que permitía a las personas trans ajustar su documentación a su identidad de género), es el partido que presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional contra el matrimonio igualitario (que no se resolvió hasta 2012). Es el partido cuyo líder, Alberto Núñez Feijóo, prometió derogar la Ley trans estatal si ganaba las últimas elecciones generales, sus gobiernos son los que han cerrado servicios de información sexual para jóvenes, censuran y esconden libros y películas de temática LGTBI o feminista y anuncian una revisión de las leyes valencianas LGTBI y trans. Deben pensar que no tenemos memoria o que somos imbéciles.

¿Y qué opina de las afirmaciones de Stephane Soriano, director general de Diversidad, sobre el colectivo Lambda en la grabación publicada por elDiario.es?

Ese audio, su manera de actuar desde que tomó posesión, la frase de “qui paga, mana”, lo incapacitan para ser miembro del gobierno de la Generalitat. El presidente Carlos Mazón debe cesarlo inmediatamente. Por otro lado, confirma que existe una campaña premeditada de hostigamiento hacia Lambda, precisamente porque es quien sí planta cara al PP y Vox y denuncia los recortes de derechos y programas para el colectivo LGTBI.

¿Cómo evalua el acto institucional del pasado viernes en la plaza del Ayuntamiento con motivo de la celebración oficial del Orgullo LGTBI?

Es un acto que cuantitativamente tuvo su público; es difícil que en una noche de San Juan en València una actividad en la calle no tenga público. Pero, desde luego, allí lo que es población LGTBI de la ciudad de València no había en la proporción y en la magnitud que hemos tenido en los últimos años en las fiestas, yo diría que no ya de los últimos años, sino prácticamente desde que se empezaron a hacer fiestas para conmemorar el Orgullo al final de la manifestación que desde hace 24 años se está realizando en València.

Cualitativamente, el problema no es que un ayuntamiento celebre el Orgullo, el problema es que un ayuntamiento o una administración como la Generalitat, que está retirando y recortando derechos y conquistas del colectivo LGTBI, al mismo tiempo quiera convencer a la sociedad y al colectivo LGTBI de que hay que celebrar algo. El lema que están usando de 'Orgull de Comunitat“, yo diría: ¿Orgullo de qué?

Este año, a diferencia de años anteriores, no se celebrará una fiesta después de la manifestación del Orgullo LGTBI. ¿Por qué?

Por un lado, porque los organizadores, tanto las asociaciones de activistas, Lambda principalmente, como también la Asociación de Empresas y Profesionales para el colectivo LGBTI+ de la Comunitat Valenciana (Avegal), pensaron que era muy arriesgado hacer una inversión de tiempo, esfuerzo y trabajo para tener una fiesta organizada y tener el riesgo de que el permiso llegara en el último momento, o no llegara, o tener algún tipo de multa o cualquier incidencia por parte de la administración. Hay que recordar que no sería la primera vez: en el pasado, cuando Rita Barberá era alcaldesa de la ciudad, los permisos llegaban el día antes de la fiesta o hemos tenido algún tipo de intento de sanción por parte de la Policía Local, porque nos retrasábamos un minuto del final del horario previsto de la fiesta. Como eso lo hemos vivido, no queríamos asumir ese riesgo.

¿La colaboración con las instituciones gobernadas por el PP y Vox para el Orgullo ha sido posible?

Pensamos que era importante hacer notar la diferencia, que la gente sepa que cuando vota hay consecuencias. En este caso, hemos pasado de un clima en el que las administraciones colaboraban y daban apoyo a las reivindicaciones del tejido social LGTBI de la ciudad a una administración que quiere apropiarse para rascar votos de donde sea.

