Con la comida sí se juega porque jugando se absorbe de forma mucho más divertida cualquier tipo de conocimiento. Algo especialmente necesario cuando hablamos de cómo aprender a comer bien y, sobre todo, cuando deseamos que sean los niños los que interioricen esos conocimientos para llevar desde su infancia una vida saludable.
Así lo interpreta la Asociación General de Consumidores, ASGECO, que acaba de presentar la segunda edición de la campaña “Con la comida SÍ se juega”, cuyo objetivo es luchar contra la obesidad infantil a través de un juego interactivo disponible en su web y en la APP “Con la comida SÍ se juega 2.0” (gratuita tanto para IOS como para Android a partir del 15 de diciembre).
El pasatiempo educativo promueve desde su primera versión una alimentación saludable, unida a una actividad física adecuada, pero es que, en esta última edición 2.0, también impulsa un consumo responsable, para fomentar el desarrollo sostenible.
La idea es que si niñas y niños se desarrollan con una conciencia adecuada de lo que consumen e ingieren, cuando sean adultos escogerán de forma natural lo que es más beneficioso para ellos y estarán acostumbrados a rechazar lo que es perjudicial para su salud y para el medioambiente, que, a su vez, repercute en su calidad de vida. Y todo ello de una forma divertida, con un juego que consiste en responder a las preguntas de un test con ilustraciones adaptadas a su psicología y con puzzles interactivos. La dinámica es sencilla: el objetivo es sumar puntos conforme se van acertando respuestas sobre la pirámide alimenticia y las prácticas a realizar ocasionalmente, frecuentemente, o a diario, para crecer sanos y en forma.
Para ASGECO todo esto es fundamental, teniendo en cuenta que el sobrepeso y la obesidad ocasionan 2,8 millones de muertes en todo el mundo. En concreto, de cada diez niños españoles de 2 a 17 años, 2 tienen sobrepeso y 1 obesidad. Por ello, no debe extrañar que la organización recomiende encarecidamente llevar una dieta variada y equilibrada, comiendo de 3 a 5 veces al día, con moderación, combinando los siete grupos de alimentos equilibradamente, por ejemplo, consumiendo más verduras y frutas de temporada que carne, y siempre cocinados de forma casera, evitando los procesados y la bollería industrial que tanto tientan a los críos desde la publicidad.
Nociones básicas de la pirámide alimenticia
Para que no quepan dudas, en la base de la pirámide se aconseja beber entre uno y dos litros diarios de agua y comer frutas, verduras y hortalizas, cereales, productos lácteos, pan y aceite de oliva, pasta y arroz. En el nivel intermedio se recoge lo que hemos de ingerir varias veces a la semana, a saber: pescados blancos y azules, legumbres, huevos, carnes, embutidos, frutos secos. En la cúspide de la pirámide, está lo que debemos tomar sólo ocasionalmente, como bollos, dulces, refrescos “chucherías” o patatas fritas y similares.
Desde luego, el sedentarismo es el enemigo número uno a batir, por lo cual, se les desaconseja ver la tele, jugar a videojuegos o utilizar el ordenador más de dos horas al día y les invita a buscar actividades que les gusten y les inciten a disfrutar moviéndose.
Concienciar sobre el consumo responsable
Además de transmitir la necesidad de adquirir unos hábitos de vida saludables desde la infancia, la campaña ‘Con la comida SÍ se juega’ también persigue sensibilizar sobre la importancia de crear una sociedad más sostenible, ecológica y solidaria. No en vano, ASGECO recuerda que “alrededor de un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano (aproximadamente 1.300 millones de toneladas) se pierde o desperdicia según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura”. Es por ello que la asociación aboga por priorizar el comercio justo y ecológico y minimizar, en la medida de la posible, la explotación de los recursos naturales. ¿Y cómo? Se preguntarán muchos. Para resolver posibles dudas, ASGEGO ha generado un decálogo de consejos que puedes encontrar aquí y que sin duda ayudarán a todos los ciudadanos a convertirse en consumidores responsables.