Para qué sirve beber un litro de agua al levantarse

litro de agua

Darío Pescador

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La actriz Cameron Diaz, que ahora tiene 49 años, confesó a la revista New York que una de sus rutinas para mantenerse saludable y radiante era beber un litro de agua nada más levantarse. Aunque la regla general es mirar con escepticismo los consejos de salud de los actores de Hollywood, puede que Cameron haya acertado esta vez.

Beber agua es tan necesario como respirar o dormir. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), las mujeres deben consumir al menos dos litros de líquido al día (sea agua, bebidas no alcohólicas o el agua de los alimentos), una cantidad que sube a los dos litros y medio en los hombres. Si hace calor o hacemos ejercicio, las cantidades aumentan aún más. Sin embargo, un estudio de 2020 confirma que el 50% de la población española no cumple estas recomendaciones mínimas y toman menos líquido, en concreto fallan un 59,2% de hombres y un 41,6% de mujeres.

De los siete vasos de agua al día se ha pasado a la recomendación de beber dos vasos de agua nada más levantarse, y de ahí era fácil llegar al litro. ¿Tiene alguna ventaja el agua por las mañanas que no tenga en otro momento del día? Veamos algunos de los argumentos para recomendar el litro de agua matutino y su mérito relativo.

Nos levantamos deshidratados (no necesariamente)

El cuerpo pierde agua constantemente, sobre todo a través del sudor y la orina, y en menor medida la respiración. La deshidratación llega cuando no reponemos estos fluidos y nuestras células empiezan a perder agua, entorpeciendo sus funciones habituales. Basta una pérdida del 4-6% del agua del cuerpo para tener deshidratación moderada. La deshidratación puede afectar al funcionamiento del cerebro y provocar incoherencia en el habla, debilidad en las extremidades, tensión arterial baja y taquicardia. 

Uno de los síntomas es el color de la orina, que suele ser más oscuro al levantarse. Sin embargo, el color por sí solo no es un indicador fiable de la hidratación. El cuerpo mantiene el equilibrio, bien sea provocando sed, u orinando menos. Mientras dormimos nuestro cerebro segrega la vasopresina o hormona antidiurética para que los riñones absorban agua y no nos deshidratemos. A no ser que haya otros factores (alcohol, calor excesivo), nos levantaremos con sed, pero no deshidratados.

Beber agua en ayunas reduce el apetito durante el día (verdadero)

Es bien conocido que la sed se puede interpretar erróneamente como hambre. Un estudio reciente comprobó que las personas que tenían una hidratación deficiente también tenían un mayor peso. Beber medio litro de agua antes del desayuno hizo que las personas obesas de otro estudio consumieran luego un 13% menos de calorías. Este efecto también se observa en otros momentos del día, pero el beber una buena cantidad de agua por las mañanas puede evitar consumir demasiadas calorías y abusar de los dulces en la primera mitad del día.

Beber agua fría ayuda a quemar calorías (verdadero)

La relación entre el agua y la pérdida de peso se atribuye en parte a su efecto termogénico, es decir, el hecho de que nuestro cuerpo necesita usar energía para calentar el agua fría en el tracto digestivo tras su consumo. Esto, que puede parecer insignificante, no lo es. Beber dos litros de agua a 22ºC hace que el metabolismo basal suba entre el 30 y el 40%, y el cuerpo consuma cerca de 100 kcal extra para calentarla hasta los 37ºC. A lo largo de un año esto equivale a quemar unos dos kilos de grasa. El agua más fría induciría, por tanto, un efecto aún mayor. Sin embargo, nada sugiere en estos estudios que el efecto sea mayor o menor por la mañana o en otro momento del día.

Beber agua por la mañana mejora las capacidades mentales (en realidad evita que empeoren)

La deshidratación está asociada a una disminución del rendimiento cognitivo, lo que significa que completar tareas, memorizar o aprender cosas nuevas se vuelve más difícil. Las investigaciones muestran que una deshidratación leve correspondiente al 1-2% del peso corporal puede afectar negativamente al estado de alerta, la concentración, la memoria a corto plazo y el rendimiento físico. Pero nada de esto significa que beber agua nos confiera superpoderes mentales, más bien que si no bebemos suficiente, nuestras capacidades disminuyen. 

El agua en ayunas ayuda a limpiar el cuerpo de toxinas (falso)

Ya sabemos que los zumos y los ayunos no sirven para eliminar toxinas, ya que nuestro cuerpo tiene órganos que se ocupan de esa tarea todos los días: los riñones, el hígado y la piel. En concreto los riñones necesitan agua para hacer su trabajo y eliminar los residuos del torrente sanguíneo. Sin embargo, la capacidad de los riñones para eliminar una sustancia determinada del cuerpo está determinada por la cantidad de la sustancia, no por la ingesta de agua o el horario de consumo. Si tenemos que eliminar una toxina (como el alcohol de las tres cervezas que te acabas de tomar) los riñones trabajarán extra y producirán más orina, pero no se eliminará más rápido porque bebamos más agua. 

En definitiva, beber agua es una tarea muy sencilla que se le olvida a demasiada gente, con consecuencias para la salud. Beber por la mañana puede ser una forma efectiva de corregir esta deficiencia. El litro de agua por la mañana se convierte en una póliza de seguro contra los efectos de la deshidratación en nuestro cerebro, y puede contribuir a quemar unas pocas calorías más.  

¿En qué se basa todo esto?

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