Y cuando no entras en su juego, lo que intenta es acosarte y lanzarte una serie de insidias: desde la vicepresidenta Susana Camarero, diciendo poco menos que Lambda tiene una gestión económica dudosa o un director general que al grito absolutamente caciquil de 'quien paga, manda', quiere imponer de qué se habla, qué se dice, quién tiene que salir al escenario o quién tiene que liderar una celebración. Al final, esta idea de que el Orgullo se debe despolitizar es una trampa terrible que lo que quiere en realidad es neutralizar y narcotizar la celebración del Orgullo. Y el Orgullo será siempre reivindicativo, no pueden acallarlo.

El Orgullo será siempre reivindicativo, no pueden acallarlo

¿Cómo ha sido la interlocución con la Generalitat Valenciana?

Lo que me cuenta la dirección de Lambda es que ha sido una interlocución accidentada. Porque Lambda, como organización social, dispone de un concierto con la Generalitat Valenciana para prestar servicios públicos, que están recogidos y reconocidos en la ley autonómica, concretamente un servicio de atención integral a las personas LGTBI y a sus familias y un programa de memoria histórica que intenta recoger los archivos personales y que no se olvide nuestra historia. A partir de ahí, los nuevos gobernantes han valorado que esto es un exceso, que ahí hay demasiados recursos públicos en manos de una asociación que encima —oh, qué sorpresa— es crítica con los recortes de derechos y las políticas contra el colectivo que están haciendo el PP y Vox.

Lambda no tiene ninguna demanda ni condena por corrupción; el PP no puede decir lo mismo

Sobre las acusaciones insidiosas por parte de la administración, como bien ha dicho el coordinador general de Lambda, Fran Fernández, la asociación no tiene ninguna demanda ni condena por corrupción; el PP no puede decir lo mismo. Por otro lado, la otra idea ha sido la de intentar aislar a Lambda e intentar apropiarse de una iniciativa social que llevamos liderando y organizando con un esfuerzo humano terrible desde 1986. Desde luego no vamos a dejar que esto pase.

¿Qué medidas ha tomado el bipartito de PP y Vox en materia LGTBI?

Por un lado, nos hemos encontrado con que el Ayuntamiento de València ha cerrado un servicio muy interesante de información sexual para jóvenes. En ese servicio se daba información para el público LGTBI pero también para el resto de los jóvenes valencianos sobre respeto a la diversidad. Hemos visto cómo en diferentes ayuntamientos se ha estado escondiendo o censurando la compra o exposición de películas o de libros que hablan de temática LGTBI y también de feminismo. Curiosamente, la solución para no disgustar a Vox por parte del PP ha sido reinterpretar la normativa de bibliotecas par crear secciones gueto para poder esconder o encapsular esos libros.

El director general de Diversidad, Stephane Soriano, anunció una revisión de las leyes LGTBI. Y tenemos el ejemplo del PP con mayoría absoluta en Madrid, que ya ha hecho recortes. Un ejemplo muy concreto: si la ley madrileña, que el PP votó a favor, prohibía las terapias aversivas (los electrochoques), esta prohibición ha desaparecido [de la nueva norma]. Es una de las razones por las cuales el Gobierno de España ha anunciado un recurso de inconstitucionalidad, porque considera que va en contra de lo que dice la ley estatal y, por tanto, se están vulnerando los derechos del colectivo LGTBI de la Comunidad de Madrid. Estamos espantados de que eso también pueda pasar aquí.

También tenemos los anuncios que hace Feijóo diciendo, en una promesa electoral de la última campaña, que si gobiernan iban a derogar la Ley Trans. Aquí en València, la Conselleria de Educación retiró guías educativas que estaban a disposición del profesorado para hacer educación sexual en temas de diversidad sexual, de identidad de género o de diversidad familiar. Todo lo que ahora se recorte en educación sexual es una inversión en agresiones y en discriminación. Si a los chavales y chavalas de hoy no se les enseña qué es la diversidad y que hay que respetarla, estamos poniendo la semilla de lo que serán futuras agresiones. Me parece gravísimo. Es tan hipócrita que quieran celebrar el Orgullo al mismo tiempo que están haciendo políticas claramente contrarias al colectivo LGTBI que nos parece que había que plantar cara y, desde luego, ir al Orgullo a cara de perro.

