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COVID-19: Reinfecciones, mentiras y cintas de vídeo

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Los lectores de más de 50 años captarán rápidamente “el guiño” cinéfilo del título. La película “Sexo, mentiras y cintas de video” se estrenó en 1989. Era tan buena, que en 2006 fue incorporada al Registro de Cine de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos al ser considerada “cultural, histórica o estéticamente significativa” (es obvio que se la estoy recomendando).

Este título es lo primero que me ha venido a la cabeza al leer hoy (14 septiembre 2020) la noticia, procedente de una región del sur de Europa, donde se  afirma la identificación de, ¡no uno! sino cuatro casos de reinfecciones de COVID-19: “Catalunya documenta cuatro casos de personas reinfectadas por COVID-19. Una de ellas es un médico en estado grave ingresado en la UCI de un  Hospital de  Badalona” (sic). Esta noticia ha acaparado los primeros  planos de diversos informativos.

Ustedes no son expertos en este, minúsculo, campo de las Enfermedades Infecciosas por lo que, lógicamente, dan por bueno lo que leen en los medios. Sin embargo, como son inteligentes, extraen conclusiones. “O sea, que se puede pasar dos veces”, “ahora mismo llamo a mis conocidos que lo pasaron sin gravedad para decirles que al siguiente contacto que los infecte va a ser peor”. “Entonces, si la infección natural no impide segundos episodios, la vacuna no va a funcionar jamás”. Me pongo en su piel, la sensación es terriblemente pesimista: “el cielo caerá sobre nuestras cabezas”.

¿Saben cuál ha sido mi reacción al leer la noticia? Ignorarla; y al mismo tiempo lamentarme: ¡qué irresponsabilidad! Me explico pero antes, les ruego, me den permiso para unos paréntesis.

En junio del 2020 tuvo una enorme difusión en los medios la siguiente espectacular noticia: Detectan el coronavirus en aguas residuales de Barcelona de marzo de 2019. Investigadores de la UB lo han detectado en estas fechas, lo que significaría que estaba presente un año antes de que se declarara la pandemia a nivel mundial”.“Este sorprendente descubrimiento indica que el virus circulaba por Barcelona mucho antes de la confirmación de cualquier otro caso de COVID-19 en el mundo.” Les confieso que cuando lo leí lo primero que volví a mirar fue el origen geográfico de la noticia. Yo pensaba que eran de Bilbao ….

Pocas semanas después apareció, en una revista de las nuestras (y que no se difundió en los medios periodísticos) que ante las duras críticas científicas, los autores del artículo habían plegado velas y reconocido que había errores en las muestras y en el procesado. Conclusión: otro fake.

Volviendo a lo  que nos ocupa. ¿Por qué he ignorado la noticia? Otro paréntesis: en medicina, un buen artículo más (un “paper”) publicado en una revista prestigiosa, de alto factor de impacto, puede suponer conseguir una plaza en una oposición o una Acreditación de la ANECA para profesorado. Si digo que todos los investigadores “venderíamos nuestra alma al diablo” por conseguir una buenísima publicación, creo que no mentiría. 

Este bicho, su biología y patología son “trending topic mundiales”. Cualquier nueva revelación o avance en su conocimiento es primicia de interés universal. Si yo hubiera tenido un caso claro de reinfección, lo hubiera mandado a una buena revista para publicarlo. No a la prensa. Los revisores de dicha buena revista me hubieran exigido un montón de datos. Por ejemplo: demuestre usted que el sistema inmunológico de ese paciente en concreto es rigurosamente normal. No quiero liarles con detalles, pero las personas con defectos inmunológicos pueden pasar varias veces infecciones que la gran mayoría de las personas solo sufren una vez.

 ¿Qué opinarían del siguiente titular? “Un paciente ha sufrido dos veces el COVID-19. También ha tenido dos episodios de sarampión, varicela, paperas... ¿A que no tiene el mismo impacto psicológico, el mismo gancho?

La otra opción es que yo me inclinara por tener mis 15 minutos de fama (que decía Andy Warhol). Entonces llamaría a cualquier periodista famoso(a) y sería primera página al día siguiente. Yo nunca lo he hecho. Todavía prefiero dormir tranquilo por la noche…

Concluyo. Después de más de 250 millones de infectados en el mundo por este virus habrá, sin duda, publicaciones de 15-30 casos de excepcionalidades exóticas. Porfa, no pierdan de vista el denominador.

Atentos...