El olor a humedad es uno de los más desagradables que existen en el repertorio de familias olfativas. El que lo padece en su hogar termina conociéndolo y temiéndolo a partes iguales. No solo te amarga el olfato, la humedad en niveles muy elevados es un indicativo de que algo no funciona bien.
Puede que tengas goteras en alguno de los techos de tus habitaciones, fugas en las tuberías, condensación o que falle la impermeabilización de las estructuras de tu vivienda. La humedad mancha paredes y suelos, hace que proliferen el moho y los hongos, y puede provocar o acrecentar alergias y enfermedades respiratorias. En condiciones normales, sin embargo, la humedad es natural y tiene beneficios para nuestra sensación de bienestar.
Hay ciudades más húmedas que otras: Palma, Valencia, Barcelona, Málaga y Murcia son las que ocupan el pódium. Y las zonas costeras suelen concentrar también más humedad que las de interior, por lo que en algunos lugares será más sencillo que en otros mantener a raya la humedad. Otros factores que influyen son la orientación de nuestro hogar, sus posibilidades de ventilación o la luz diaria que recibe.
Ácaros, hongos y bacterias
Aun así, no hay que bajar la guardia, a todos nos puede pasar: abres el armario para coger esa camisa que tanto te gusta y cuando vas a probártela te invade el desagradable olor a humedad. Una vez ha impregnado totalmente la prenda es imposible deshacerse de él sin volver a echarla a la lavadora. Además, recuerda que la sensación olfativa puede ir acompañada de un riesgo para tu salud, pues es más que probable que se hayan acumulado en tu ropa ácaros, hongos y bacterias.
Si quieres evitar llevarte la sorpresa, lee con atención estos trucos que vamos a darte (y ponlos en práctica cuanto antes):
- Por muy obvio que parezca, la primera recomendación es que no guardes en tu armario ropa húmeda. Si has hecho la colada, deja que se seque todo muy bien antes de volver a ordenarlo. Aunque no lo creas, los tejidos son capaces de mantener la humedad durante un largo período de tiempo. Y la humedad que conserven será un caldo de cultivo perfecto para las bacterias.
- En caso de que almacenes algunas prendas húmedas y se esparza el olor por todo tu armario, lo que tendrás que hacer es vaciarlo, colocar toda la ropa en una zona aireada y dejar las puertas del armario abiertas durante un buen rato para se ventile y purifique todo.
- Airear el armario. Fíjate si tu armario dispone de unas rejillas de ventilación, es una característica que redundará beneficiosamente en el ambiente que se cree en su interior. Si no es así, deja de vez en cuando abiertas las puertas para que se ventile correctamente.
- No olvides limpiar periódicamente tu armario. Así lo mantendrás libre de polvo y demás suciedad. Un buen momento para llevarla a cabo es cuando hacemos el cambio de armario en cada temporada. Cuando hayas terminado con el mantenimiento, deja secar totalmente el armario.
- Uso de deshumidificadores. Si vives en una zona muy húmeda o tu casa no está correctamente aislada, puede que sea beneficioso usar aparatos deshumidificadores o incluso colocar bolsas antihumedad en el interior de los armarios, que se encargarán de absorber el exceso generado de vapor de agua.
- Una opción más natural es el uso de plantas que ayudan a mantener buenos niveles de humedad, como los lirios, la planta araña o la cinta, la palmera bambú, la menta, la hiedra inglesa, el crisantemo o el helecho.
- No acumules mucha ropa en el armario: Cuanta más ropa haya en el armario y más comprimida esté, menos circulará el aire entre las prendas. No cargarlo es una buena idea, así como ir rotándolas para que todas estén ventiladas.
Otros remedios caseros:
- El arroz es un método muy popular. Consiste en colocar unos puñaditos de granos en un vaso o recipiente similar durante unos días dentro del armario en cuestión. Servirá para que ayude a absorber la humedad.
- Si te gusta el aroma a café, sus granos también son útiles para la tarea que nos ocupa. Muele los granos y átalos dentro de un paño de algodón. Cuelga el paño de los colgadores del armario.
- Bicarbonato de sodio. Este multiusos también nos sirve para eliminar la humedad de nuestros armarios. Colocaremos dos puñados de bicarbonato dentro de un recipiente de cristal que dejaremos abierto.
- Usar perfume natural de cáscaras de cítricos, que dejarán su aroma en el espacio al tiempo que ayudan a regular la humedad. Se pueden meter en bolsitas de tela e ir cambiándolas de vez en cuando. Otra opción son los aceites esenciales. Podemos poner unas gotitas de nuestra esencia preferida en algún recipiente o bolsita de algodón y distribuirlas por el armario.
- Las hojas de laurel también son beneficiosas para luchar contra la humedad y los insectos.
Si sigues todas estas recomendaciones seguro que consigues mantener tus armarios en perfecto estado, lo que alargará además la vida de tus prendas. Un último consejo muy importante: no quieras correr demasiado para eliminar el olor a humedad y evita recurrir a soluciones rápidas. Descargar en el armario el ambientador como si no hubiera un mañana empeorará las cosas. La mezcla de olores puede provocar que una vez se disipe el olor a perfume, el de humedad se haga más intenso todavía.