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Ángeles Caso: Un país que no respeta la cultura está condenado a la esclavitud mental

EFE

Huelva —

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La escritora y periodista Ángeles Caso considera que “un país que no respeta la cultura, el pensamiento, la creación estará condenado siempre a la pobreza y a la esclavitud mental”, por lo que es crítica con la situación que se vive en España, donde la cultura “está arrasada”.

Así se ha pronunciado Caso con motivo de su presencia en Huelva donde participará en el ciclo “Presencias Literarias”, un evento promovido por el Área de Cultura de la Universidad de Huelva, en el que podrá intercambiar palabras con sus lectores acerca de su última novela 'Todo ese fuego' (publicada el 15 de septiembre de 2015), en la que aborda la personalidad de las hermanas Brontë, según un comunicado de la universidad de Huelva.

Para Caso, esa situación que vive el mundo de la cultura se debe “en parte por la crisis y en parte a un gobierno que ha utilizado la crisis como una excusa para acabar con la cultura en España”, de ahí que sea consciente de que tendrá que dedicarse a otras cosas al margen de la literatura.

“El problema con el que nos estamos encontrando es que ahora los libros se venden muchísimo menos y que conferencias casi no hay, además de otros problemas añadidos que tienen que ver con la situación del país y con el gobierno del PP”, ha indicado.

Todo ello hace que desde hace tres o cuatro años le persiga la idea de marcharse de este país: “Tengo la suerte de que hablo más de tres idiomas, por lo que podría escribir desde muchos otros sitios; para mí lo más cómodo sería irme de España y llevar una vida tranquila, en la que me sintiese respetada por las administraciones y por los gobiernos del país de turno”.

Sin embargo, ha subrayado que lo que quiere es “luchar por cambiar España” y ahora mismo tiene “un compromiso con un proyecto político, que es Podemos, y no quiero tirar la toalla”.

Con respecto a su última novela ha explicado que a las Brontë las descubrió tarde porque “en la adolescencia tenía prejuicios absurdos con el hecho de que sus creaciones fuesen novelas románticas decimonónicas”.

Pero cuando las leyó se quedó “totalmente boquiabierta por el talento extraordinario y por el atrevimiento que habían tenido al escribir algo así en pleno siglo XIX”; ello unido a la visita que realizó a su casa hace tres o cuatro años: “me apeteció recomponer un día de aquel verano, en el que estaban escribiendo sus novelas, felices”.

Ha indicado que su pretensión con el libro era “ponerle imaginación a sus almas e intentar recrear su mente”, por ello confía en que “quien lo lea entienda que no es una novela histórica, sino que es una novela que transcurre en un día, dentro de la mente de las hermanas Brontë”.