Ocho artistas emergentes para descubrir el talento latinoamericano por las calles de Madrid

La poesía de Juan Ramón Jiménez no puede ser comprendida sin la influencia de Latinoamérica. Allí se fascinó con los versos de Rubén Darío, se casó con Zenobia Camprubí y se exilió en 1936 cuando su propio país le perseguía por haber apoyado abiertamente a la Segunda República Española. “De América nos separa el agua, solo el agua”, diría entonces el escritor onubense para demostrar el vasto mestizaje entre ambas culturas.

Esta influencia perdura hoy día en muchos más campos de los que podríamos imaginar, desde las artes plásticas hasta la fotografía. El problema es que, en una era donde las redes sociales se han convertido en altavoces de miles autores, cada vez es más complicado destacar aquellos emergentes a los que merece la pena seguir la pista.

Esa es la razón por la que Casa de América presenta 50 creadores latinoamericanos en Madrid, un libro que a su vez sirve como pequeña muestra del gran número de artistas procedente de Iberoamérica que se están haciendo un hueco dentro de la capital española. Además, se encuentra enmarcado dentro del ciclo Acá es Aquí, que busca adentrarse en las costumbres y virtudes de quienes cruzan el océano Atlántico para establecer un nuevo hogar sin olvidarse de sus raíces.

De todos ellos hemos seleccionado ocho perfiles. No hemos seguido un criterio específico más allá de la aleatoriedad y, por tanto, no significa que los creadores aquí mencionados sean mejores que otros recogidos en el libro. La intención es ofrecer una pequeña muestra de los muchos artistas emergentes que podemos encontrar tanto dentro como fuera de nuestro país.

Elisa Insúa

Argentina | Artes plásticas
 

Elisa estudió Economía Empresarial y, aunque a priori pensemos que no, esto influyó en gran medida sus trabajos como artista. Los materiales que emplea para sus creaciones son de descarte o desechos no orgánicos, los cuales sirven para evidenciar la sociedad en la que vivimos: una que busca crecer a toda costa sin importar la huella medioambiental que deje.

“Me interesa abordar mis proyectos desde una perspectiva latinoamericana, por eso investigué y descubrí que cuando los españoles colonizaron América, derritieron la mayoría de los tesoros que encontraron para traerse los lingotes aquí. Yo rescato esos metales de la fundición para utilizarlos y darles sentido artístico; es una metáfora, algo como lavar ese hecho y ayudarlo a sanar”, dice Insúa.

 

Carolina Espinoza

Chile | Cine 

Espinoza llegó a Madrid como estudiante, pero no tardó mucho en especializarse como cineasta en uno de sus temas recurrentes: el exilio y la empatía generada entre quienes han tenido que vivir en un país ajeno, situación que ella ha vivido en primera persona.

“Me parece un privilegio que mi trabajo implique un lazo con mi país de origen, como un cordón umbilical. En mi trabajo artístico siempre surgen mis raíces, mi manera de pensar siempre es en chileno. Me gusta sentir que puedo visibilizar el aporte que hacemos las personas fuera de Chile”, señala Espinoza.

Marco Motta

Brasil | Danza

Danza y activismo son los dos pilares de Marco Motta. Utiliza sus coreografías para reivindicar sus raíces y su condición como migrante, pero también para despertar conciencias sobre algo que a pesar de las cumbres y las promesas políticas todavía es necesario reivindicar: el futuro sostenible del planeta.

“Siempre intento que se note de dónde vengo, lo que soy, lo que quiero enseñar. Utilizo movimientos del Capoeira o música brasileña porque quiero que la gente aprecie y aprenda de mi cultura”, afirma el bailarín brasileño.

Ale Uriarte

Costa Rica | Fotografía 

Uriarte lleva fotografiando desde los 15 años, viajando sola y perdiéndose por rincones del mundo con su cámara a cuesta para documentar diferentes costumbres. Ahora ha descubierto que su pasión también puede convertirse en su trabajo, por eso ha decidido montar su propia empresa fotográfica para trabajar en proyectos personales que acerquen Costa Rica a España.

“Acá hay un valor por el arte que no se ve en mi país; hay costumbre de ir al museo, de ver exposiciones. Eso me gusta mucho y me motiva a seguir y a pensar en hacer cosas con mi país desde acá; abrir la oportunidad de mostrar su enorme riqueza escénica”, considera la artista.

 

Victoria Fernández

Venezuela | Ilustración 

El mejor vehículo de expresión no siempre es la palabra. Victoria entró en el mundo de la ilustración de manera autodidacta, después de estudiar Comunicación Social, y decidió potenciar esta faceta que divulgó a través de sus redes sociales. Gracias a sus trazos, además, aprovecha para revindicar la cultura venezolana de donde es originaria.

“Siento que la clave es ser auténtica. Me gusta mucho esa simpleza del arte, la ingenuidad muy propia del Caribe; los colores, la presencia de animales y naturaleza. A mí me gusta hacer cosas alegres, tropicales, típico de Venezuela”, apunta la dibujante.

 

 Pedro Crenes

Panamá | Literatura 

Pedro creció en una casa de cemento, un privilegio en su barrio de Panamá donde el resto de los hogares eran de madera. Ya desde bien joven empezó a escribir basándose en los libros viejos que encontraba, pero realmente fue tras su llegada a Madrid cuando, según él, empezó a apreciar el arte de su patria: Jaramillo Levi, Giovanna Benedetti, Moravia Ochoa… Todos ellos forman parte del escritor que es hoy día.

“Busco resolver muchos temas de la historia de Panamá, un país que necesita narrarse. Hay muchas historias que hay que contar; un aspecto colonial que plaga la sociedad actual, cuestiones de razas, mestizajes de culturas, historias que no pueden ser unidireccionales, que están vinculadas con Colombia y con el resto de Latinoamérica. Como escritores de allá tenemos la misión de hablar desde dentro y no desde afuera de estas historias”, observa Crenes.

Sara Sabag

Bolivia | Música 

A los 19 años Sara se mudó de Bolivia a Valencia para estudiar música. Después de una larga temporada de formación, ya se encuentra consolidada como cantante soprano en la capital y utiliza su pasión para visibilizar su cultura y raíces. Intenta, además, volver cada año a su país para ayudar a niñas que no tienen la oportunidad que ella tuvo.

“El rol pasivo al que ha sido relegada la mujer no es una excepción en el caso de la música. Afortunadamente, hoy las compositoras y directoras están consiguiendo ocupar el lugar que les corresponde; poco a poco deja de ser una excepción, aunque aún queda mucho por hacer. Creo que como intérprete tengo la responsabilidad de visibilizar a estas mujeres y luchar por que se las programe en las salas y conciertos”, opina la creadora. 

Dayana Contreras

Cuba | Teatro 

Dayana encontró en el teatro la vía para expresar sus vivencias. Gran muestra de ello es su último proyecto como directora e intérprete: La ciudad de las damas. En la obra invita a reflexionar sobre la migración, pero desde un punto de vista muy personal y femenino para, entre otras cosas, derribar estereotipos.

En ocasiones ha sentido que por culpa de ellos a veces se valoran más sus orígenes latinos que su profesionalidad, pero la opción, desde luego, no es olvidar las raíces. “En el momento en que yo borro mi acento, me borro yo y borro toda la historia de la migración cubana en España”, reivindica la artista.