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Estos son los 5 beneficios de hacer listas

Hacer listas para organizarse mejor

Cristian Vázquez

14 de octubre de 2021 06:00 h

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Las listas son un género discursivo en sí mismo. Y a mucha gente le encantan los beneficios de hacer listas. Sus temas y contenidos son inagotables: enumeraciones de ciudades visitadas, de libros leídos, de series recomendadas, de canciones para escuchar durante un viaje en coche, etc.

Hay un tipo de lista en particular que para muchas personas adquiere gran importancia: las listas de cosas para hacer. De alguna manera, todo el mundo tiene una lista de cosas para hacer, aunque sea mental, pero no todos la escriben en alguna parte. Escribir esas listas, de acuerdo con los expertos, puede generar variados beneficios.

Según psicólogos como el británico David Cohen, autor de más de una treintena de libros, las principales ventajas de las listas de cosas por hacer son las cinco que se enumeran a continuación:

1. Ayudan a organizarse

Es una herramienta muy eficaz para organizarse, ordenar las ideas y planificar las tareas con el fin de que el tiempo rinda mejor. ¿De qué manera? Pues al apuntar en un mismo sitio todo lo que le queda pendiente, uno puede tener una mirada mucho más clara y abarcadora del trabajo que le espera y, sobre esa base, estructurarlo.

A menudo sucede que, solo al tener frente a los ojos el listado completo de las cosas que debe hacer, una persona toma verdadera consciencia de que son más (o menos) de lo que pensaba. Ese es un buen punto de partida.

En un primer momento, la enumeración de cosas por hacer es desordenada, pues se escriben a medida que se recuerdan. Pero, a partir de tenerlas todas a la vista, se puede establecer prioridades, distinguir lo urgente de lo importante, decidir qué hacer en cada momento en función del tiempo con el que se cuenta, etc.

De esta manera, la lista se convierte en un mapa, una hoja de ruta, una agenda en la cual los compromisos no se ordenan en función de días y horarios sino de importancia. Y también se torna una gran aliada de la memoria, pues al apuntar las tareas allí se evita el riesgo de que -a causa de un olvido- quede alguna sin hacer.

2. Reducen la ansiedad

Esa ayuda a la memoria -y la virtual certeza de que, si alguna tarea queda sin hacer, será solo porque se priorizaron otras o porque el tiempo no fue suficiente- ya es un muy buen motivo para que la lista aporte tranquilidad. Pero hay más.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad del Estado de Florida, en Estados Unidos, comprobó que hacer planes por escrito acerca de cómo se realizará una actividad ayuda a reducir la ansiedad que esa tarea no cumplida genera en la mente.

Cuando tenemos algo pendiente, el cerebro tiende a quedarse pensando en eso. Es lo que se conoce como efecto Zeigarnik, que ayuda a los camareros a recordar los pedidos que todavía no ha entregado (después de hacerlo los olvidan muy pronto) y a las series de televisión a “enganchar” a la audiencia con un final que genere mucha intriga.

Ese recuerdo de lo no concluido genera, en muchos casos, ansiedad. Pero los científicos de Florida llegaron a la conclusión de que esa ansiedad se reduce cuando se plasman por escrito los planes de cómo se completará esa tarea.

Tal reducción de la ansiedad y el estrés permite, según los autores del trabajo, no solo una mayor tranquilidad sino también “liberar recursos congnitivos para otras actividades”. Lo cual hace posible, desde luego, un rendimiento mejor.

“Una vez que se hace un plan, se suspende el impulso por alcanzar la meta, lo que permite que cese la actividad cognitiva relacionada con ese objetivo y se reanude en el momento posterior”, cuando la tarea se retome, añade el estudio.

3. Ayudan a dormir mejor

De hecho, hasta permitirían dormir mejor. A esa conclusión llegó otra investigación, publicada en 2018, según la cual quienes antes de acostarse apuntaban un listado de lo que tenían que hacer al día siguiente tardaron menos en conciliar el sueño que quienes escribían sobre tareas finalizadas en los días anteriores.

Ya en 1970, el escritor argentino Ricardo Piglia apuntaba en una entrada en su diario: “Las listas siempre me han tranquilizado, como si al anotarlas me olvidara del mundo y, en algunos casos, como si anotar fuera ya hacer lo que imagino o prometo, contento entonces, como si la novela cuyos capítulos he anotado ya estuviera escrita”.

Por lo tanto, la lista de tareas como plan de trabajo aporta tranquilidad para disfrutar del tiempo de descanso y de ocio, y mejora el rendimiento laboral, académico o en otras áreas. 

4. Vencen la procrastinación

Las listas -sobre todo cuando se apuntan en papel- brindan otra gran ventaja: muestran los progresos. Las tareas tachadas de la lista (o marcadas de alguna otra manera para evidenciar que ya están cumplidas), explica Cohen, permiten ver de otra manera el avance y el progreso, y motivan para seguir adelante.

Debido a eso, las listas también pueden ayudar a vencer la procrastinación, esa costumbre -tan extendida- de posponer lo importante. En muchas ocasiones, una de las causas de esa práctica radica en no tener del todo claro qué se debe hacer y en qué orden.

5. Aumentan la creatividad

Por lo demás, hacer listas también puede funcionar como un motor para la creatividad. El escritor Ray Bradbury elaboraba listas de palabras sin aparente relación entre sí. Luego, tras observarlas y pensar en ellas, encontraba patrones y vínculos donde parecía no haberlos. Ese ejercicio estimula la imaginación y ayuda a desarrollar ideas nuevas.

En definitiva, hacer listas ofrece múltiples beneficios. Incluso, en ciertos casos, si no se cumple con todas las tareas enumeradas. La organización, la claridad y la tranquilidad obtenidas pueden llevar a algunas personas a analizar mejor algunos de sus propósitos iniciales, considerar que en realidad no son tan importantes y finalmente descartarlos.

Por eso, conviene aprovechar este recurso tan sencillo y tan al alcance de cualquiera que solo requiere de un bolígrafo y un papel o de un bloc de notas en el teléfono o el ordenador.

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