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Desde los restaurantes chinos a las casas de los acuariófilos, acuarios de toda índole prosperan mientras la costumbre de montarnos nuestro propio ecosistema acuático se extiende como una moda. Cada vez más personas se interesan por la acuariofilia, el arte o afición de montar ecosistemas marinos o de agua dulce en peceras.
Sin embargo, la complejidad de lo que supone mantener un acuario varía enormemente desde los más sencillos, a base de urnas de cristal, a los muy sofisticados ecosistemas tropicales, tanto marinos como de fluviales o lacustres, donde hay que controlar desde el pH a la salinidad el agua, las bacterias, los nitratos, etc.
Sin duda para estos últimos necesitaremos ser unos expertos con un largo aprendizaje en la materia antes de lanzarnos a montar un acuario de sistemas cálidos y frágiles. No obstante, tenemos la suerte de poder iniciarnos con sistemas de agua fría y dulce, que comprenden a peces y plantas más resistentes con los que aprender sobre el control y monitorización de ecosistemas acuáticos.
Ahora bien, incluso en los sistemas más simples, precisamos de una serie de herramientas básicas para que nuestro acuario esté estabilizado tanto química como física y bacteriológicamente, de modo que no prosperen carencias que pueden afectar a nuestros peces y plantas.
Qué necesito para montar mi primer acuario
1. La pecera
En primer lugar una urna o pecera de cristal, preferentemente básica, sin demasiadas complicaciones y de un tamaño medio de 15 a 20 litros, que es más fácilmente manejable en el control de parámetros como temperatura, pH, nivel de oxígeno, salinidad, etc.
La pecera deberá tener una tapa superior, sin bien esta no es imprescindible, para aminorar la evaporación y evitar que los peces salten fuera, algo más frecuente de lo que a priori podría pensarse.
La pecera se dispondrá en un sitio estable, con toma de corriente cercana y lejos de fuentes de calor directo, así como de luz directa del exterior. El motivo es que la entrada directa de la luz del sol puede alterar tanto la temperatura del agua como la luminosidad deseada, dando lugar al crecimiento incontrolado de algas, menor capacidad de retención del oxígeno o temperaturas excesivas.
Un modelo de pecera ideal para empezar puede ser este Aquaristic Cubic Panoramic de la marca Blau. Tiene capacidad para 19 litros, fácil de instalar, totalmente de cristal y con alfombrilla niveladora. Incluye tapa con ranura para colocar los diferentes dispositivos.
2. Circulador/filtrador/oxigenador
Una vez tengamos decidida la pecera que queremos adquirir, pensaremos en el circulador/filtrador/oxigenador del agua, que como su nombre indica, circula, filtra y difunde el oxígeno en el agua al crear turbulencias en la superficie del acuario, cuando no burbujas de aire.
Este aparato es fundamental para mantener el acuario limpio de restos fecales de los peces, así como de restos vegetales, pero también para mantener homogénea la temperatura del agua en todo el acuario, así como la composición química.
Debe tener la potencia suficiente para circular el volumen que tenga nuestra pecera, y además debe ser fácil de extraer y limpiar, cosa que hay que hacer cada semana como mínimo. Los circuladores suelen venir con filtros de esponja y otros de carbón, diatomeas, etc. La mayoría de la porquería se acumula en los de esponja, así que estos deben ser fácilmente lavables.
Un modelo ideal para nuestra pecera de 19 litros es esta bomba de NO.17 con filtro doble de esponja y potencia suficiente para acuarios desde 30. a 500 litros, ya que es capaz de filtrar hasta 1200 litros a la hora.
3. El líquido estabilizador
Con la pecera y el circulador, en principio tendríamos bastante para montar un acuario muy básico pero habitable por peces duros de agua fría como los peces de colores chinos parientes de las carpas, los neones y otras especies resistentes.
Ahora bien, no podemos añadir el agua del grifo o de botella así tal cual porque mataríamos a los peces. El cloro, la cal, el pHH, la ausencia de bacterias que gestionan los desechos, etc., impedirían la vida en este hábitat. Por lo tanto necesitamos un líquido estabilizador que nos fije el cloro y la cal, así como que nos aporte bacterias fijadoras de nitratos y nos regule el pH.
Existen numerosas marcas en el mercado, y una de las más usadas para iniciarse es Seachem y su producto Prime. Se trata de un acondicionador completo y concentrado para agua dulce y salada, que elimina cloro y la cloramina, sustancia tóxica. Además aporta bacterias que fijan el amoniaco, así como nitritos y nitratos.
4. Calentador
A partir de aquí comenzamos con los no imprescindibles, pero que pueden mejorar la calidad y belleza de nuestro acuario. El primero es un calentador, que se coloca entre del agua como una sonda, cerca del circulador, y la calienta a la temperatura deseada.
No es imprescindible siempre que la temperatura del agua esté por encima de los 20ºC, algo común en la mayoría de las casas. En caso de no ser así, el termómetro sí se convierte en un elemento necesario.
Los hay que no calientan más de 25ºC, ya suficiente para poder incluir en nuestro acuario algunas especies subtropicales de vivos colores, y otros que pueden llegar a más de 30ºC, aunque también depende del volumen de agua que tienen que calentar. Para empezar, un calentador que llegue a 25-26º ya es suficiente para incluir bastantes especies.
Por ejemplo, este calentador Marina 11230 es ideal para un acuario de 20 litros, pues es capaz de llegar a los 25º y lleva cobertura de vidrio. Es un calentador básico para acuario, sencillo, simple, sin más. No dispone de indicador de temperatura, simplemente un pequeño indicador luminoso se enciende cuando está funcionando.
5. Un termómetro
Si vamos a poner un calentador, no está de más tener un termómetro de acuario para controlar que la temperatura del agua es la correcta. Por ejemplo, este Measury Termometro Acuario Interior. Impermeable, con ventosa y pantalla digital, se coloca en el interior de la pecera y permite una fácil lectura, cosa que no pasa con otros termómetros.
6. Sustrato para plantas
Si incluimos el calentador en nuestro acuario, podemos pensar también en colocar plantas acuáticas en su interior, la mayoría de ellas de origen subtropical o tropical. Para ello necesitaremos en primer lugar un sustrato básico para plantas de acuario.
Por ejemplo este paquete de 2 kilos de Fluval 12693 Sustrato Plant & Shrimp. Recogido de las colinas volcánicas ricas en minerales del monte Aso en Japón, está pensado para estimular el crecimiento de las plantas acuáticas en acuarios de agua dulce, ya que las raíces penetran fácilmente y se extienden por todo el sustrato, lo que les permite obtener una gran variedad de nutrientes claves.
6. Adornos
Finalmente podemos optar por decorar nuestro acuario con algunos adornos que a su vez hagan de refugio a los peces para descansar y huir del estrés, por ejemplo este tronco cueva de la marca Hygger.
Respecto a las plantas y peces para iniciarte, deberás ir a una tienda especializada para conseguirlos, ya que allí te aconsejarán los más indicados para el tipo de acuario que hayas elegido.
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