Parade: Amor y ruido
Disco de la semana: Parade -Amor y ruido-
Amor y ruidoEn propiedad, ya no podemos hablar de Parade como el one man project del murciano Antonio Galvañ, que en esta ocasión se presenta respaldado por una solvente banda al uso. Solo o en compañía de otros, la buena noticia es que Amor y ruido Galvañ vuelve a elevar (y van...) el listón de calidad con respecto a lanzamientos precedentes.
Ahora sólo falta que alcance de una vez el reconocimiento público, que sin duda merece. Sobran motivos y buenas canciones. Amén de sabrosos estándares reconocibles como La tierra posapocalíptica, la novedad sonora viene por el afrancesamiento de parte del repertorio.
En Reality en la casa encantada se apropia del espíritu del primer Gainsbourg para aliñar motivos costumbristas con su encantadora imaginería de serie B, mientras que Marc Modular es directamente una chanson patafísica con el sello de Boris Vian. Pero Amor y ruido depara más alegrías, en forma de melancolías letanías al piano, como El día inesperado o Amor romántico, que narra la confesión de un ajado rey vampiro que se rinde definitivamente a su depredadora naturaleza a costa de sacrificar los asuntos del corazón.
Si no fuera por ti es una secuela no confesa del clásico de Carlos Berlanga, Si no es por ti, con una mayor carga de mala leche acorde a la miseria de estos años de crisis. La penosa actualidad también se desliza en el texto de Los muertos vivientes, vibrante canción pop donde Galvañ se aprovecha de las connotaciones sociológicas del icono de terror de moda para arremeter con furia contra casi todo. La vida tal cual.
Canción de la semana: Paul McCartney -New-
NewLa operación de rejuvenecimiento del bueno de Paul McCartney viene avalada por el trabajo de hasta cuatro productores. La idea es quitarse unos cuantos años de encima sin parecer un alienígena ni repetir aquellos horrores sonoros de los ochenta, cuando tanto astro arruinó su reputación a base de sintetizadores.
El single elegido, New, es quizá una de las bazas más nostálgicas del álbum, quizá porque se nota la mano del retrofuturista productor Mark Ronson. Si se nos dijera que estamos ante una maqueta descartada de las sesiones del Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band regrabada con los trucos del momento, a lo Smile de Brian Wilson, no lo descartaríamos, lo que no es necesariamente malo.
New es un single trotón y efectivo, cuyo estribillo irresistible proporciona satisfacción inmediata. Tampoco lo situaríamos en el top 20 de las mejores canciones compuestas por Macca, pero después de tantos años de saqueo ajeno al legado de The Beatles, tiene más derecho que nadie a tomarse una copita para celebrar los viejos tiempos.
Clásico de la semana: Tindersticks -Tindersticks II-
Tindersticks II-
El 20 aniversario del debut de Tindersticks ha cogido a la banda de Nottingham en plena gira y rehaciendo algunas de sus canciones más emblemáticas. Hace ya tiempo que viraron el rumbo para no caer en la autoparodia, pero sus seguidores siguen atrapados en la espectral belleza y melancolía de sus tres primeros discos.
Su también homónima ópera prima puso las cartas sobre la mesa y en Curtains (1997) perfeccionaron el estilo, pero es en este segundo disco donde se encuentran todas las bazas por las que ya se han convertido en una banda clásica: intrigantes ejemplos de neorrealista spoken word –My Sister, en la que comenzaron a explorar su faceta cinematográfica–, esquizoides instrumentales donde dan rienda suelta a su vertiente más experimental –Vertrauen II y III– y, por encima de todo, lamentos de pop de cámara que evocan, y superan, los de maestros del arte del llanto como Scott Walker, Lee Hazlewood, Jacques Brel o Townes Van Zandt.
Más de 70 minutos de camas desechas, vino barato, nicotina, madrugadas en vela y despertadores que devuelven a la realidad. Lánguidas y evocadoras piezas impregnadas de misterio y tensión, como Tiny Tears o No more Affairs, en las que el estallido final de las cuerdas de Dickon Hinchliffe nos deja el corazón encogido de tristeza. Sólo se filtra algo de luz en el precioso dueto –otra constante de los discos de Tindersticks que Staples entabla con Carla Torgerson, de los Walkabouts. Su letra resume la encrucijada por la que atraviesan los personajes del disco: malvivir aplastados por los recuerdos o cargar con un abultado saco de mentiras, y seguir adelante. Uno de los discos más dolorosamente hermosos de la historia del pop.
Videoclip de la semana: James Blake & Chance The Rapper -Life round here-
Life round here-
Sobre el papel, rebozar el 'fraseo epiléptico' de la nueva promesa del hip-hop Chance The Rapper en esa crujiente rodaja de electrosoul que es Life Round Here tenía todas las papeletas para triunfar. Y James Blake, que no se rodea de cualquiera, ha redondeado la jugada encargando un vídeo del remix al ubicuo Nabil Elderkin, en cuyo currículo figuran luminarias como Arctic Monkeys, Frank Ocean, Bon Iver y Kanye West.
El vídeo, impregnado de un fuerte realismo mágico y articulado por una potente narrativa cinematográfica, muestra al dúo dinámico en narcótico paseo en coche mientras en las calzadas se conforman insospechadas alianzas raciales. Pese a que a veces Nabil fuerza la máquina con las metáforas en blanco y negro, volvemos a rendirnos a la evidencia de que todo lo que roza Blake se acerca asquerosamente a la perfección.
Festival de la semana: Deleste
A Katrina Mitchell y Stephen McRobbie, únicos 'supervivientes' de los escoceses The Pastels les resbala mucho su condición de grupo de culto. Ni las flores a su refulgente discografía de pesos pesados como Thurston Moore y Kurt Cobain han sido capaces de sacarles de su prolongado letargo de 16 años.
Slow Summits, su convincente vuelta discográfica, les trae por fin de gira por España. Son el principal reclamo de Deleste, nuevo festival que se celebra el 18 y 19 de octubre en el Espai Rambleta de Valencia. El resto de cartel lo forman buenas bandas nacionales. Lo son, desde luego, Tachenko y Triángulo de amor bizarro, que ha vuelto a superarse en 2013 con dos discos entre lo mejor de sus negociados respectivos, pop perfecto y distorsión. Tampoco convendría perderse el vudú-blues de Guadalupe Plata, el incendiario garage-rock de Mujeres o las descargas eléctricas de Toundra, con uno de los directos más contundentes dentro y fuera de España.