La primavera ha llegado y con ella damos la bienvenida al buen tiempo, a las flores y a los paseos al aire libre. Aunque la otra cara de la moneda no es tan soleada, porque con ella también llega la mayor pesadilla de muchos: el polen.
Mientras nosotros sacamos nuestras mejores armas para intentar combatir las alergias primaverales, en ocasiones pasa desapercibido que no somos los únicos que sufrimos las consecuencias de la llegada de una nueva estación, ya que nuestros perros y gatos no están exentos de ellas.
En ellos, al igual que en los humanos, “se produce una reacción inmunitaria exacerbada al exponerse a los alérgenos, determinadas partículas ambientales generalmente inocuas que provocan reacción al entrar en contacto con la piel o con las mucosas del animal”, explica Juan Ezqueta, veterinario del Centro Veterinario ALMAVET.
“Normalmente, nuestras mascotas suelen sufrir alergias a pólenes de árboles como el abedul, el pino, el olivo… A pólenes de hierbas o gramíneas, e incluso a los ácaros. Estas alergias son estacionales, pero hay otras provocadas por alimentos o tejidos, entre otras”, explica también el equipo de Ainielle Centro Veterinario.
Es más común de lo que creemos que perros y gatos padezcan este tipo de alergias. De hecho, el veterinario Ezqueta afirma que “la prevalencia de las alergias ambientales en ellos se sitúa en torno al 12-15%, aunque es una patología tan compleja que es complicado averiguarlo con certeza”.
Conocer sus síntomas es indispensable para un correcto diagnóstico y tratamiento veterinario, así como también lo es para ponernos manos a la obra en busca de aquellos actos cotidianos que podemos llevar a cabo para ayudarles.
Los síntomas: el picor como protagonista
Ambos veterinarios coinciden en que el prurito intenso es el síntoma más frecuente que nos alerta de que nuestra mascota puede estar sufriendo alergias primaverales. Como recalca el equipo de Ainielle, “las vemos más en perros, ya que ellos están más expuestos a los alérgenos debido a los paseos. Ellos sufren más afecciones de la piel, mientras que los gatos, que también pueden padecerlas, sufren más habitualmente procesos asmáticos”.
Aun así, este no es el únicos síntoma que debe alertarnos: “El picor puede ir acompañado de lesiones cutáneas, infecciones secundarias de la piel, alopecia, otitis, conjuntivitis, rinitis, síntomas respiratorios como tos o estornudos, asma o dificultad respiratoria”, apunta Ezqueta.
“Las lesiones cutáneas se concentran más frecuentemente en la cara, los pabellones auriculares, la zona ventral, las axilas, la zona inguinal y las extremidades, aunque dependen generalmente del tipo de alérgerno que esté causando la reacción”, recalca el veterinario.
Es por esto que debemos prestar especial atención a esas zonas del cuerpo de nuestra mascota si creemos que puede estar padeciendo alergias primaverales. Muchas veces, debido al picor, es probable que se rasque o muerda con frecuencia estas zonas o incluso que tenga problemas para dormir.
Además, respecto a los perros, existen ciertas razas con mayor predisposición a padecerlas: hablamos de las razas de capa blanca como los bichón maltés, west highland, terrier u otras como los bulldog francés, carlinos, etc.
Conocer estos síntomas es fundamental para brindarle ayuda veterinaria a nuestra mascota y evitar consecuencias como “posibles patologías crónicas de piel difíciles de tratar y patologías respiratorias crónicas, complicaciones derivadas normalmente de un diagnóstico tardío”, explica Ezqueta, a lo que el equipo de Ainielle añade que “en los casos más extremos pueden llegar a sufrir una reacción anafiláctica”, acompañada de síntomas como vómitos y diarreas.
Lo que puedes hacer por ayudarles
En primer lugar, llevarles al veterinario donde se le hará un diagnóstico y se le aplicará un tratamiento adecuado e individualizado: “Estos van desde la corticoterapia local o sistémica, medicamentos antipruríticos y champuterapias hasta colirios, inhaladores, antibióticos y productos de aplicación ótica, entre otros”, explica Ezqueta.
También existen opciones que previenen los signos clínicos de las alergias a largo plazo. Un ejemplo es la inmunoterapia, explica el veterinario de ALMAVET, “que consiste en la administración de pequeñas cantidades de alérgenos, aumentando paulatinamente el volumen y la concentración de los mismos, para que el animal se vuelva menos sensible a ellos y así evitar el uso prolongado de fármacos que pueden acarrear más efectos secundarios”.
Pero además de todos estos tratamientos, en nuestro día a día también podemos realizar ciertos actos que ayudarán a nuestros compañeros peludos a aliviar y disminuir los síntomas de las alergias primaverales. Como explica el equipo de Ainielle, “debemos limpiar las patas al volver de los paseos, bañarlos con agua fresca y champús específicos para quitar restos de polen del pelaje y aliviar el picor e intentar evitar pasear por zonas donde haya mucho polen”, así como mantener la casa y el jardín limpios y procurar no abrir mucho las ventanas.
La alimentación también es importante, así lo afirma el veterinario Ezqueta, que recalca lo beneficioso que puede resultar “administrarles ácidos grasos como el omega 3 o utilizar aceite de coco como loción para reforzar e hidratar la piel y el pelaje”.
Los parásitos: otros peligros primaverales que pueden provocar alergias
Con la llegada de la primavera y el aumento del calor salen a relucir los flebotomos que transmiten la leishmaniasis, las procesionarias o las pulgas, garrapatas y otros parásitos que pueden resultar muy peligrosos para nuestras mascotas.
Tanto el equipo de Ainielle como Ezqueta recalcan la importancia de la desparasitación, durante todo el año pero en especial durante los meses de calor, cuando estos vectores cogen fuerza y pueden desencadenar respuestas alérgicas en nuestras mascotas.
Por ejemplo, el veterinario de ALMAVET recalca que “es muy común la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas (DAPP) cuya sintomatología es de picor muy intenso, alopecia, forunculosis y lesiones supurativas en la piel”. Las garrapatas, por su parte, también pueden desencadenar este tipo de reacción alérgica, “pero además también son transmisoras de otro tipo de enfermedades infecciosas muy peligrosas para ellos como la Ehrlichiosis y la Anaplasmosis”.