Con algo de retraso sobre el horario previsto, poco antes de las 11.20 horas, comenzaba el pleno de Les Corts en el que Ximo Puig ha tomado posesión del cargo de president de la Generalitat -el sexto tras el también socialista Joan Lerma y los populares Eduardo Zaplana, José Luis Olivas, Francisco Camps y Alberto Fabra, de los que sólo ha faltado Olivas en la cámara-.
El presidente del parlamento valenciano, Francesc Colomer era el encargado de abrir la sesión, con un recuerdo para el Estatut d'Autonomía, que “simboliza la unión y la esperanza”, y de dar paso a la promesa del cargo de Puig, que ha sido recibido al grito de “president” a su llegada a Les Corts.
El ya jefe del Consell ha tenido palabras en su discurso -en el que ha predominado el uso del valenciano- para Jaume I, Francesc de Vinatea o Max Aub, pero también se ha acordado del cantautor valenciano Raimon, del exministro Ernest Lluch (asesinado por ETA en 2000), de Joan Lerma, de José Luis Rodríguez Zapatero o del exalcalde de Morella Paco Blasco.
Discurso de carácter social
En su parlamento, con un marcado carácter social, Puig se ha acordado de las víctimas de los recientes atentados yihadistas en París, Túnez o Kuwait, “sus lloros son nuestros lloros”, y ha reivindicado los derechos LGTB, “España, con José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció diez años antes derechos que ahora reconocen democracias como Estados Unidos”.
El recientemente elegido presidente del Gobierno valenciano insistió en que va a ser un presidente “honrado y valiente” de “todos los valencianos” que va a trabajar por el “cambio, la justicia y la igualdad que el pueblo exige” y que su Consell estará presidido “por la ética y la lucha contra la corrupción, luchará contra la desigualdad, contra la violencia de género, por garantizar la Sanidad, la Educación, los Servicios Sociales, por la igualdad entre hombres y mujeres, por una política cultural potente que cuiede, sobre todo, nuestra lengua, por el diálogo entre partidos y con toda la sociedad civil...”.
Reivindicación al Gobierno
En una situación “tan difícil”, como ha recordado, con 588.000 desempleados, con un tercio de valencianos en situación de pobreza y un déficit de 40.000 millones de euros, ha exigido unidad para exigir lo que le corresponde a la Comunitat Valenciana. En este punto, se ha referido a García Margallo, representante del Ejecutivo, “no creo en el victimismo, pero menos en la desigualdad. Seremos exigentes, leales y solidarios con España, pero no podemos aguantar así ni un minuto más. No toleraré ni una discriminación más en la financiación ni en las inversiones del Estado. Queremos diálogo y soluciones”.
Han acompañado al ya president el ministro de Asuntos Exteriores, el valenciano José Manuel García-Margallo -inicialmente se anunció la presencia del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro y posteriormente del ministro de Justicia, Rafael Catalá-; el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero; el secretario general de UGT, Cándido Méndez; el exministro Ángel Gabilondo, así como los padres, la mujer y los hijos del president, a quienes agradeció su “paciencia infinita” y su respaldo.