10 blancos ligeros, afrutados y refrescantes para iniciarse o regodearse en las tardes veraniegas

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En verano, el cuerpo pide algo fresquito y, quizá por primera vez, te tiente introducirte en el mundo del vino, así que nada mejor que unos blancos ligeros, afrutados, algunos con un poco de dulzor natural más que otros, sin llegar nunca a ser empalagosos, porque no llevan azúcares añadidos sino que son los que da la propia uva. 

Para quienes quieran iniciarse, así como para las personas que ya están encandiladas por los blancos más frescos, alegres y fáciles de beber del mundo, hemos hecho una selección de estos 10 que se beben solos, con una facilidad pasmosa para tomarse una copa en buena compañía y disfrutando de las tardes ociosas frente a atardeceres formidables. 

Ergo Organic, de Celler Gerisena, DO Empordà, es un blanco que en nariz te transporta directamente a un jardín lleno de flores y árboles frutales, tiene una potencia aromática sensacional que te incita a engullirlo, pero en boca la macabeu y la garnacha tinta de montaña dan una amplitud y frescura que es fantástica para refrescar el aliento con toques frutales.  12% Vol. Unos 8 euros.

Entre dos aguas Blanco, de Taberner Amado, IGP Bajo Aragón, es un delicioso 100% garnacha blanca, afrutado en nariz, cítrico, ligero, con la acidez perfecta para bebérselo como quien no quiere la cosa en estas calurosas tardes veraniegas. Incluso los dos amigos de Nonaspe te invitan a visitar su bodega independiente en la franja entre Aragón y Cataluña, en el preciosísimo Matarraña, para catarlos entre los ríos que dan lugar a su nombre. 13,5% Vol. 8,50 euros.

Jaspi blanc 2020, de Coca i Fitó, DO : con un 70% garnacha blanca y un 30% macabeo, envejecido sobre lías de tres a cuatro meses, en nariz no te vas a imaginar el vergel en el que te vas a meter en cuanto lo bebas.

Si te gustan los vinos afrutados tirando a dulces, con este te puedes regodear a lo ancho y largo del paladar porque se te va a empapar de macedonia de frutas, sin dejar de ser ligero. Ideal para refrescar las tardes veraniegas si te estás iniciando en el mundo del vino. 13,5% Vol. 8,95 euros.

Tierra de Frontos Blanco Seco Ecológico 2018: este fresquísimo 100% listán blanco canario de Bodega Frontos, de la DO Abona, con battonage sobre lías, es la demostración de que el hecho de que un vino sea seco no quita que sea afrutado, de hecho, este, súper expresivo, viene cargado de níspero, anís, pera, hinojo, eneldo y tiene volumen así como cierta astringencia agradable al final. 13,5% Vol. 10 euros.

Gomariz X albariño 2019 Viño de Encostas de Xistos, de Xose Lois Sebio, es un blend de 95% albariño y 5% treixadura de la DO Ribeiro, un blanco maravilloso, muy limpio, con toques a mandarina y a menta, con mucha fruta de huerta en boca, profundo, marino y con una acidez redonda. 13,5% Vol. 13 euros.

Alta Alella Cau d’en Genís 2019 es un gran blanco muy destacado por la crítica internacional, pansa blanca fermentada con sus lías en huevo de cemento, de donde sale fino, elegante, con mucha fruta blanca de hueso, muy cítrico, tan ligero que se te hace la boca agua y claramente mineral.

Lo que es verdaderamente impactante es cómo se te queda en el retrogusto y te pide más para recargar la sensación de placer. 13% Vol. 15 euros.

El Sitio Malvasía Aromática 2019, de Bodega El Sitio, DOP Islas Canarias, es otro blanco seco que pasa cinco meses sobre lías de la afrutadísima malvasía tinerfeña, que evoca plátano, frutas tropicales, puro exotismo con una boca untuosa, de trago largo y un puntito mineral muy agradable. Un vino ideal para comer crustáceos. 13,5% Vol. 15 euros.

Bruixola blanc, de Celler Terra I Vins, de la DOQ Priorat, es un coupage de garnacha blanca, macabeo y Pedro Ximénez, de viñedos de 50 y 60 años, con aromas a frutas blancas, a melocotón y albaricoque, con una mineralidad muy atractiva para quienes amamos los vinos afrutados pero no tan dulces sino con un puntito más metálico sin renunciar a esa frescura y acidez casi imperceptibles, porque está muy bien equilibrada por la glicerina. 14% Vol. 16 euros.

Abadía da Cova Loia 2018: este 80% albariño y 20% godello, fruto de la viticultura heroica que practica en sus bancales Adegas Moure, en Ourense, es una explosión floral y frutal en boca, muy aromático por lógica aplastante, de un corte Atlántico sensacional de la DO Ribeira Sacra, con la acidez muy matizada, aunque tenga ese toquecillo travieso en la punta de la lengua tan de agradecer. 13% Vol y 16,45 euros.

Chocolate Nº 2, de Bodegas Orben, DOC Rioja, es el segundo vino blanco elaborado con el ensamblaje de las añadas 2017, 2018 y 2019 de cuatro variedades viura y malvasía (70%), tempranillo blanco (20%) y maturana blanca (10%) procedentes de parcelas viejas distribuidas, mayoritariamente, en el entorno de Laguardia.

A la complejidad de la mezcla de añadas, parcelas y variedades, se une la fermentación en diferentes continentes como huevo de hormigón, barricas de 225 y de 500 litros. Afrutado en nariz y en boca, donde predomina la ciruela amarilla ácida, y un retrogusto largo, gustoso, con frescor metálico al final. 14% Vol. 20,60 euros.

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