¿Ante tal tesitura, cómo se prevé la manifestación de este viernes?

Siempre ha habido un componente político y, como decía el feminismo en los años setenta, lo personal también es político. Por tanto, la visibilidad de tu orientación sexual o de tu identidad de género es fundamentalmente una acción política. Este año será aún más política que otros años. Lo bueno del Orgullo, y este año aún más porque hemos insistido mucho en las razones de por qué hay que ir, es que cualquier persona (algunos con un discurso más potente, otros con una idea más básica o sencilla) sabe que está ahí para reivindicar desde su visibilidad y su idiosincrasia personal o colectiva el respeto, la igualdad y la no discriminación.

La visibilidad de tu orientación sexual o de tu identidad de género es fundamentalmente una acción política

Lo que está pasando aquí, en Europa, lo que nos viene de Argentina, con Javier Milei derogando todas las normativas a favor del colectivo LGTBI, nos parece que es un momento importante para plantarse y salir a la calle. Sabiendo que somos un movimiento social y que los que gobiernan son ellos; pero gobernar no es sinónimo de barra libre. Vamos a luchar para no retroceder y plantar cara en todo lo que se pueda.

Recientemente contaba en una columna en este diario su trayectoria en el colectivo Lambda, en el que empezó a colaborar en 1994. ¿Cómo ha evolucionado el diálogo con la derecha hasta hoy?

Por nuestra parte podemos ser contundentes pero sin sectarismo. Yo mismo y otra gente del colectivo Lambda estuvimos sentados negociando con el PP una ley de uniones de hecho. Fue una ley muy insatisfactoria pero ellos son quienes gobiernan, tiene la potestad y la confianza de la mayoría de la ciudadania y con ellos se debe intentar hacer cosas. También es verdad que ese contexto de negociación y de diálogo, en este momento, no se ha podido ni dar. El grito ha sido el de que quien paga, manda. O se hace lo que queremos nosotros, o no se hará. Estamos bastante asustados por la incapacidad de diálogo que tiene el actual Gobverino valenciano.

El PP lo que está haciendo es confundirse cada día más con lo que hace y dice Vox

Y curiosamente Vox es previsible (es que no a todo). Para ellos, no hay que celebrar el Orgullo y la orientación sexual o la identidad de género entienden que no es causa de ninguna discriminación. E incluso si pudieran harían como [la primera ministra italiana Giorgia] Meloni: retirar los derechos de filiación de las parejas de lesbianas y cosas así. Pero el PP lo que está haciendo curiosamente, y eso es lo que nos preocupa de toda esta ola, es confundirse cada día más con lo que hace y dice Vox pero con alguna contradicción. Mientras que en el caso de Ayuso están recortando las leyes, intentan también celebrar y potenciar el Orgullo, a su manera. Y eso no vamos a tolerarlo.

¿Tienen miedo?

Mucha preocupación, miedo no. La época del miedo ya se ha pasado. Hemos sufrido mucho y ahora mismo da mucha alegría ver que todo lo que hemos trabajado estas décadas implica que la gente joven no se corte un pelo, no se esconde, lo cuenta a sus familias, a sus amigos, y eso da mucha tranquilidad para vivir tu vida y tu sexualidad. Y, desde luego, lo que vamos a hacer es recordar que somos nuestras familias, nuestros amigos y recordar que este país aprobó leyes tan importantes como la del matrimonio igualitario con un apoyo social, en aquel momento, de un 80% de la población a favor.

La época del miedo ya se ha pasado

Si la derecha y la ultraderecha (o la extrema derecha y la derecha extrema), por mímesis, están abrazando el discurso del [cardenal Antonio María] Rouco Varela de hace unos años o de los sectores más cavernícolas de la sociedad, pues que sepan que vamos a plantar cara y vamos hacer valer la mayoría social que pensamos que tenemos y que no está dispuesta a retroceder ni un paso en cuanto a derechos y conquistas.