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'America first, Spain second', humor global para trolear a Trump

“America, first”. Seguro que si cierras los ojos y te imaginas a Donald Trump, esta es una de las frases que podrías asociar al nuevo presidente de los Estados Unidos. En un contexto en el que los asesores de marketing político insisten en un modelo de repetición propio de la propaganda de mitad del siglo XX, la red termina siendo el lugar donde parodiar y manipular estos excesos.

Como ya recogió Vertele, este jueves llegó a España la famosa cadena memética de programas televisivos de humor que se han unido en una competición de coña para ver quién realiza el vídeo que consiga posicionar a su país como el segundo, dando por hecho que, tal y como repite Donald Trump, América es el primero (“America, first”). Tanto el Intermedio como Late Motiv de Buenafuente han sacado sus propias versiones. Un Youtuber ya había hecho una versión dos días antes que ha llegado a tener más de 180.000 visualizaciones.

El origen de esta broma surge en el programa holandés de humor “Zondag met Lubach”, donde produjeron el vídeo inicial que marca el tono y el formato de los demás, ya que todos usan una voz en off que recuerda mucho a Donald Trump. En su vídeo, que acumula más de 22 millones de reproducciones en YouTube, se preguntaban: “Nosotros entendemos totalmente que América vaya primero, pero, ¿podríamos decir que Holanda va segunda?”. Además ensalza irónicamente el valor de ser holandés con reflexiones como “Nosotros hablamos holandés. El mejor idioma de Europa. Tenemos las mejores palabras. ¿El resto de idiomas? Fracaso (...) El alemán no es ni siquiera un idioma”.

Tras la viralización del vídeo holandés, llegaron el resto de países. La versión de El Intermedio define a España “un país fiel a la mayor de sus tradiciones: hablar mal otros idiomas”. Contestando al vídeo holandés, también dice que “somos mejores que los holandeses. Quizás no les vencimos en el siglo XVII, pero les dimos una paliza en 2010”, en referencia al mundial de fútbol. El vídeo termina diciendo, “nos conformamos con no ser los últimos. Eso ya lo conseguimos en Eurovisión”.

La versión de Late Motiv empieza diciendo que la Naciones Unidas envían un mensaje en representación España porque “el Gobierno está demasiado ocupado estropeando el país”. El vídeo empieza presentando a los españoles como “los mexicanos europeos, los buenos mexicanos”. Se enorgullece de tener a Julio Iglesias por “ser más macho que Trump, y también más naranja”. Cómo no, ensalza una de nuestras tradiciones más bellas, “robar dinero público”. Y por último y en relación a Colón dice que “España descubrió a America primero”.

En otros países también ha dado mucho juego. Suiza el programa de televisión “Deville Late Night's” en SRF channel realizó su propia versión y cómo no, contestaban al vídeo holandés diciendo “Nosotros tenemos montañas gordas y bonitas, no estamos planos como Holanda” o les recuerda a los americanos que ellos también odian la UE y que de hecho ellos inventaron el Brexit y que como Suiza nunca formó parte de la unión, “El Brexit debería ser llamado Schwexit”.  

En Dinamarca el programa “Natholdet” de TV2 remarcaban que ellos sí que tienen las mejores palabras como “Kolddampsatomsabsorbtionsspektrofotometri”. O en Portugal, donde el programa “5meianoite” recuerda que “el 60% de los americanos piensan que Portugal es una provincia de España. Ellos probablemente votaron por ti, Donald”.  

Así hasta más de 15 países ya han producido sus vídeos y están todos recopilados en la web cuyo encabezado es “¿Quién quiere ser el segundo?”.

La cadena es un ejemplo de cómo la red funciona como una máquina de generar memes, donde se impone la gamificación y la necesidad de formar parte de los juegos narrativos que genera Internet. Que el humor sea una herramienta de agregación no es novedad. Y que lo haga para cuestionar estereotipos propios y ajenos es una buena noticia en tiempos donde se imponen relatos sombríos que refuerzan políticas racistas, xenófobas o machistas. Aunque también cabe preguntarse con cierto escepticismo, ¿convertir a Trump en un icono pop no podría ser una forma de hacer más tolerables sus políticas?