La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

Síndrome de Cotard: ¿qué síntomas tiene?

La pesadilla, de John Henry Fuseli. Foto: Dominio Público

Cristian Vázquez

1

El síndrome de Cotard es un trastorno muy extraño. Las personas que lo padecen desarrollan unas ideas delirantes acerca de su propia existencia, las cuales van desde la convicción de que ellas mismas están muertas hasta las de que padecen una enfermedad grave, que sus cuerpos están deformados o que carecen de órganos.

Algunos de los estudios dedicados a este curioso problema señalan que a menudo aparece en personas con trastornos del estado de ánimo -como la depresión- y también con trastornos de ansiedad. Por supuesto, solo una pequeña parte de las personas con estas últimas condiciones derivan hacia un síndrome de Cotard.

Este síndrome fue identificado en 1880 por el neurólogo francés Jules Cotard, quien lo llamó delirio de negación. En algunos casos, el trastorno también es llamado (“con bastante tino pero con dudosa elegancia”, como señala un artículo de la investigadora Patricia Tezanos) síndrome del “paciente zombi” o síndrome del “cadáver caminante”.

Personas que se creen muertas

En aquel primer caso, Cotard describió a una paciente que decía no tener cerebro, ni nervios, ni estómago, ni intestinos: creía que era “solo la piel y los huesos de un cuerpo en descomposición”. Como se creía muerta, no veía la necesidad de alimentarse, y tiempo después murió de inanición.

Se trata de un conjunto de síntomas clínicos, cuyo origen es “diverso y misterioso”, tal como apunta Tezanos. En ocasiones aparece asociado a otros problemas, como los ya mencionados (depresión, ansiedad) o a otros como demencia, esclerosis múltiple, esquizofrenia o Parkinson.

Otras veces, sin embargo, “aparece porque sí”, sin relacionarse con ninguna otra dolencia. La descripción inicial del síndrome señalaba un delirio monotemático en las personas que lo padecían: la ilusión de estar muertas (o de que no existen). Sin embargo, sus efectos son numerosos, como se detalla a continuación.

Delirios nihilistas y otros síntomas

Uno de los estudios más exhaustivos sobre el síndrome de Cotard fue publicado en 1995 por dos investigadores de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido. El trabajo analizó un centenar de casos detectados en el poco más de un siglo que había transcurrido desde el primer diagnóstico.

Los resultados indicaron que el 89% de los pacientes con síndrome de Cotard también tenían depresión, el 65% sufrían ansiedad y el 63%, sensación de culpa. Con respecto a los síntomas, el 86% tenía delirios nihilistas relacionados con el cuerpo: es decir, creían que carecían de cuerpo o de algunas de sus partes (órganos, extremidades, etc.).

En el 69% de los casos, por su parte, había delirios nihilistas relacionados con la existencia: los pacientes creían que ya habían muerto y en ocasiones que incluso las personas que tenían alrededor también estaban muertas. El 58% tenían delirios hipocondriacos, pues estaban convencidos de que padecían graves enfermedades.

Otro síntoma común es el delirio de inmortalidad: 55%. Parece oponerse a la idea de inexistencia, pero a menudo no es así, ya que creen que no pueden morir precisamente a causa de que ya están muertos.

Casos concretos y clasificación

Los estudios de casos de síndrome de Cotard recopilan algunos de los sorprendentes testimonios de los pacientes que lo han sufrido. Uno de ellos cuenta la historia de una mujer colombiana que dijo que había visto cómo le salía humo por la boca, e interpretó que ese humo era “su alma saliendo de su cuerpo”.

Desde entonces la mujer se consideró “una muerta en vida, un zombi por toda la eternidad”. También sufría alucinaciones sensoriales: “olor a podrido” y “un cosquilleo bajo la piel”, que interpretaba como la señal de que su cuerpo se estaba descomponiendo.

Por su parte, un trabajo realizado en Brasil documentaba el caso de un hombre que se negaba a comer porque creía que estaba muerto, decía que sus órganos no funcionaban, que las caras de las demás personas se veían borrosas debido a que también estaban muertas, que escuchaba ruidos estruendosos, que había gente que quería matarlo, etc.

Científicos de Perú realizaron una revisión de los estudios sobre la cuestión publicados entre 2005 y 2018 y hallaron 69 casos relevantes solo en ese lapso. En función de sus principales síntomas, los dividieron en tres grandes grupos:

  • Relacionados con depresión psicótica: son los pacientes con depresión, delirios hipocondriacos, de culpa, de condena, delirios nihilista del cuerpo e ideas suicidas.
  • Relacionados con un factor delirante-alucinatorio: aquellos que sufren delirio de inmortalidad, alucionaciones visuales y delirio nihilista de la existencia.
  • Un grupo mixto, en el que se destacaban el delirio nihilista de los conceptos (personas que afirman que “nada existe” o “el mundo no existe” o que niegan la identidad de los demás), las alucinaciones auditivas y la ansiedad.

Si no te quieres perder ninguno de nuestros artículos, suscríbete a nuestros boletines 

Etiquetas
stats