¿Cuál es la edad más idónea para iniciar un plan de pensiones?

El futuro siempre es una incógnita, pero en lo que respecta a algunos asuntos lo es aún más. Por ejemplo, en lo vinculado a las jubilaciones y las pensiones. Esto se debe, al menos en parte, a que la población española es, en promedio, cada vez más vieja. Una mayor esperanza de vida (se estima que nuestro país tendrá la más alta del mundo en 2040) y la caída en los índices de natalidad hacen que, en la pirámide demográfica, la base sea cada vez más delgada y más ancha la parte superior.

Lo que eso significa, entre otras cosas, es que -proporcionalmente- cada vez hay menos jóvenes para sostener una economía que incluye a cada vez más personas mayores. Además, deben hacerlo durante más tiempo y, en consecuencia, con mayores costos en cuidados y salud. Es una tendencia que no deja de acentuarse: 2019 fue el quinto año consecutivo en que el número de defunciones fue más alto que el de nacimientos. Tal estado de cosas justifica el uso de la expresión “invierno demográfico”.

Dada esa situación, se presenta como una posibilidad cierta el hecho de que, en el futuro, los ingresos de las personas jubiladas sean más bajos que los actuales. En parte previendo ese escenario, desde hace unos años los gobiernos intentan promover los planes de pensiones, que no son otra cosa que productos financieros pensados como un modo de complementar el monto de la jubilación.

Entre las medidas implementadas con ese propósito, se destacan una rebaja en las comisiones máximas que pueden cobrar las entidades financieras y la opción de "rescatar" el dinero invertido a partir de los diez años de iniciado el plan, con inicio en 2025. Aunque la idea original sea, desde luego, no hacerlo: que el dinero quede ahí, para que sirva después del retiro. 

A qué edad es posible contratar un plan de pensiones

La legislación establece que un trabajador puede contratar un plan de pensiones a partir de los 18 años de edad. Y puede hacerlo, en teoría, hasta la edad de su jubilación. Después ya no, por la simple razón de que no se puede ser a la vez aportador y beneficiario de un mismo plan. 

La edad de jubilación -dado el retraso progresivo que entró en vigor en 2013- es en la actualidad de 65 años y diez meses. Por lo tanto, y según cifras del Instituto Nacional de Estadística, son unas 30 millones las personas que, al menos en función de su edad, están en condiciones de acceder a un plan de pensiones. 

Los planes de pensiones activos en nuestro país suman algo más de 9,5 millones, de acuerdo con los datos más recientes de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). No obstante, la misma institución aclara que el número de personas que tienen plan de pensiones es más bajo, unos 8 millones, puesto que muchas de ellas poseen más de un plan. En definitiva, esto quiere decir que los partícipes en los planes son alrededor de un 27 % de la “población activa”.

Según una encuesta realizada el año pasado por el Grupo Zurich y la Universidad de Oxford, la principal preocupación económica de los trabajadores españoles (más incluso que pagar la hipoteca y los demás gastos para “llegar a fin de mes” en el presente) es el temor a no contar con ingresos suficientes tras la jubilación. El 42 % de los consultados expresó esa inquietud, pero la cifra se eleva hasta el 58 % entre aquellos a los que les falta poco tiempo para dejar de trabajar.

La edad más conveniente para empezar a ahorrar

La gran pregunta es, entonces, cuál es la edad más adecuada para contratar un plan de pensiones. No existe una respuesta concreta y válida para todos los casos. En teoría, se podría plantear que cuanto antes mejor. De esa manera, la persona tendrá más tiempo para efectuar sus aportes y, por lo tanto, logrará un ahorro mayor y podrá contar con más dinero al momento de jubilarse.

Sin embargo, tanto las entidades financieras como los especialistas en la materia coinciden en subrayar la conveniencia de esperar a tener una situación de estabilidad laboral para contratar uno de estos planes. Como en los últimos lustros también ha habido un retraso en la incorporación al mercado laboral, los expertos señalan que, por lo general, el periodo de los 35-45 años de edad resulta el más apropiado para contratar un plan de pensiones.

Renta variable y renta fija: cuánto conviene arriesgar

Existen distintas etapas para un plan de pensiones en función de los riesgos que merece la pena asumir. Al tratarse de productos financieros, pueden incluir carteras con una renta más o menos variable. Las de renta más variable son más riesgosas, pero también permiten obtener ganancias superiores. Las de renta fija, en cambio, representan un ahorro más “conservador”: no existe la posibilidad de ganar mucho dinero con la inversión, pero el riesgo de perder es bajo.

La recomendación general es arriesgarse más en la juventud y, con el paso del tiempo, aumentar las precauciones. En concreto, aconsejan que antes de los 45 años las inversiones de renta variable representan un 60 o 70 % del total. Las probabilidades de ganar son altas y, en caso de pérdidas, hay tiempo para recuperarse. 

En el tramo de 45 a 55 años de edad, las entidades recomiendan equilibrar esos números y que la renta fija empiece a ser mayoritaria, en torno al 60%. A partir de los 55 años, la renta fija puede abarcar ya el 70 % del total, un porcentaje que -siempre según la opinión de los bancos y los expertos- conviene que se acreciente después de los 60 años y a medida de que el momento de la jubilación se acerca. Esa ya no es época de asumir riesgos, sino de cuidar lo conseguido hasta entonces. Y empezar a pensar cómo disfrutarlo.

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