El volumen de literatura infantil “La abeja de más”, del cubano Andrés Pi Andreu, que desde su primera publicación en 2013 ha sido traducido a nueve idiomas menos al inglés, acaba de alzarse con el Premio Campoy-Ada que, por primera vez, convocó la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE).
La noticia tomó hoy por sorpresa a su autor en Miami, donde vive y ha escrito buena parte de su extensa obra literaria.
Para Pi Andreu este premio significa “un gran paso de avance en el reconocimiento de la cultura hispana en Estados Unidos, como parte de la cultura nacional”, expresó el autor, y dijo estar orgulloso de que la Academia Norteamericana de Lengua Española se haya fijado en un texto que continúa “pidiendo a gritos” una publicación en inglés, luego de haber sido traducido al catalán, al gallego, al coreano y al alemán, entre otros idiomas.
“Durante mucho tiempo éramos en Estados Unidos un ajiaco sin caldo, en el que las culturas estaban separadas”, manifestó.
“Al crear un premio nacional de este tipo estamos hablando de dos de las más grandes gestoras de la lengua española en este país, pues ellas han hecho una labor que trasciende el idioma. Son dos grandes gestoras culturales de Estados Unidos”, opinó el autor.
Pi Andreu se refiere a las dos mujeres cuyos nombres lleva el Premio: Alma Flor Ada e Isabel Campoy, “importantes educadoras que no solo han escrito libros para niños, sino también la adaptación de textos para ser utilizados en la enseñanza del idioma inglés”, sostuvo Pi Andreu.
Fue la propia editorial Santilla, que funciona en toda Iberoamérica, la que envió su título “La abeja de más” al concurso.
El autor confesó que se divirtió mucho trabajando en el libro conjuntamente con el ilustrador español Kim Amate, un proceso que duró todo un año.
“La abeja de más” es una historia ambientada en un panal, donde un día las abejas deciden realizar una investigación científica para saber por qué no tienen más espacio, y ponen a abejas arquitectas y matemáticas a calcular todo, hasta que llegan a una conclusión que “conmueve y forma el caos en el panal”: Hay una abeja de más.
“Se forma el pánico porque alguna plantea que hay que identificar a esa abeja”, explica el autor.
La abeja matemática propone asignar un número a cada una; la abeja lingüista propone hacer un test de acentos para detectar los foráneos. La abeja abogada propone elaborar certificados de nacimiento y pasaportes, mientras la abeja espía se decanta por construir un detector de mentiras.
“La historia, más que en la inmigración, está inspirada en el tema de la inclusión. Uno podría sentirse inmigrante dentro su propio país”, dice Pi Andreu sobre el argumento.
“Este libro no está pensado sobre lo que ocurre en un país, sino sobre lo que sucede en un panal. El panal es la metáfora tal vez del planeta”, confiesa el autor y sin contar exactamente el final dice que las abejas “encuentran una buena solución, la mejor de las soluciones”.
El libro es utilizado por Santillana como parte de sus programas educativos en Latinoamérica para la enseñanza en español del tercer grado, explicó el escritor cubano que ya trabaja en una novela para adultos, contratada por una editorial cuyo nombre no quiso revelar.
“Santillana le ha encontrado un valor pedagógico a este libro. Yo diría que 'La abeja de más' genera una buena clase, aunque mi objetivo nunca fue organizar una moraleja, sino que tanto adultos como niños se diviertan y piensen mientras leen”, detalla el creador.
La entrega del Premio Campoy-Ada, que para la primera edición convocó además otras categorías como Poesía Infantil, Juvenil y Biografía, tendrá lugar el 24 de febrero en San Antonio, Texas, adelantó el cubano.
Con su novela juvenil “274”, una historia de emigrantes narrada desde la perspectiva de un adolescente muy listo y también muy triste, Pi Andreu obtuvo en 2016 la Medalla de Oro de los Florida Book Awards en la categoría de Literatura en Español, así como el Premio Apel les Mestres (Planeta) de 2010 por su libro “La ventana infinita”.