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Seis modos curiosos de reutilizar tus almohadas viejas

Almohadas viejas

Eva San Martín

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Si te duele el cuello cuando te levantas de la cama, tal vez haya llegado el momento de cambiar de almohada. Puede que no te haga gracia la idea de deshacerte de ella. O puede que tengas alguna almohada vieja más en el armario; a la que tampoco te has atrevido a sacar oficialmente de tu vida.

Si es el caso, esto te sonará a muy buena noticia: hay formas divertidas y prácticas de reutilizar tu vieja almohada; que, además, pueden resolverte algún problema en casa. Y sin gastar dinero. No importa el estado en el que esté tu vetusto almohadón: sea cual sea, puede tener una segunda vida.

1. Hazte un cojín de suelo grande

Vuelven a estar de moda. Los cojines de suelo son cómodos, resuelven problemas de espacio cuando vienen visitas a casa (con permiso de las restricciones) y también sirven para echarte una buena siesta con las piernas estiradas. O para leer un buen libro. Hay más: si vives con niños, a los más pequeños les encantarán para sus juegos.

Para hacerte un cojín de suelo grande (uno decente nuevo puede bien costarnos unos 50 euros o más) solo necesitas recuperar cuatro o cinco almohadas viejas. Cóselas entre ellas, una junto a otra, para crear una suerte de colchón alargado; después, utiliza una tela para mantenerlas todas juntas.

Incluso puedes utilizar una sábana que ya no uses como funda. La idea es muy sencilla; pero aquí hay un tutorial completo, paso a paso. Si los almohadones son cuadrados, no pasa nada: prueba a fabricarte un patrón más cuadrado.

2. Utiliza tu vieja almohada para rellenar cojines

No solo tu almohada se desgasta y pierde firmeza. También muchos cojines empiezan a adelgazar con el tiempo, porque su relleno pierde la robustez original. Pues bien: aquí llega tu vieja almohada al rescate.

Deshazla sin miedo, y aprovecha su relleno para completar los huecos que hayan quedado en los cojines decorativos que tengas en el sofá o sobre la cama.

3. Llévatela de viaje

Hay accesorios que resultan muy útiles cuando viajamos: el primero es una manta, ya que la temperatura ambiental del vehículo puede resultar inferior a la esperada; o puede haber corrientes de aire. El segundo: un cojín. O tu inseparable almohada.

Puedes utilizarla para echarte una siesta rápida mientras que otra persona conduce. ¿Quién le iba a decir a tu viejo almohadón que te ibas a alegrar tanto de verlo otra vez?

4. Hazte un burlete para frenar las corrientes de aire

Las corrientes de aire que entran por debajo de las puertas pueden hacer subir la factura de la calefacción de forma significativa en invierno. Pero una almohada vieja puede ayudarte a resolver este desaguisado de forma bastante rápida y sencilla.

La primera idea: sencillamente, colócala tal cual en la puerta (en el suelo), para que frene la entrada de aire. Pero si te gustan las manualidades y tienes cierta habilidad con la máquina de coser, puedes construirte un burlete para la puerta más que resultón con el relleno de tu almohada.

5. Transforma tu almohada en cojines nuevos

Que tu almohada ya no tenga la firmeza que solía, y que no te proporcione el descanso que necesitas, no significa que no valga para construirte unos cojines bonitos y que aún resulten cómodos. Solo necesitas hacerte con unas fundas de cojín de colores chulos y rellenarlas con la fibra de tu almohada.

Otra idea es cortar la almohada por la mitad, coser los extremos y encontrar para cada mitad una funda bonita. Podrás utilizarlas en el sofá o en la cama como parte de tu colección de cojines decorativos. O usa tu sufrido almohadón para hacer cojines de exterior, para la terraza o un patio. Solo necesitas una funda de una tela más resistente.

6. Haz una cama para tu gato o tu perro

Los gatos (sobre todo), pero también los perros, necesitan tener más de una cama en casa, y una vieja almohada puede resultar un material estupendo para fabricarla sin gastar dinero. En el caso de los gatos, puede bastarte con meterla en una caja de cartón o similar.

O prueba a introducirla dentro de un refugio gatuno, para que le resulte más cómodo. Tal vez necesites utilizar solo parte del relleno y una funda. [Hace un tiempo te contamos cómo fabricar la mejor cama para tu gato, y también la más barata.]

En el caso de tu perro, puedes utilizar una almohada grande, o dos, y construir una cama perruna decente, con las mismas instrucciones que hemos comentado para fabricar un cojín de suelo grande. O puedes donarlas a una protectora de animales: muchas aceptan cojines y almohadas, además de mantas y toallas.

Quién le iba a decir a tu vieja almohada que podía llegar a ser tan necesaria...

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