Diez consejos para pasar el agosto al fresco sin arruinarnos en la factura de septiembre

Se prevé un agosto bastante caluroso en algunas zonas del centro y sur de la península, donde el sol apretará fuerte, superando las temperaturas de largo los 40ºC a media tarde. Bajo esta premisa, es muy posible que tengamos que usar el aire acondicionado más de lo que deseamos, aunque sea simplemente para poder dormir por la noche.

De todos modos, no es imposible capear las olas de calor sin que el bolsillo lo note en el presupuesto del otoño. Basta con prestar atención a pequeños detalles, apoyarnos en la tecnología y aplicar una cierta lógica termodinámica a la hora de usar nuestro aire acondicionado. Aquí van diez consejos que te pueden ayudar.

1. Asegúrate de que tu aparato está dimensionado para la superficie a enfriar

No es ninguna tontería; muchas personas no calculan bien la superficie que necesitarán enfriar y compran aparatos subdimensionados que van siempre forzados y no terminan de satisfacer nunca las expectativas. Si tenemos una casa muy grande o con distintas habitaciones para una sola bomba, perderemos eficacia y ganaremos gasto en la factura.

Si el aparato tiene sus años, tal vez mejor pensar en cambiarlo por uno mejor dimensionado, más eficiente y que funcione con el sistema Inverter. Los aparatos Inverter son los de mayor eficiencia energética, no solo por cuestiones de programación sino también por su mecánica, y se calcula que pueden proporcionar un ahorro superior al 30% respecto a un aire de la tecnología anterior e incluso del 60% respecto a aparatos con más de veinte años.

2. Compartimenta los espacios al máximo

Si estamos en el salón, tengamos las puertas que dan acceso a otras estancias cerradas para acotar el volumen de aire a enfriar, y lo mismo si estamos en la habitación. La idea es que cuanto menor sea el área a enfriar, menos energía consumiremos.

3. No te dejes ninguna ventana entreabierta

Parece una perogrullada pero en todas las familias hay un despistado o despistada que se deja por ejemplo la ventana del baño abierta para aventar los hedores, pero también la puerta del mismo y de paso no termina de cerrar la del salón, con lo que se crea un gradiente de entrada de calor y pérdida de frigorías. Estemos atentos a estos detalles.

4. Evita que entre demasiada luz exterior

Mucha gente comete el error de tener el aire puesto y las ventanas sin cortinas o con las persianas subidas, de modo que entra todo el calor en forma de luz solar y contrarresta el efecto del aire, haciendo que la bomba gaste más para enfriar el piso. Debemos tener en cuenta que aunque no nos dé el sol directo, el fuerte rebote de los rayos en verano provoca subidas de temperatura. Si queremos aire y ahorro a un tiempo, lo mejor es bajar las persianas, extender los toldos o correr las cortinas, ya que a menos luz, menos temperatura.

5. No bajes de los 25ºC

El colmo del absurdo estar en casa o en la oficina con el climatizador encendido y con jersey o chaqueta, algo nada infrecuente. Es difícil explicar porqué queremos temperatura de 24ºC en invierno pero preferimos 21ºC en verano… Lo adecuado, en consonancia con la temperatura basal del cuerpo y la sensación de calor, es poner el aire acondicionado entre 24 y 26ºC e ir ligeros de ropa.

6. Decide si tu problema es el calor o la humedad

Si vives en la costa, realmente lo que te da sensación de calor es la humedad ambiental, pero no la alta temperatura. Los aires modernos tienen un programa 'dry' que permite simplemente condensar la humedad del aire y así secarlo. Si la temperatura ambiental es de 26 o 27ºC estaremos perfectamente siempre que el aire sea seco.

7. Ventila la casa antes de acostarte

Si madrugas, aprovecha entonces para ventilar la casa, antes de que el sol esté ya dando calor. Si por el contrario te acuestas tarde, aprovecha el fresco de la noche para ventilar antes de ir a dormir. Pero nunca tengas puertas o ventanas mientras el sol esté alto o dejarás entrar una ingente masa de aire caliente en casa que el aparado de aire acondicionado tendrá que enfriar trabajosamente.

8. Utiliza el programador del mando

Llegar a casa tras diez horas fuera y querer que la temperatura ambiental pase de 32 a 24ºC en menos de media hora es una quimera, y si lo queremos solucionar aplicando la función 'turbo', no haremos más que disparar el gasto. Por tanto, es mucho más inteligente programar la bomba para que cuando lleguemos, el departamento ya esté fresco y el enfríamiento no se tenga que producir de manera convulsa. Nuestro mando, a través del programa 'timer', permite ejecutarlo. Por ejemplo, podemos programar que se encienda tres horas antes de que lleguemos para logar una temperatura cercana a los 26ºC.

9. Mantén los filtros limpios

Están en la parte superior de las bombas y se pueden sacar fácilmente para quitarles el polvo con un trapo húmedo y un poco agua y vinagre blanco, por si tienen grasa. Esta operación es imprescindible realizarla una vez al mes para evitar que se obturen y la bomba pierda fuerza en la expulsión del aire. Se calcula que un filtro sucio puede provocar una subida en la factura de hasta un 20% por la pérdida de eficacia del climatizador.

10. Usa ventiladores para redistribuir el aire

Si tu departamento es un loft sin paredes o tienes un salón muy grande, es posible que el aire frío que expulsa el aparato difícilmente llegue a a todos los rincones, y menos si estos están orientados al sur. La alternativa de usar ventiladores hará que se creen corrientes de aire que desplacen el frío a los puntos más alejados de la bomba.

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