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Adoptar un gato (mejor dos) o un perro tiene muchos beneficios, entre ellos, añadir un amor incondicional a nuestra vida. Y no solo los perros nos adoran, los gatos también nos quieren, y mucho. Pero, en tiempos de pandemia y de covid-19, los científicos han añadido un beneficio más: nuestros amigos más peludos nos están ayudando, tanto mental como emocionalmente, a afrontar el reto sanitario.
“Las personas que viven con animales afirman disponer de mayor apoyo social, si las comparamos con aquellas que no comparten su vida con un perro pero que se plantean hacerlo en algún momento”, concluye un estudio reciente, realizado en Estados Unidos, y publicado en la revista científica PLOS One.
Los investigadores afirman, tras estudiar a un total de 1.500 personas, que nuestros amigos más peludos nos proporcionan un soporte social y emocional importante. Un apoyo del que, al parecer, nos beneficiamos especialmente en tiempos difíciles: y, en concreto, durante esta etapa de incertidumbre y de aislamiento social que para muchos (de forma necesaria) ha implicado, o lo sigue haciendo, la pandemia.
“Mientras que no hemos detectado diferencias significativas en el nivel de ansiedad o el grado de felicidad, nuestros resultados sí sugieren que aquellos que viven con un animal experimentan actitudes positivas y de compromiso hacia sus perros y gatos”, explica Francois Martin, investigador principal del estudio.
“Todo ello, en conjunto, nos sugiere que compartir la vida con un animal nos ha podido proporcionar un sentimiento más fuerte de apoyo social, contrario al aislamiento, que puede haber amortiguado algunos de los impactos psicológicos y emocionales negativos causados por la pandemia de covid-19”, añaden los investigadores. [Hace un tiempo respondimos: perros y crisis del coronavirus, las preguntas más frecuentes.]
Amigos peludos, más allá de la pandemia
El valor terapéutico de nuestra relación con gatos y perros está de sobra reconocido por la ciencia, donde cada cierto tiempo se añaden nuevos estudios que subrayan sus beneficios; entre otros, que vivir con compañeros peludos mejora nuestro sentido del humor, reduce el sentimiento de soledad, aumenta nuestra sensación de apoyo social, y que, incluso, puede ayudarnos a mantenernos físicamente en forma.
En este último estudio, realizado en el marco de la pandemia, el 91% de quienes comparten la vida con un perro aseguran que su amigo de cuatro patas les ha ayudado a afrontar emocionalmente los retos de la pandemia; mientras que el 96% asegura que también le ha ayudado a mantener su rutina de ejercicio durante las cuarentenas.
“Y estos paseos con el perro durante el confinamiento pueden haber aliviado el estrés, y motivado el autocuidado”, escriben los expertos. No todo ha sido fácil: otros estudios recientes, como este realizado en España, ponen de manifiesto que quienes vivimos con animales también hemos experimentado efectos negativos propios, estrés, durante la pandemia.
Sobre todo, relacionados con la dificultad de proporcionar a nuestros amigos de cuatro patas la atención veterinaria necesaria (durante una etapa, solo funcionaron las urgencias, por ejemplo) o con la escasez de recursos para ellos: entre ellos, de alimentos, debido a las restricciones o al retraso de productos.
El efecto “mágico” de perros y gatos: más allá de pandemias
Hay más: porque los amigos peludos no solo son para épocas de pandemia. De hecho, perros y gatos nos despiertan las mismas sendas neuronales que se activan durante la relación entre padres y niños. Y no es extraño que muchas personas consideren o traten a sus animales como personas, una inclinación muy natural y extraordinariamente común, con sus beneficios y también sus riesgos.
Estos efectos beneficiosos trascienden las fronteras de la vida más familiar y doméstica: hay estudios que afirman que trabajar cerca de nuestros amigos de cuatro patas o poder llevarnos a nuestro perro a la oficina, puede tener beneficios, ya que nos ayuda a afrontar las tareas estresantes con mejor humor y menos ansiedad.
No siempre es sencillo; compartir la oficina con gatos o con perros también tiene sus retos: hace un tiempo te conté, con humor y la experiencia adquirida como experta en comportamiento felino, mis mejores trucos para teletrabajar con gatos y no morir en el intento.
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