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Cuando eres un ave de barrio como un gorrión, un mirlo o un fringílido como un jilguero o un pinzón, sabes que vivir en la ciudad no siempre es fácil. Y algo tan sencillo y barato como montar un comedero para aves en la terraza, balcón o jardín (alejado de ventanas, para evitar accidentes) puede ayudar a nuestros vecinos alados a conseguir los alimentos de calidad que necesitan para sobrevivir.
Los expertos nos animan a poner comida al alcance de los pájaros que viven en nuestro barrio, con algunas precauciones. “Coloquémosla solo en ciudad y entornos urbanos, donde los patrones de distribución temporal y espacial del alimento de las aves de barrio ya están muy condicionados por factores humanos, como los restos de comida que dejamos en la terraza de un bar”, explica Luis Martínez, biólogo, técnico de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y autor de El extraordinario mundo de las aves.
Lejos de nuestros calles y barrios urbanitas, la decisión de colocar comederos para aves puede resultar más polémica, y ha sido objeto de un acalorado e interesante debate en países como Reino Unido o Australia. El motivo: según algunos ecólogos y biólogos conservacionistas, alimentar a las aves en espacios agrarios, naturales o rurales puede tener un impacto negativo, favorecer a las más generalistas y fuertes, y perjudicar a los pájaros menos dominantes; incluso, generar competencia o peleas entre ellos.
Aclarado. Ahora bien, si vivimos en un entorno urbano, como una ciudad, las aves lo tienen bastante más complicado y agradecerán una pequeña ayuda de nuestra parte: por ejemplo, hacer bolas de comida para ayudar a los gorriones durante el invierno. Hay más; y aquí van dos ideas sencillas para construir un comedero para pájaros con una botella y unas cucharas de madera. Y algunas precauciones antes de colocarlo.
1. Montar un comedero para aves con botella de plástico y cucharas
Algo tan sencillo como una botella de plástico y unas cucharas de madera que tengamos por casa pueden transformarse en un estupendo comedero para las aves de nuestro barrio. Solo necesitamos hacer unos agujeros en botella, de modo que podamos atravesarla en varias alturas con la cuchara.
Conviene hacer dos agujeros opuestos, pero uno ligeramente más alto que el otro, de modo que la cuchara quede bien sujeta, pero algo inclinada. Del mismo modo, podemos añadir alguna cuchara más: servirán a modo de pequeñas ramas donde nuestros amigos emplumados podrán posarse a disfrutar de sus semillas.
A este comedero para aves con botella de plástico y cucharas de madera solo le falta que añadamos un gancho a la tapa de la botella, y una cuerda o cordón para colgarlo de un gancho grande de pared en la terraza o de un árbol seguro, si lo hay. Y lo llenamos bien de semillas para que salgan por los orificios y llenen el cuenco de la cuchara.
Sirven las mezclas de alpiste, mijo, pipas de girasol negro o comida específica para aves silvestres. ¡Y listo! Un truco: para evitar competencia o peleas emplumadas, ¡construyamos más de un comedero!
2. Comedero para pájaros de pared: con botella de vidrio
Si buscamos algo que podamos colgar de la pared de la terraza, este comedero para aves con una botella de vidrio, madera y unos alambres, resulta estupendo. Solo necesitamos dos trozos de madera, uno más cuadrado y pequeño para la base, de unos 15 por 15 centímetros (cm), y otro más alargado y rectangular para enmarcar la botella en la pared, de unos 30 por 15 centímetros.
Los atornillamos entre sí o pegamos con cola para madera, para crear un ángulo recto o lo que sería la mitad de una caja de vino de madera. Ahora solo necesitamos hacer en la madera alargada dos pares de orificios paralelos en dos alturas: dos más altos y un par más abajo, cerca de la base. Los usaremos para pasar el alambre y crear dos agarraderas que sostengan la botella. Para hacerlas más estable, podemos grapar el alambre por detrás.
Llenamos la botella de semillas para aves (dos tercios del volumen será suficiente) y le damos la vuelta, agarrándola por dentro de los alambres: así las semillas caerán, poco a poco, al tablón inferior. ¡Y acabamos de crear un pequeño dispensador automático de comida para gorriones, petirrojos y otras aves del barrio! Truco: debajo de la boca de la botella podemos colocar un pequeño plato, de este modo las semillas caerán en el recipiente y los pájaros podrán disfrutarlas con mayor comodidad.
No olvidemos colocar un plato de agua fresca junto al comedero de aves, sobre todo durante el verano. Y solo nos queda esperar y armarnos de paciencia. “Si ponemos comida las aves llegarán, tarde o temprano la encontrarán: cuando la necesidad aprieta, dedican cada minuto a buscar algo que llevarse al pico”, concluye Martínez.
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