10 mercados españoles que conservan su esencia para comprar y comer de lujo
Son varios los mercados donde, de repente, nos resultó inasumible entrar por miedo al sablazo, algo que va en contra de los sus principios fundacionales: ofrecer productos asequibles para la mayoría de la población.
Pero, al ver la gallina de los huevos de oro en los turistas que entraban para ver sus puestos de comida y su arquitectura, algunos se convirtieron en exclusivos centros gourmet donde ya no podían ni desayunar los propios empleados.
Aquí te traemos diez que mantienen su función y la vida cotidiana de sus vecinos, pero ofrecen deliciosas y variadas ofertas gastronómicas para comer después de comprar.
Al originario Mercado de San Josep le debemos el primer lugar porque, además de datar de 1217 sus primeros vestigios, seguramente fue el primero en abrir bares míticos como Pinotxo Bar o El Quim de la Boquería, para los propios tenderos de los puestos y para los clientes. Y, con la marabunta de turistas, tuvieron tanto éxito que muchos que le siguieron, como El Ramblero de la Boquería, kiosko Universal, Bar Clemen’s, Bar Central (que tiene 3 sedes), Bar Boquería o Kiosko Modern. (La Rambla, 91, 08001 Barcelona).
Este mercado se ha convertido en uno de los más agradables de Madrid, junto al Mercado de Antón Martín y al de San Fernando en Lavapiés. Y en sus puestos, donde te puedes sentar y comer comida o traerte bebida de casi todos los demás, puedes encontrar desde caracoles, pasando por tablas de queso o productos de Madrid y carnes de buey o argentinas a la brasa, croquetas, chacinas, o especialidades de bacalao y productos canarios, hasta comida japonesa, mexicana o coreana y, por último, Tripea, el restaurante de Roberto Martínez Foronda que tiene el Bib Gourmand Michelín. (C. de Vallehermoso, 36, 28015 Madrid)
3. Mercado de Feria en Sevilla
Alrededor del restaurante gourmet central llamado Lonja de Feria, donde van sacando platos de cocina casera con marisco y pescado a tutti plein, tienes otros puestos tipo los de pizzas o de pasta fresca, el bar La Cantina, con productos del mar, así como La Almadraba, una hamburguesería, Sushi Eñe, el gastrobar Condedé, la charcutería y quesería Negrete 1984 o Lujo Ibérico, de aceites y vinos, entre otros. Alrededor también tiene varios bares con vidilla sevillana para dar y tomar. (Feria, s/n, 41003 Sevilla)
4. Mercado de Abastos de Santiago
Sita en la nave de restauración número cinco, vas a encontrar desde el pulpo de la Pulpería Abastos, la comida tradicional gallega hecha en Casa Millán, el curioso japonés con tapas y wok gourmet de Taberna Abastos; el campo llevado a la cocina de Frebas y, por contraste, A Ostrería, expertos en productos del mar. Amoado te deleitará con sus filloas con un toque personal y, en Mariscomanía, te cocinan los mariscos y pescados recién comprados por un pequeño porcentaje. Te tomas allí los vinos y ganáis todos. (Rúa das Ameas, s/n, 15704 Santiago de Compostela, A Coruña)
5. Mercado Central de Valencia
Desde su germen de 1839 hasta 1928, hubo que hacer toda una obra arquitectónica cuyas cúpulas, de hierro, cristal y cerámica lo convierten en “La Catedral de los Sentidos”, pura efervescencia tanto de compradores como de gastrónomos que se reparten y hasta hacen fila esperando a que se liberen sus bares, como el solicitadísimo Central bar by Ricard Camarena, Pizarro tasters, comidas El Palomo, tortillas La Moderna o Pucherito verde, sabor mediterráneo; para tomar o llevar la mayoría de ellos. (Plaça de la Ciutat de Bruges, s/n, 46001 València).
6. Mercado Central de Zaragoza
Desde su inauguración un día de San Juan de 1903, esta obra para la que Félix Navarro se inspiró en la torre Eiffel, ha conservado sus modernistas estructuras metálicas y cerrajerías, esculturas de piedra con motivos agropecuarios o tarjetones esmaltados por gremios. Tras su rehabilitación, podemos disfrutar de sus puestos de detallistas y de los cuatro espacios de hostelería del denominado “Rombo Zentral: Matiné, Mambo, Mixtura y Museo, que ofrecen desde desayunos y aperitivos hasta cenas. (Av. de César Augusto, 110, 50003 Zaragoza).
7. Mercado Central de Atarazanas en Málaga
En sus inicios fue el principal astillero nazarí de la zona en la época de Mohammed V. Te va a apetecer comprar en muchos de sus puestos, pero por todo el recinto dispone de varios bares y restaurantes donde poder deleitarse con los sabores, texturas y colores de la gastronomía malagueña como Happy Fish, Bar Casa Guirado, Marisquería El Yerno, Bar Central, con pescadito frito marisco pescado y marisco a la plancha incluso paellas en sus distintas sedes; Café bar mercado Atarazanas, Medina bar o pescaíto frito El Cartuchito. (C. Atarazanas, 10, 29005 Málaga).
8. La Ribera Gastro Plaza en Bilbao
Qué gran idea aprovechar por fin El Mercado de la Ribera para dedicar toda una planta a puestos gastronómicos con especialidades a escoger entre pescado fresco del Cantábrico de Casa Loren, tortillas y derivados del huevo, frituras del sur de Me tienes frito; ricas croquetas y fritos exquisitos, gildas, piparras y grillos de La Bodeguilla; hamburguesas y entrepanes de Gloria Bendita, pastas, pizzas y arroces de Pastirroz; productos Joselito y del pato de Txerri Duck… Y, para beber, las cervezas de Arambarri, vermuts y cocktails como los de Bermutería; o vinos, cavas quesos y conservas de Enoteca by Cvne. (Erribera Kalea, 22, 48005 Bilbao, Bizkaia)
9. Mercado del Val en Valladolid
Construido a finales de 1880 con estilo parisino en hierro, fue remodelado en 1980 y ahora están de moda en la ciudad del Concurso Nacional de Pintxos y Tapas los gastropuestos de gastronomía muy variada, desde los productos más típicos de Valladolid hasta manjares exóticos como los de Gure Txoko, El Cerezal, El Fiel, El Mercado del Trigo, Hermanos Hoyos, La Provinciana, Menganita de Cual o Sushimore. (C. Sandoval, s/n, 47003 Valladolid)
10. Mercado de Abastos de Cádiz
Asegúrate de entrar por el pórtico dórico de la plaza cuadrilátera de estilo neoclásico que propuso Torcuato Benjumeda para toparte, de sopetón, con los 54 puestos de pescados y mariscos frescos que te van a volar la cabeza. Y luego ya te sales a los porches del Rincón Gastronómico a elegir qué comer, entre el Gadisushi, la quesería, el puesto de los arroces o el especializado en huevos, la cervecería, y, cómo no, la vinatería, donde puedes escoger los vinos por copas o botellas y llevártelos a donde quieras o bien comerte allí sus tapitas. (Pl. de la Libertad, S/N, 11005 Cádiz)
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