Un sencillo truco para hacer un café con hielo con un bote de garbanzos
Somos muchos los que sabemos lo complicado que es hacer un café con hielo que resulte satisfactorio, es decir que sea algo más que un puñado de cubitos refrescando un café aguado. El año pasado te dimos las ocho claves para lograr un café con hielo satisfactorio, o al menos para exigir que nos lo hagan como mandan los cánones del buen barista, que pocas veces se respetan en España.
Pero siendo una bebida que tiene sus detractores, hemos buscado una fórmula que consiga el resultado ideal, y una vez más nos la ha dado Kim Ossenblok, el mismo experto que nos explicó los siete errores que nos impiden hacer un café con leche como el de los bares buenos en casa. En uno de sus vídeos explica el modo de hacer el café con hielo de modo profesional y agradable para el que lo bebe.
Partiendo de la base de que el que lo bebe sabe que va a encontrar algo frío y de aroma algo más atenuado y menos duradero, nos parece que su fórmula sería perfecta si no fuera porque el utiliza una coctelera y un colador de cócteles. ¿Cómo lo hacemos si no tenemos estos elementos en casa? Te damos la solución en el siguiente vídeo:
Pero como sabemos que algunos de vosotros sois reacios a ver vídeos, tecnológicamente no podéis o estáis en el trabajo y no es plan de llamar la atención de los jefes, o a continuación te explicamos por pasos el truco que muestra el vídeo:
- Escogeremos un grano de tonos fuertes, para que nos conserve el sabor, si bien de color claro, porque el tostado excesivo mata muchos sabores.
- Moleremos y prepararemos café para un expreso o un doble expreso. Si lo hacemos con moka, haremos un café concentrado con menos agua en la cafetera, de modo que nos dé un expreso largo.
- Tomaremos un bote largo de conserva de garbanzos o lentejas, debidamente lavado y seco, para quitar olor a legumbres.
- Añadiremos tres hielos grandes, mejor que los pequeños, recién sacados del congelador para que no suelten tanta agua.
- Introduciremos el café inmediatamente hecho en el bote con los hielos.
- Taparemos con la tapa.
- Agitaremos como si fuera un daiquirí hasta que sintamos el frío en las manos y veamos una espuma marrón claro dentro del bote.
- Abriremos y serviremos en vaso no muy grande y de paredes gruesas colando con un colador de té para evitar que nos caigan los hielos en el vaso.
- Beberemos lo antes posible, sin esperar a que se deshaga la espuma.
- Si lo queremos con azúcar, lo añadiremos antes de empezar a batir, siempre mejor en el café que en el hielo, ya que así se disolverá mejor.
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