Anticonceptivos para espaciar la menstruación, ¿implican algún riesgo?
“La regla dejará de ser un tabú”, dijo hace unos meses la ministra de Igualdad, Irene Montero, al referirse al proyecto de ley de salud sexual y reproductiva (aprobada por el Congreso hace algunos días), que incluye la novedad de las bajas por ciclos menstruales dolorosos.
La afirmación de la ministra vino a confirmar que la menstruación sigue siendo –al menos para muchas personas y en ciertos ámbitos– un tema del que “no se habla”. Y no hablar de algo suele propiciar el desconocimiento y la desinformación.
En este caso concreto, el tabú ocasiona que se hable poco de la posibilidad ya existente de dejar de menstruar todos los meses y hacerlo solo cada tres o cuatro meses, o una vez al año, o incluso con menos frecuencia. Esto es posible gracias a los anticonceptivos de pauta continuada.
¿De qué se trata? Son unos anticonceptivos hormonales –tanto en forma de píldoras como de implantes o dispositivos intrauterinos (DIU)– que interrumpen el proceso natural de ovulación durante lapsos extensos, sin los descansos de los métodos convencionales.
Cómo aumentar la duración de los ciclos menstruales
Las píldoras anticonceptivas tradicionales funcionan con ciclos de 28 días: en general, durante 21 días se toman comprimidos activos y en los siguientes siete, inactivos. Durante esta semana es cuando se produce un sangrado, parecido (aunque menos abundante) a la menstruación.
Esta es en realidad una “falsa menstruación”, ya que la mujer no ha ovulado. De todos modos, el organismo se desprende de la capa que había recubierto la matriz, preparándola para la eventual llegada de un óvulo fecundado. Es decir que el sangrado se deriva de una suerte de “descamación”
Las píldoras de pauta continuada, en cambio, no incluyen siete días inactivos cada 28 activos. El descanso llega después de 90 días si se procura tener la regla cada tres meses, o cada 120 días si se desea tenerla cada cuatro meses, o incluso después de un año, si es ese el lapso elegido.
Al no haber descanso tampoco existe sangrado y, por lo tanto, se suprime el periodo. Es tan simple como eso. En el caso de los implantes o DIU hormonales, lo que se hace para retrasar o evitar la menstruación es aumentar la dosis de hormonas.
Después de dos años con un DIU de una dosis más alta que lo habitual de progestágenos, hasta el 50% de las mujeres informan que dejan de tener la regla, según un informe de la Clínica Middlesex, con sede en Estados Unidos.
Razones para dejar de tener la regla todos los meses
Casi la mitad de las mujeres (el 47,2%) optaría por los anticonceptivos de pauta continuada, según el estudio Flexo, realizado por científicos españoles y publicado en 2018 en la revista especializada The European Journal of Contraception & Reproductive Healthcare.
Los principales motivos de las encuestadas que elegirían ese método fueron el deseo de reducir la cantidad de menstruaciones y, así, evitar los síntomas relacionados con ese proceso.
Entre esos síntomas se destacan –además del ya mencionado dolor– la retención de líquidos, la sensación de cansancio y las alteraciones en el estado de ánimo. Pero no son esas las únicas razones por las cuales dejar de menstruar todos los meses puede mejorar la calidad de vida.
También resulta muy valioso para mujeres con hipermenorrea (sangrado demasiado abundante o prolongado) o alguna afección que empeore durante la regla, como endometriosis o anemia.
De hecho, un panel de especialistas españoles, consultado al respecto, consideró que la pauta continuada “proporciona una mejoría del dolor pélvico crónico y un aumento de la calidad de vida relacionada con la salud en las mujeres con endometriosis”.
Y también para personas con ciertos problemas físicos o mentales. “El 75,3% de las familias de adolescentes con discapacidad psíquica solicitan al médico la supresión de la menstruación, ya que esta les producen cambios físicos y de humor difícilmente controlables, que se unen a problemas higiénicos”.
Así lo explica un trabajo de Lucía Gómez Mompeán, médica del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, de Granada. Su texto añade otros casos en los que la anticoncepción de pauta continuada puede resultar idónea para el desarrollo de sus actividades profesionales o laborales, como las deportistas de élite o miembros de las fuerzas armadas.
¿Hay algún riesgo en no menstruar cada mes?
Dadas las ventajas de dejar de menstruar con la frecuencia natural, ¿por qué no hacerlo? ¿Implica algún riesgo? Entre las mujeres que participaron en el citado estudio Flexo, los principales motivos esgrimidos para no hacerlo fueron “el deseo de tener ciclos mensuales” y el temor de no advertir –a causa de la falta de regla– un posible embarazo.
Otra consecuencia negativa del uso de anticonceptivos de pauta continuada es que suele producir sangrados intermenstruales, en días aleatorios. Pero en general son de poca cantidad y desaparecen después de pocos meses de haber comenzado a tomar esta clase de píldoras.
Más allá de esos datos, de todas formas, las conclusiones del trabajo especifican que “muchas mujeres eligieron la pauta continuada después de haber recibido información” detallada sobre esta alternativa.
En efecto, los expertos coinciden en que –a menos que la mujer tenga algún problema específico– el uso de anticonceptivos hormonales de pauta extendida no supone mayores riesgos que los tradicionales con 21 días activos y siete inactivos (o la alternativa de 24 activos y cuatro inactivos).
Según un estudio de científicos del Reino Unido, “los datos disponibles sobre la seguridad de los regímenes prolongados de píldoras no son motivo de preocupación”, aunque los investigadores subrayan –como es normal ante prácticas relativamente nuevas– la necesidad de recopilar más datos a largo plazo.
Los anticonceptivos de pauta continuada son una opción “eficaz y segura”, añaden especialistas de Italia, Estados Unidos y Suiza en un trabajo posterior. Y apuntan que tales métodos están “infrautilizados, probablemente debido a la falta de conocimiento de su disponibilidad y utilidad entre las mujeres”.
Por lo demás, los anticonceptivos que reducen la frecuencia de la menstruación están contraindicados para los mismos casos en que no se recomiendan otros métodos hormonales: mujeres que fuman mayores de 35 años (pues aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular) o que padecen otras afecciones, como diabetes, hipertensión, colesterol muy elevado, cáncer de mama, etc.
Desde luego, si la regla se torna irregular, disminuye su frecuencia o desaparece sin que la mujer haya comenzado a utilizar anticonceptivos hormonales de pauta continuada, se debe consultar cuanto antes con un profesional, para conocer el motivo y, si representa un problema, tratarlo de forma apropiada.
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