Cuando hablamos de plantas, los gatos viven con peligro: la curiosidad y, sobre todo, el aburrimiento, pueden resultar fatales para tu amigo ronroneante. Aunque tu minino sea bastante cuidadoso con lo que comen, un cachorro curioso o un gato aburrido puede ponerse malo al mordisquear las hojas de tu poto o las flores del ciclamen solo por llamar tu atención.
Otros van más allá, y pueden destruir tu maceta preferida en cuestión de horas. O tu amigo peludo puede ingerir sin querer una sustancia tóxica, como el polen de los lirios, mientras que se acicala, sencillamente porque al pasar cerca se le ha quedado adherido al pelo. Sea por el motivo que sea, las consecuencias pueden ser fatales.
En realidad, todas las plantas, incluso el catnip, una hierba gatera con inocuos efectos narcóticos para tu minino, o hierbas como la avena, pueden irritarle el estómago. Aun así, si tienen la oportunidad, a los gatos les gusta mordisquear algo de hierba.
Una teoría que lo explica: puesto que tu gato es un carnívoro obligado (así que olvídate de intentar reconvertirlo al vegetarianismo), su aparato digestivo carece de los enzimas necesarios para metabolizar las plantas. Por eso, tragar hierba le ayuda a eliminar bolas de pelo y otras cosas complicadas de digerir.
La consecuencia es de sobra conocida para quienes vivimos con gatos: la hierba irrita su estómago y el resultado es una vomitona en tu alfombra preferida. Gajes peludos de la convivencia. Por fortuna, dos de las plantas de interior más destrozadas por los gatos son inofensivas
Ni la llamada planta del dinero (Plectranthus spp) ni las cintas o planta araña (Chlorophytum spp) harán daño a tu camarada de ronroneos, por mucho que se ensañe con ellas. Pero otras muchas sí pueden poner malo a tu gato, e incluso hacer que peligre su vida. Un buen número de plantas comunes, tanto de interior como de exterior, son dañinas o venenosas para tu minino.
“De hecho, la intoxicación por plantas venenosas resulta mucho más frecuente en la clínica que las intoxicaciones por alimentos que el gato no debe comer”, afirma la veterinaria Verónica Fernández, especializada en medicina felina. A veces el tóxico se limita a partes concretas de la planta: al fruto, las flores, el polen, el tallo o las raíces. Pero en otras ocasiones, el peligro se reparte por toda la planta.
Plantas muy peligrosas para gatos: lirios y otras flores
Los ramos preparados, frescos o secos, pueden resultar irresistibles para tu felino. Pero con frecuencia incluyen flores y plantas venenosas, como el laurel de montaña (Kalmia latifolia), azalea o rododendro, hortensias, boneteros (Euonymus spp) o acebo. O peor aún: los lirios. Una flor tan hermosa para nosotros como peligrosa para tu gato.
Porque todas las partes de la planta del lirio resultan tóxicas; y puede ser mortal. No bajes la guardia: por mucho que creas que tu gato no muestra interés en el lirio, no está a salvo. Incluso lamer el polen que quede adherido a su pelo, o beber el agua de un jarrón que haya contenido lirios puede provocarle un daño renal severo, y causarle la muerte.
Aun así, este riesgo resulta poco conocido: un estudio concluye que el 75% de las personas cuyo gato se ha envenado con un lirio, desconocía que esta flor es tóxica. Y ojo: el peligro incluye tanto a las especies del género Lilum, los lirios verdaderos, como a las del género Hemerocallis, o lirios de día. En resumen, advierte Fernández: “Nada de lirios en casani en el jardín o terraza sin vives con gatos, porque son mortales para ellos”.
No son las únicas. Otras flores comunes, y muy utilizadas en los ramos, como las amapolas, dedaleras y tagetes, también llamada clavel africano, pueden ser peligrosas. El envenenamiento se manifiesta en forma de problemas digestivos para tu felino: salivación excesiva, falta de apetito, vómitos y diarrea.
También causa estragos en su sistema nervioso, provocando letargo, temblores, pérdida de equilibrio, convulsiones, ceguera e incluso parálisis; o puede afectar a su respiración. Otras plantas liberan tóxicos que inactivan su hemoglobina; y causan un fallecimiento rápido de tu amigo.
23 plantas que tienes que alejar de tu gato
Hemos vuelto a meter el lirio y otras especies relacionadas en este listado, dada la gravedad de las intoxicaciones.
- Amaryllis (Amaryllis spp.)
- Narciso de otoño (Colchicum autumnale)
- Azaleas y rododendros
- Ricino o higera infernal (Ricinus communis)
- Crisantemos (Chrysanthemum spp.)
- Ciclamen (Cyclamen spp.)
- Narcisos (Narcissus spp.)
- Diefembaquia (Dieffenbachia spp.)
- Hiedra (Hedera helix)
- Jacinto (Hyacintus orientalis)
- Kalanchoe (Kalanchoe spp.)
- Lirios (Lilium spp.)
- Convalaria o lirio de los valles (Convallaria majalis)
- Marihuana (Cannabis sativa)
- Adelfa (Nerium oleander)
- Lirio de paz (Spathiphyllum spp.)
- Poto (Epipremnum aureum)
- Cica o Palma de Sagú (Cycas revoluta)
- Tomillo español (Coleus ampoinicus)
- Tulipán (Tulipa spp.)
- Tejo (Taxus spp.)
- Flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima)
- Cerezo de Jerusalén (Solanum pseudocapsicum)
Si sospechas que tu gato ha tragado una planta venenosa, o parte de ella, contacta con tu veterinario de inmediato. No esperes a que aparezcan los síntomas de la intoxicación, porque entonces podría ser demasiado tarde. Además de tomar precauciones, coloca plantas sustitutas no dañinas para tu gatete.
Por ejemplo una maceta de catnip, de algún cereal inofensivo como la avena, o hierbas aromáticas como la menta, hierbabuena o la lavanda. Tu pequeño carnívoro podrá mordisquearlas a su antojo. Y después vomitar feliz en la alfombra. No te enfades: se te pasará en cuanto te mire con esos ojos tan irresistibles.
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