Con la llegada del confinamiento el pasado marzo de 2020, ya hace un año, y el consecuente teletrabajo, muchas personas tuvieron que tratar de adaptar sus hogares como oficinas. Los portátiles pueden ser una buena opción, pero esto trae algunos inconvenientes.
La potencia de uno de estos terminales puede quedarse corta según qué trabajo se realiza. Además, dependiendo de la persona, puede no ser lo más cómodo para pasar largas jornadas. De esta manera, el PC de sobremesa puede verse como una opción muy interesante: más potencia, mayor comodidad y una mayor personalización.
¿Qué ventajas (y desventajas) tiene un PC?
La gran desventaja de un PC frente a un portátil es, justamente, su transportabilidad. No suelen ser equipos que se puedan llevar fácilmente de un lugar a otro, aunque existen opciones –como los mini-pc o algunos All in one–, suelen ser terminales para dejar en un lugar fijo.
La otra desventaja es que, al contrario que el portátil, se necesita comprar un monitor, un teclado y un ratón aparte. Aunque esto también tiene sus ventajas, como aprovechar de una mejor manera el espacio.
Las ventajas, por otra parte, de un PC es que suelen ser equipos mucho más potentes en las mismas franjas de precio. Es decir, un ordenador de 500 euros suele ser mucho mejor frente a su homólogo portátil. Además, son dispositivos con una vida útil mucho mayor.
En primer lugar, por los propios componentes que al no estar adaptados a un espacio pequeño, suelen rendir mejor. En segundo lugar, porque con el paso de los años se pueden cambiar las piezas del PC –por ejemplo, añadir RAM o discos duros–.
También suele ser más cómodo trabajar con un PC que con un portátil, ya que los monitores suelen ser de mayor calidad y más grandes. Esto también se aplica al teclado.
¿Por piezas o ensamblado?
Muchas veces se acusa al PC de ser un terminal muy caro, pero esto no tiene que ser así. Al igual que con los portátiles o los móviles, hay opciones que se adaptan prácticamente a cualquier bolsillo siempre y cuando se tenga claro para qué se quiere utilizar.
En general, la manera para ajustar el precio al máximo y adaptar el PC a nuestras necesidades es montar un ordenador a piezas. Pero esta no es una opción para cualquier usuario, ya que requiere de muchos conocimientos para elegir cada componente y, posteriormente, montarlo todo.
La opción más común es comprar un PC ya montado. Esto puede suponer un aumento en el precio final, pero también es mucho más sencillo. No requiere de grandes conocimientos y muchos están ya preparados para comenzar a funcionar nada más encenderlos, tras una actualización.
Por lo tanto, salvo que tengas grandes conocimientos (o alguien que pueda ayudarte), lo más normal es irse a modelos ya construidos.
Guía rápida de compra
Ahora bien, ¿en qué hay que fijarse a la hora de comprar un PC de sobremesa?
1. Procesador. En la actualidad, Intel y AMD son los grandes fabricantes de este componente. A pesar de que hace unos años la primera podía ser la opción más común, ya en 2021 AMD también está presente en muchos ordenadores.
El procesador es el corazón del ordenador, por lo que es importante fijarse. En este aspecto, el mínimo debería ser un Ryzen 3000 por AMD y un Core i3-10100 de Intel. Aunque puedan quedarse algo cortos para, por ejemplo, jugar.
2. RAM. La memoria RAM es el componente que, aunque necesario, es sobre el que menos has de preocuparte. Cualquier modelo que no alcance los 8 GB de RAM debe descartarse, ya que a poco que se quieran realizar tareas más allá de la ofimática (navegar por la web, atender al correo…) puede ralentizarse.
Aunque, si entra dentro del presupuesto, subir hasta los 16 GB de RAM puede ser clave para darle aún más versatilidad al PC.
3. Almacenamiento. Hay que distinguir dos tipos de discos duros: SSD, memorias sólidas, y los HDD, memorias mecánicas. Las primeras tienen una lectura de datos mucho mayor que los segundos, aunque suelen tener menor capacidad.
A pesar de ello, la mejor opción es optar por modelos con un disco duro SSD de, al menos, 512 GB. Algunos terminales combinan un SSD donde se guardan algunos programas (como el Sistema Operativo) y un HDD para los archivos pesados. Aun así, este segundo se puede sustituir por una memoria externa.
4. Diseño. En los últimos años, los diseños de las cajas del PC se han vuelto algo extravagantes. Luces LED, zonas transparentes… esto es algo que puede encarecer el precio, así que no hay que rechazar las apariencias más sobrias.
5. Placa Base. Aunque es el componente que pasa más inadvertido, es importante fijarse en qué modelo lleva el ordenador y tratar de estudiarlo un poco. La placa base es aquello a lo que se conecta todo: la tarjeta gráfica, la RAM, discos duros, periféricos, etc.
Contar con una buena placa base, o al menos una versátil, puede suponer que dentro de unos años se pueda cambiar solo una de las piezas sin necesidad de remodelar el PC.
6. Tarjeta gráfica. De nuevo, en este punto, depende mucho del uso. Si buscamos un ordenador para labores de ofimática, una gráfica integrada puede ser suficiente. Aun así, lo más recomendable es tratar de comprar PC con tarjetas gráficas propias (que son de Nvidia o de AMD).
Algunas recomendaciones
Se trata de un PC de sobremesa pequeño y que no supera los 499 euros (incluso en oferta puede bajar hasta los 399 euros). Se trata de un PC de ofimática. Un procesador i3-10100, una RAM de 8 GB DDR4 y un SSD de 512 GB.
Eso sí, su gráfica es integrada y las opciones para ampliarlo de cara al futuro son mínimas. Pero puede ser una buena opción para aquellas personas que solo buscan un ordenador para realizar las tareas del día a día y en las que su trabajo no requiere de un gran equipo.
VS Gamers es una tienda muy interesante donde ver este tipo de compras. El VS Office Control con un Intel de décima generación puede ser una gran opción para dar un salto de calidad respecto al anterior modelo por un precio de 519 euros.
El Office Control incluye un procesador i5-10600, 8 GB DDR4 de RAM y dos discos duros: un SSD de 240 GB y un HDD de 1 T. La gráfica se encuentra integrada en el procesador, concretamente, es una Intel UHD Graphics 630.
Este PC es perfecto para teletrabajar (si no requieres de grandes equipos como puede ser el trabajo de un diseñador gráfico o editor de vídeos) y pasar algunas horas jugando con resultados decentes.
Qué sería de una lista de recomendaciones de ordenadores sin el término “gaming”. El HP Pavilion Gaming TG01 es una muy buena opción por 650 euros, sobre todo para aquellos usuarios que quieran un equipo potente tanto para jugar como para realizar algunas tareas de edición.
Este terminal cuenta con un procesador AMD Ryzen 5 4600G, 16 GB de RAM DDR4, y una tarjeta gráfica GTX 1660 Super con 4 GB dedicadas, lo que permitirá jugar a prácticamente cualquier título en calidades medias. Además, cuenta con un disco duro SSD de 512 GB. El mayor inconveniente es que viene sin el sistema operativo.
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