“Activistas contra el turismo asaltan la sede de Paellador”, se puede leer como noticia irónica en la publicación El Jueves a cuento de ese constructo mediático llamado 'turismofobia'. Es solo uno de los muchos chistes que concita este producto alimentario, al que la inmensa mayoría de los nativos tildamos como “de ínfima calidad”, pero que tiene una amplia aceptación entre nuestros queridos turistas. De hecho, Paellador ya forma parte del panorama de las calles turísticas de las principales ciudades de la costa mediterránea, donde en las terrazas abundan los letreros promocionando sus distintos tipos de paella.
Hay un dato que deja claro su éxito: se consumen más de cuatro millones de unidades de paellas congeladas Paellador cada año (texto en catalán). Una cantidad creciente se debe a la exportación a países como Suiza, Brasil o Uruguay, pero la mayoría se cocinan en nuestra querida tierra y van a parar a agradecidos estómagos de visitantes extranjeros por el módico precio de 20 euros el plato. Ahí es nada.
ConsumoClaro se ha puesto en contacto con el departamento de comunicación del grupo Meritem, responsable también de otros productos de éxito entre los turistas como las cocas, las pizzas o las pasta, pero por el momento los responsables de la compañía han preferido no hacer declaraciones y no aclarar hasta qué punto llega su influencia en las preferencias de los turistas, aunque sí confesaron que son su principal cliente, o cuál es la actual facturación del grupo. Se sabe al menos, que en 2012 la facturación ascendió a 12 millones de euros, pero poco más.
Como se ha dicho ya, el grupo Meritem, con sede en Igualada, provincia de Barcelona, es el responsable del éxito de Paellador, Cruji Coques y Pastaghetti, Pizzador y otras especialidades precocinadas o congeladas. El grupo nació al calor de los Juegos Olímpicos de 1992 con las paellas congeladas y listas para elaborar. La apuesta por las paellas resultó ser un éxito y pronto lanzaron otros productos como las Criji Coques, que son coques de recapte, una especie de pizza típica de Cataluña, aunque también se hacen platos similares en la costa alicantina.
Con la crisis, la facturación de Paellador cayó, lo cual indica que tal vez no solo los turistas las consumen, pero repuntó en los siguientes años al calor del turismo, hasta llegar a los 12 millones de euros de facturación de 2012, que ahora se supone que habrá aumentado.
Es muy sencillo, aunque pude resultar aparatoso, pues se necesita un horno donde quepa la paellera. El producto viene en un sobre de congelados y se vierte en la paella y se ordena un poco, de modo que quede bonito. Después se echa una cantidad de agua hirviendo y se coloca dentro de un horno a una temperatura concreta, todo según venga en las instrucciones. El resto es esperar a que la paella se cueza y sacarla para comerla.
Este vídeo explica bien cómo realizar el proceso:
Al igual que con sus otros productos, el secreto del éxito de Meritem no está solo en los productos sino también en el modelo de negocio, que podríamos denominar 'franquicia plug and cook'. Meritem le vende al propietario de un restaurante en una zona turística, donde la clientela suele demandar todo tipo de platos, un kit consistente en un horno especial donde caben varias paellas a la vez y que ya está programado específicamente para este producto. Además, le suministra las paelleras y las bolsas de congelados para que el empresario pueda hacer los platos. Todo ello por una cantidad mensual y la obligación de poner el cartel de las paellas fuera.
El modelo permite al restaurador hacer paellas sin complicaciones pero a la vez evitar que estas le den demasiado trabajo y le impidan atender al resto de la demanda. De este modo puede ser un franquiciado de Paellador sin perder su propia identidad. Por esto podemos ver muchos restaurantes diferentes en las terrazas de Las Ramblas, los aledaños a la calle Larios de Málaga o las plazas de Palma de Mallorca, aunque todos con el cartel ofreciendo las paellas de Paellador. Es un éxito mediático.
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