Estos trucos caseros te permiten blanquear tus electrodomésticos y otras superficies de plástico

Elena Segura

8 de enero de 2025 17:31 h

0

La limpieza diaria del hogar se concentra en las cuestiones más importantes para disponer de orden e higiene, aunque haya otros quehaceres en los que nos fijamos menos y también requieren nuestra atención. Uno de ellos es blanquear aquellos electrodomésticos y otros objetos de plástico blanco que han ido amarilleando con el paso del tiempo. Es posible devolverles el blancor original.

Nos estamos refiriendo a una cuestión de estética más que de limpieza en sí misma. Estos aparatos no están sucios, pero sí crean una sensación de descuido al haberse perdido el brillo y el color original. La lavadora, batidora, la nevera, el microondas o el tostador, entre otros aparatos, han ido envejeciendo y con ello, perdiendo su blancura y volviéndose de un tono beige claro. Esto se debe al hecho de estar expuestos a la radiación ultravioleta, es decir, a la luz solar.

Además de la incidencia de la luz, otras circunstancias pueden empeorar el proceso de cambio de color, como pueda ser el calor de la calefacción que tengamos en casa o el generado por el propio aparato. La grasa de los vapores de la cocina, el polvo o el tabaco son otras causas que ayudan a generar ese color amarillo.

La prevención, en cualquier caso, puede convertirse en nuestro mejor aliado. Para ello, lo mejor es mantener los electrodomésticos de la cocina lo más apartados posible de la luz solar directa, al tiempo que los limpiamos regularmente para evitar que acumulen polvo y grasa.

En este artículo os contamos seis trucos para no tener una cocina avejentada y recuperar el color de los electrodomésticos como si fuera su primer día.

Antes de intentar blanquear el electrodoméstico amarilleado hay que acabar con los restos de grasa, polvo y otros residuos que tenga acumulados. Para ello, mezclamos agua tibia con detergente y le pasamos un paño de microfibra por la superficie una vez lo hayamos desconectado.

Agua oxigenada y papel film

Una vez limpio, lo primero que tenemos que hacer para devolverle el color original a estos aparatos de plástica es ponernos guantas de goma para proteger nuestras manos. El agua oxigenada puede dañar la piel.

Aplicamos el agua oxigenada o peróxido de hidrógeno con ayuda de un pincel en las zonas que queramos blanquear. Tras haberla aplicado, cubrimos el aparato con papel film transparente que ayuda a mantener la humedad y potencia el efecto blanqueador.

Tras ello, hay que colocar el electrodoméstico directamente frente a la luz solar ya que activa el proceso de blanqueo del agua oxigenada. Una vez pasadas tres o cuatro horas, o incluso más tiempo, quitamos el papel film y limpiamos la superficie con un paño húmedo. En el caso de que las manchas sean muy amarillas hay que repetir el procedimiento hasta conseguir el blanco original.

Vinagre blanco

El vinagre blanco es famoso por sus propiedades de limpieza: tiene un gran poder de desinfección natural y es capaz de descomponer la suciedad acumulada.

Si se combina con unas gotas de aceite de oliva, no solo permite limpiar el plástico amarillento, sino también devolverle el brillo. Aplicamos la mezcla con un paño suave, con el cual debemos frotar suavemente la superficie afectada.

Bicarbonato de sodio y agua

El bicarbonato de sodio permite eliminar las manchas sin dañar la superficie. Este producto de limpieza es perfecto si la mancha o decoloración del plástico se ha hecho muy visible.

En primer lugar hay que formar una pasta espesa añadiendo agua al bicarbonato de sodio. Después, se aplica la pasta obtenida sobre el plástico amarillento y se frota suavemente con una esponja. Hay que dejarlo actuar durante unos quince minutos y, finalmente, limpiarlo con agua tibia.

Limón y sal

El jugo de limón, cuando va acompañado de la sal, sirve como un perfecto exfoliante natural. Para blanquear el plástico amarillento de cualquier electrodoméstico u objeto de plástico como un mando a distancia del televisor hay que empezar por exprimir el jugo de un limón y mezclarlo con un poco de sal. A continuación, hay que frotar la mezcla sobre las áreas afectadas y deja actuar durante unos veinte o treina minutos antes de enjuagar con agua tibia.

Lejía diluida

La lejía es un clásico. Hablamos de un fuerte blanqueador que elimina las manchas más difíciles. Debido a su potencia, es mejor diluir un poco de agua en la lejía y después sumergir el plástico amarillo en la mezlca durante unos minutos. Posteriormente hay que enjuagarlo bien con agua y secarlo. Este truco se puede utilizar con utensilios pequeños.

Pasta de dientes blanqueadora

La pasta de dientes tiene partículas abrasivas capaz de eliminar las manchas, de modo que deja las superficies bien limpias. De nuevo hablamos de utensilios pequeños a los que aplicar esta sencilla fórmula.

Lo recomendalbe es aplicar una pequeña cantidad de pasta de dientes blanqueadora sobre un cepillo de dientes viejo y frotar las zonas amarillentas. Tras dejarlo unos minutos, hay que alcarar con agua tibia.

Acero inoxidable

En el caso de que queramos devolverle el brillo a los electrodomésticos de acero inoxidable, que en general se trata de un metal duradero y fácil de limpiar, lo mejor es hacer uso de un limpia cristales o también se les puede aplicar un tipo de cera especializada o frotar toda la superficie con un poco de aceite de oliva y dejarlo una media hora hasta que se retira con un paño húmedo o papel de cocina.