El reconocido poeta peruano Antonio Cillóniz, que acaba de ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Perú que recogerá a principios de diciembre, ha valorado que la poesía es “algo social” y es “emoción” que “infiltra” ideas en los lectores.
En una entrevista con Efe en Ceuta, ciudad donde reside desde hace quince años tras ejercer como catedrático de Lengua y Literatura en un instituto, ha dicho que intenta impregnar su poesía de “valores humanos” y ha reconocido que es “buen momento” para escribir porque los temas “jamás se agotan”.
Antonio Cillóniz de la Guerra (Lima, 1944) ha reconocido haber recibido esta semana con “sorpresa y satisfacción” una llamada que le informaba del Premio Nacional de Literatura de Perú, que le ha dejado “agotadísimo porque no paro de contestar a felicitaciones y recibiendo invitaciones para viajes. Ha sido una verdadera locura”.
El galardón le ha cambiado la vida “pero no para mí, pero sí como soy visto por los demás, aunque mi obra sigue siendo la misma. En el Perú llevaban casi 40 años sin convocar este premio nacional, se instauró en el 2017 y ahora me lo han dado por la obra Usina de Dolor que publiqué el pasado año, lo cual me llena de satisfacción porque es un reconocimiento muy importante”.
En su opinión, aunque los temas universales “son escasos”, lo importante es su desarrollo “que es lo que enriquece. Las posibilidades de combinación son infinitas y eso le da la novedad porque toda la literatura, incluyendo la poesía, se basa en una concepción artística de cómo voy a decir las cosas y en una visión del mundo de qué es lo que voy a decir, y lo que vale es ser original en ambas”.
El peruano ha puesto de manifiesto que “si hay novedad en una sola parte se es un buen escritor, poeta o novelista pero si no hay novedad las obras son menores. Seleccionamos a unos cuántos porque hay una novedad de la visión del mundo que transmiten”.
España es tierra de buenos escritores. “Antonio Gamoneda, Jesús Hilario Tundidor y otros jóvenes que van saliendo son algunos ejemplos. Sin embargo, hasta que uno no tenga una obra acabada de 70 años no merece la pena incorporarlo a los currículum como me decía un profesor”.
“Los poemas deben ser breves para que la intensidad del lector no decaiga”, ha reflexionado antes de pedir a los jóvenes escritores que “lean mucho, entre ellas las traducciones, aunque la poesía es más intraducible que la novela y en otros idiomas se puede perder el significado que le quieres dar”.
Cillóniz, cuyos versos figuran a pié de un monumento en el Parque del Amor del municipio de Miraflores en Lima -donde residía-, ha indicado que este premio “es el de mayor prestigio, se da cada dos años y ahora me ha llegado este momento. A mí la poesía me cautivó en el año 1958, llevo muchos años en el oficio, empecé a publicar en revistas españolas en 1965 y mi primer poemario en 1968”.
El autor llegó por primera vez a España en 1961 para estudiar en la Complutense de Madrid, luego regresó a Perú para dirigir el Instituto Nacional de Cultura (INC) que dependía del Ministerio de Educación, hasta que dimitió.
“Al dimitir se me cerraron muchas puertas porque había muchos enfrentamientos ideológicos en Perú y regresé a España en el año 1975. Oposité al adquirir la doble nacionalidad y ya me quedé en Madrid. Luego me fui a Cádiz y finalmente llegué a Ceuta donde ya llevo quince años”, ha repasado con Efe.
Premio Poeta Joven del Perú (1970), Premio Extraordinario de Poesía Iberoamericana (1985) y Premio César Vallejo (1999) por el conjunto de su obra poética son otros galardones que adornan la extensa trayectoria del autor.
“Me han ido llegando los premios, el Poeta Joven del Perú era muy difícil de conseguir porque se da cada cinco años y a menores de 30 años, que me dieron con el poema 'Después de caminar cierto tiempo hacia el Este', luego el de Poesía Iberoamericana que se hizo en homenaje a Antonio Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández con 'Una noche en el caballo de Troya' y finalmente el Premio César Vallejo”, ha afirmado.
Antonio Cillóniz recibirá el Premio Nacional de Perú el 12 de diciembre en Lima. “Llegaré unos días antes porque presentaré un nuevo poemario y hay varios actos previstos. Acabo de estar en Perú en septiembre en el festival internacional primavera poética que este año se hizo en homenaje a mí”.
El poeta le ha dedicado su premio “a todo el que me lea porque la poesía si no se lee está muerta. La literatura es para leer ya que ahora está entrando el lenguaje iconográfico y se está perdiendo la escritura. No se puede perder el sabor del papel, hay que luchar porque los libros sean baratos para que cada uno tenga en su casa su propia biblioteca”.