Cuando descubres que en España tiramos casi siete millones de kilos (kg) de fruta a la semanacasi siete millones de kilos (kg) de fruta a la semana, como naranjas, manzanas o peras, según un estudio en la materia del Ministerio de Sanidad, Alimentación y Consumo, es normal que te recorra un escalofrío. Y que prometas hacer un esfuerzo por dejar de desperdiciar tanta comida. O bien, en esta misión contra el despilfarro, intentes disfrutar de texturas, sabores y formas de comerte la fruta que antes ni te planteabas.
No solo resulta un sinsentido, este despilfarro de alimentos además agrava el calentamiento del planeta. Toda esta fruta acaba enterrada en el vertedero donde, bajo estas condiciones anaerobias (sin oxígeno), se descompone y genera metano, un gas de efecto invernadero unas 30 veces más potente que el CO2. No es el único problema. Según Ana Belén Ropero, profesora de Nutrición y Bromatología en la Universidad Miguel Hernández, también estamos tirando un montón de vitaminas. “La fruta tiene su máximo de nutrientes cuando está madura, eso incluye las vitaminas y también algunos minerales importantes”, afirma la nutricionista. Aunque fea, es sabrosa y vitamínica: una pena que acabe el cubo de la basura.
De hecho, la fruta tiene diferentes usos y características durante su vida. Mientras que una pera inmadura resulta crujiente y refrescante, perfecta para cortarla y añadirla a una ensalada, cuando madura se torna más suave y cremosa; perfecta para comérselas tal cual. Y cuando maduran demasiado y se ponen blandas, frutas como las peras, manzanas, fresas o albaricoques (entre otras) saben mejor si las cocinamos o las añadimos a ciertos platos para realzar su sabor. A continuación te explicamos diez salidas que le puedes dar a tu fruta madura.
¿Qué hacer con esas fresas tan blandas o con la manzana que languidece en la encimera de la cocina? Transformarla en una deliciosa mermelada. Sencilla de preparar y una forma genial de aprovechar todas las piezas que empiezan a estar demasiado maduras. Puedes hacer mermelada de fresa, de manzana o de naranjamermelada de fresanaranja, pero las posibilidades son infinititas. Conviene comérselas en una semana, aunque te durarán varios meses si las conservas en botes esterilizados y cerrados al vacío.
Las peras al vino son un clásico de la cocina que puede disfrutarse frío o caliente. Además, este plato gana si le añades un toque ácido como contraste, un yogur, por ejemplo. O puedes acompañarlos de helado. No es la única fruta que permite esta elaboración: también puedes hacer las manzanas al vino.
Algunas resultan tan ricas en crudo como cocinadas. Si las caramelizamos un poco en una sartén adquieren el dulzor y la textura suave y casi cremosa del plátano. Si vas a tostar frutas con semillas y quieres que facilitar su ingestión, puedes pelarlas antes y quitarles el corazón y las pepitas para no masticarlas. Algunas ideas: aros de manzana para desayunar o unas peras caramelizadasperas caramelizadas, fáciles de preparar y estupendas como acompañamiento de un helado u otra crema suave. Para hacerlas más saludables, pon menos azúcar, cocínalas con un poco de agua y a fuego lento durante más tiempo. [En este artículo te contamos cómo cocinar con plátanos muy maduros].
Corta la fruta muy fina: puedes usar un cuchillo o un rallador con hoja. Si quieres aliñarlas, coloca las rodajas en un bol y espolvoréalas con canela o la especia que te apetezca: así resultan más sencillas de masajear y te será más fácil repartir el sabor por todos los trozos. Si te animas, ya puestos, añade un poco de aceite y, de nuevo, embadurna toda la fruta.
Coloca las rodajas sobre una bandeja de horno cubierta con papel para evitar que se pegue, y cocínalas a 100ºC durante una hora o hasta que se hayan secado. Vigílalas y voltéalas de vez en cuando para que no se quemen. Déjalas enfriar en una rejilla… ¡y a comer! Puedes probar con manzana, peras, plátanos o lo que te apetezca.
Si solo las quieres asar en el horno y comértelas tal cual, genial. Para aliñarlas, usa un poco de miel o de yogur, o unas migas de pan duro tostadas, [En este artículo te contábamos usos ingeniosos para aprovechar el pan duro]. Otras ideas: espolvorea unas nueces picadas, galletas trituradas o ralladura de limón. Si te sientes con ganas de lucirte, puedes elaborar la receta un poco más. Aquí tienes ideas para cocinar manzanas y peras al horno.
Una manzana muy madura puede echar a perder el resto de fruta que tenga cerca, como un kiwi. Esto sucede porque genera un gas llamado etileno, que la ayuda a madurar una vez recolectada, y afecta a las demás. Para evitarlo, separas las piezas más blandas, retira las partes más estropeadas y haz gajos con el resto. Resulta más divertido si insertas trozos de frutas de varios colores en una brocheta de madera multicolor: irresistible para niños y mayores.
Puedes aprovechar la fruta más triste o blanda para preparar ricos batidos. Valen todas: fresas, peras, albaricoques o la que más te apetezca.
Si te gusta el toque dulce en guisos y curris, puedes conseguirlo con las piezas más pochas del frutero. Plátano, manzana o melocotón: es cuestión de gustos y de experimentar para dar con tu toque personal.
El helado de fruta se impone como uno de los postres saludables más demandados (no solo) cuando suben las temperaturas. Y muy versátil, porque puedes jugar con muchos sabores y frutas distintas. Cuanto más madura la fruta, más cremosa será su textura. ¿Algunas ideas? Puedes preparar un helado de melocotón, de fresa o de pera.
Cuando las fresas están muy maduras podemos aprovecharlas y añadirlas como ingrediente para hacer un gazpacho. Original, dulce y aún más vitamínico.
Recetas y usos más que dignos para salvar las frutas más maduras, y evitar que se pochen en el vertedero, y que dejen de dañar (o al menos tanto) al planeta.
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