Moretones, ¿por qué me salen sin que me dé golpes?
Nos damos un golpe en la pierna con la esquina de una mesa. A partir de aquí se ponen en marcha las proteínas que están al lado de los vasos sanguíneos pequeños, cerca de la piel, que se rompen como resultado del traumatismo. Tras el golpe, si no hay corte, la sangre no tiene adónde ir y, por tanto, se acumula, derrama y forma coágulos. Esta sangre acumulada forma la decoloración conocida como hematoma o contusión.
Los colores de u hematoma, ¿qué indican?
No tiene la misma apariencia un moretón que acaba de aparecer que uno que tiene unos días. Puede adquirir varios colores a medida que se va curando. En la mayoría de los casos, suele pasar por cuatro fases antes de que se curen:
- Morado-rojizo: cuando aparecen, adoptan un tono como reflejo del color de la sangre en la piel.
- Azul-violeta: al cabo de uno o dos días, el rojo inicial sufre un cambio y el hematoma se transforma en azul o violeta. Esto se debe a que la hemoglobina, una sustancia que contiene hierro y que transporta oxígeno, cambia en la sangre y el hematoma se vuelve púrpura azulado.
- Verde: a los seis días aproximadamente, el color cambia a verdoso.
- Amarillo: es la última etapa del moretón, justo antes de desaparecer por completo. Esto suele ocurrir a las dos semanas.
Por tanto, el color de un moratón nos puede dar una idea de los días que hace que lo tenemos. Como hemos visto, el cuerpo puede reparar la zona magullada en dos o tres semanas. La intensidad y la tonalidad dependen de factores como la gravedad del golpe, su ubicación y el color de la piel. Los moretones de la cara o los brazos suelen curarse más rápido que los de las piernas.
Las seis posibles causas de los moretones
De acuerdo con el British Columbia, un moretón suele aparecer por causas como:
- Un golpe: como hemos visto, la mayoría de las veces los moretones aparecen cuando los vasos sanguíneos se rompen debido a un golpe, es decir, cuando se produce una fuga de sangre de estos pequeños vasos sanguíneos de la piel al tejido que los rodea.
- La edad: los hematomas suelen aparecer con más facilidad en las personas mayores porque sus capilares son más frágiles. Incluso un golpe o una rascada suave puede causar hematoma en una persona mayor. También puede ocurrir que aparezca un moretón sin una lesión previa.
- Ciertos medicamentos: algunos fármacos interfieren en la coagulación de la sangre y, por tanto, causan más sangrado en la piel o en los tejidos. Entre los más implicados están los antiinflamatorios no esteroides (ibuprofeno), anticoagulantes usados para disminuir la coagulación de la sangre como la aspirina, la warfarina o la heparina, o los medicamentos con cortisona como la prednisona.
- Motivos hereditarios: personas con problemas de coagulación hereditarios, como la hemofilia o adquiridos.
- Enfermedades del hígado, como la cirrosis.
- Ejercicio intenso: los moretones también pueden aparecer en algunas personas que realizan ejercicio intenso. Estos hematomas son el resultado de desgarros microscópicos en los vasos sanguíneos debajo de la piel. Un ejemplo típico son las uñas del dedo gordo del pie moradas en personas que practican el running.
- Traumatismo óseo: una lesión por torcedura que provoque esguinces ligamentosos pueden generar un hematoma óseo.
- Artritis: también problemas como la artritis, que hacen que las superficies de los huesos rocen entre sí. En el caso del hematoma óseo suele aparecer dolor en la zona lesionada, inflamación y cambio de color.
- Síndrome de Ehlers Danlos: El síndrome de Ehlers-Danlos (EDS, en inglés) es un grupo de trastornos hereditarios caracterizado por articulaciones extremadamente sueltas o laxas, piel muy elástica (hiperelástica) en la que se forman hematomas con gran facilidad y vasos sanguíneos que se dañan fácilmente.
Cómo curar un moretón
Una vez ha aparecido el moratón, no hay mucho que hacer para que desaparezca. Pero sí se puede acortar el tiempo que este tarde en sanar de varias maneras:
- Aplicar frío: colocar hielo en la zona lesionada, pero sin que este entre en contacto directamente con la piel. Pueden usarse unas bolsas de hielo que se comercializan para este fin. El frío ayuda a reducir el flujo sanguíneo en la zona y, por tanto, limita el sangrado en la piel y reduce el tamaño del hematoma porque causa vasoconstricción. El frío también disminuye la inflamación en el área de la lesión y la hinchazón. Es algo similar a lo que ocurre cuando aplicamos presión para detener el sangrado de un corte.
- Elevar la zona: levantar la zona lesionada por encima del corazón, si es posible. Si nos hemos golpeado en la pierna, debes mantenerla levantada. Esto evitará que la sangre se acumule, ayudará con la hinchazón y evitará que el moretón se haga más grande.
- Aplicar calor a los dos días: si bien el frío ayuda a limitar la formación de moretones, aplicar un poco de calor puede acelerar la curación y aumentar el flujo de sangre en la zona del hematoma. Esto permite que la piel reabsorba la sangre más rápidamente hasta que el hematoma pierde color.
- Aplicar árnica: se han realizado varias investigaciones sobre la aplicación de árnica, un suplemento herbal que contiene flavonoides y que se cree que pueden tener un efecto en la promoción de vasos sanguíneos sanos. Aunque estos estudios son escasos, ha habido algunos que sí defienden esta teoría. Como el publicado en Clinical Journal of Aesthetic Dermatology, según el cual la árnica puede ayudar a reducir el desarrollo de un hematoma y acelerar la curación.
Cuándo deberíamos preocuparnos
Aunque los moratones no suelen ser graves, hay algunos casos en los que deberemos prestar atención, sobre todo si ha aparecido de manera súbita. Las señales de advertencia incluyen:
- Aumento del dolor e hinchazón
- Sensación de calor
- Fiebre
Otra señal de alarma es si el hematoma es de tamaño grande o están en lugares inusuales, como el abdomen, la espalda o el tórax. En ocasiones, un moratón que aparece sin motivo aparente puede indicar una afección subyacente, como un problema de coagulación de la sangre.
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