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Si para algo nos sirven a los periodistas gastronómicos las ferias, concursos y festivales es para conocer productos e inspirarnos ideas para compartir con los lectores, de modo que os las podáis hacer en casa u os tienten a apuntaros en la próxima edición.
En el último año, cuando por fin hemos podido viajar para asistir a estos eventos profesionales:hemos descubierto maravillas en el Festival Orígenes en Catalunya, donde incluso probamos la carne en 3D y en el Innoble Wine Fest, en Sanlúcar de Barrameda, fantástica alternativa a Vinoble, el Salón Internacional de los Vinos Nobles, que regresará en 2022 a Jerez.
De todas esas experiencias, os proponemos aquí algunas para prepararos un aperitivo en un santiamén con sus respectivos maridajes, que esperamos que os alivien la depresión postvacacional sin hacer mucho esfuerzo.
Con cavas y vinos de autor
1. Una tabla de ahumados con salmón, atún, bacalao y sardinas anchoadas, acompañadas de mermeladas de tomate y frutas, hacen un aperitivo fantástico con el delicado carbónico de L’O de L’Origan Rosé, el cava rosado con más larga crianza (24,70 euros), o el Aire Rosé de L’Origan (13,95 euros), ambos de Carlos Martínez.
2. Una pata de pulpo precocida que solo tengas que meter en el microondas o, mejor aún, planchar para que quede crujiente. La aliñas con unas escamas de sal, pimentón y un buen aceite y verás que marida de maravilla con Zarate Albariño 2020 DO Rías Baixas (12 euros) o O Estranxeiro mencía 2019 de Ribera Sacra (15 euros), dos geniales creaciones de Eulogio Pomares.
Con vermús y sangría
3. Escabeches de atún y encurtidos, nada más cómodo que limitarte a disponer platillos o bien hacer brochetas con unos lomots y pepinillos en vinagre, cebollitas, guindillas, rabanitos, berenjenas, alcaparras, aceitunas y ajos confitados, que, además, son light.
Combinan con el vermut Luis XIV rojo, tan especiado que casi notas la textura de las especias, de la canela y otros botánicos del sotobosque mediterráneo, que se concentran en sabor al envejecer en toneles centenarios. Ni dulce ni amargo, justo equilibrio gracias a la fruta, licoroso y muy aromático en nariz. 9,25 euros.
4. Hummus con crudités en una receta, de L’Hostalet de Canet, que es sencilla y de otro planeta: tritura 100 ml de aceite de oliva, 50 ml de aceite de sésamo, dos cucharadas de tahini, dos dientes de ajo y media cucharada de sal, media cucharada de comino en polvo, media cucharada de cilantro en polvo, media cucharada de pimentón dulce y media cucharada de pimienta negra hasta formar una pasta homogénea.
Añade 400 g de garbanzos y tritura. Cuándo esté triturado, sin parar de triturar, agrega lentamente 50 ml de aceite de oliva para emulsionar y el zumo de un limón. Añade 50 ml de agua si ves que aún es muy denso. Tendría que quedar una pasta cremosa pero no líquida.
Armoniza con Cabecita loca, sangría premium, de Víctor Clavería, que se llevó el Oro en el Concurso Internacional de bebidas con base de vino, con todos los motivos. Una buena base de vino con fruta pura y sin azúcares añadidos solo puede dar esta calidad deliciosa y perfecta para el calorcito que aún nos queda. 9,25 euros.
Con vinos del más auténtico Innoble
5. Una bandeja con cinco quesos artesanos es garantía de éxito. Por ejemplo, nos enamoraron los de leche cruda de queserías artesanales del Santuari del Miracle, Sierra de Albarracín, Pinca Pascualete, Mas Alba y Reixagó que propuso Eva Vila en el Festival Orígenes. ¡Pero hasta en el supermercado tienes artesanales de Km0!
Los maridaríamos con un Ochoa Vendimia Tardía, un delicioso y premiadísimo moscatel de grano menudo de la Bodega Ochoa, DO Navarra, de color dorado y muy aromático, que es una explosión de alegre fructuosidad en boca, envolvente, mágico, de esos que piden fulminar la botella con estos quesos. 12,95 euros.
6. Unas cañaillas o caracolas de mar cocidas y, a poder ser, untadas con el palillo en alioli, se salen con el Amorro uva 100 % palomino. Se trata de un espumoso ancestral de los hermanos Mahara de Viníficate, que recurren a dos fincas diferentes de Chiclana de la Frontera con la filosofía de embotellar uva fermentada sin más, de modo que solo tiene azúcares y levaduras naturales. Un vino descomplicado con mucha intensidad aromática, la aguja justa y un largo retrogusto. Unos 5 euros.
7. Un buen plato de gambas o gambones a la plancha o de langostinos ya cocidos se come solo con el blanco Las 30 del cuadrado. Se tarta de un palomino fino de cepas viejas de más de 70 años de la bodega Hidalgo, que se mete durante seis-ocho meses en barricas de manzanilla con batonage, intentando evitar la flor; por eso tiene ese toque tan especial acaramelado con un olor muy potente a miel, resultando seco, perfecto para el aperitivo, ideal para los neófitos en vinos generosos. 13,50 euros.
8. A un surtido de jamón 100 % ibérico, lomito de presa ibérica y secreto embuchado, le va perfecto La Hacienda de Doña Francisca de Callejuela, un increíble blanco de parcela de palomino fino, con crianza con velo de flor durante siete meses en botas viejas de manzanilla, de ahí que tenga todas las virtudes: ese deje a manzanilla, ágil, fresco, con mucha sapidez y un paso exquisito por boca. Si puedes, cata varias añadas, porque se va superando. 13,95 euros.
9. La económica morralla o fritura de pescado bien hecha y crujiente se viene muy arriba con un extraordinario FOSSI 1/3 Amontillado, de Primitivo Collantes, un generoso muy bien ensamblado, intenso, concentrado, es como si metieras la nariz en un armario de una mansión histórica y elegante. La botella magnum de litro y medio cuesta 49 euros, que da para muchos aperitivos.
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