Hemos pasado unas fiestas raras, con unas comidas y cenas que no han sido tan concurridas como otros años, pero en las que seguro no habrán faltado los productos estrella: el pescado y el marisco. No obstante, España es uno de los países del mundo donde más productos del mar se compran y consumen: en los hogares españoles se compra pescado de media una vez a la semana y cada persona consume al año unos 45 kg aproximadamente.
El consumo de los productos pesqueros afecta directamente a la conservación del océano y de los recursos marinos. Saber de dónde viene el pescado que compras, o cómo ha sido capturado, te ayudará a elegir de forma sostenible: no es lo mismo que sea pesca artesanal más selectiva o pesca de arrastre, o si tiene el tamaño adecuado o es un pezqueñín.
Sin embargo, cuando vamos a comprar nos encontramos con que es realmente difícil conocer cierta información; de ahí la importancia y la necesidad de la trazabilidad y transparencia de la industria en cuanto a información de los productos que consumimos y la información que nos facilitan.
Por ejemplo, etiquetar correctamente los productos, cosa que es obligatoria según la normativa vigente, los productos que provienen de la pesca y la acuicultura, ayudaría a evitar posibles fraudes.
Porque el consumo de pescado y marisco es una oportunidad para nosotros como consumidores de marcar la diferencia, en navidades, pero también el resto del año.
Con nuestras buenas elecciones de compra podemos contribuir a proteger el océano y los recursos marinos si queremos que nuestras nietas y nietos tengan su pescado favorito en el menú de las navidades de 2050; y al mismo tiempo mandamos un mensaje directo y claro a los legisladores.
Pero en realidad ¿somos consumidores conscientes? Un reciente estudio llevado a cabo por Globescan revelaba que el 87% de las personas que participaron quiere tener mejor información y la confianza de que no están comprando pescado insostenible; mientras que al 71% le gustaría que las empresas comunicaran más y mejor sobre la sostenibilidad de los productos del mar que ofrecen.
En este sentido, los consumidores consideraban la posibilidad de “recompensa” a las empresas con mejores políticas de responsabilidad social corporativa. Es decir, nos importa de dónde viene el pescado que consumimos y que este sea lo más sostenible posible.
Entonces ¿cómo podemos hacerlo?
Aquí van algunas recomendaciones que podemos poner en práctica cuando nos acerquemos a nuestra pescadería o supermercado de confianza a comprar:
- Comprobar que aparece toda la información en la etiqueta es imprescindible como el nombre científico, dónde se ha capturado, el arte de pesca, etc. Y no nos cortemos en preguntar a los responsables de tienda o pescadería. No deberían tener problemas en darnos la información que debería aparecer si la etiqueta estuviera correcta.
- Y ten cuidado con algunos nombres comerciales o el envase, cuando las especies son muy parecidas, puede dar lugar a confusión y comprar algo que no es la opción sostenible que buscamos.
- Es importante también aprovechar todas las partes del pescado (raspas, cabeza, piel), sobre todo si compramos piezas enteras. Y por supuesto no consumir pescado inmaduro, que no le haya dado tiempo a reproducirse.
- Elegir pescado de temporada y, pescado con artes de pesca selectivos y menos dañinos.
Además, existen numerosas guías y recomendaciones elaboradas por ONG que nos pueden ayudar en esta misión que, aunque parece difícil, es muy necesaria. En la medida de lo posible, se puede favorecer la elección de productos certificados por estándares de sostenibilidad reconocidos por ISEAL y/o GSSI, y auditados por organizaciones independientes.
Como consumidores tenemos más poder del que imaginamos y es momento de ponerlo en práctica para, entre todas, cuidar un poco más de nuestro maltratado océano.
Paloma Colmenarejo es experta en productos pesqueros sostenibles de la ONG ClientEarth
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ClientEarth es una ONG, fundamentalmente de abogados especializados en derecho ambiental, que hacen seguimiento de políticas de sostenibilidad y también llevan algunos juicios por delitos medioambientales. Su principal sede está en Londres, aunque tienen sedes también en España, Estados Unidos, Bruselas, Alemania, Polonia o Hong Kong entre otros países.
En España Clientearth desarrollando principalmente dos programas: uno sobre océanos y pesca sostenible y otro sobre biodiversidad. En el programa sobre productos pesqueros sostenibles está trabajando, además, en el marco de una plataforma con diferentes cadenas de supermercados y asociaciones para impulsar la compra de productos pesqueros sostenibles, su venta y su consumo.
Clientearth también hace un seguimiento de la política de pesca a nivel de España y la UE y publica algunos informes sobre cómo se implementa la regulación por parte de toda la cadena de suministro.