El perfil que dibuja el flujo de visitantes a los museos españoles en los diez últimos años termina en un impresionante desfiladero por el que se despeña la asistencia por el efecto COVID-19 y no se recupera con la fuerza necesaria.
En 2021 apenas se ha remontado un tercio de lo perdido en 2020 y las cifras que algunos museos van aportando para 2022, no son excesivamente esperanzadoras.
El Día Internacional de los Museos, que se celebra cada año desde 1977 y que, en esta ocasión lo hace bajo el lema “El poder de los museos”, llega en un momento en el que no solo no se ha retomado la costumbre sino que el conflicto laboral de los vigilantes de sala en los museos nacionales ha hecho que el público se encontrara con salas y horarios cerrados en los últimos meses.
2019 fue un año de especial esplendor para los museos, por eso la caída fue tan estrepitosa. Por ejemplo, el Museo del Prado consiguió en ese año 3,2 millones de visitantes, el mejor registro de su historia. La caída provocada por la pandemia le hizo dejar de ingresar 25,2 millones de euros.
Ningún museo levanta en 2021 y el año pasado la principal pinacoteca de España, el Prado, no fue visitada más que por 1,1 millones de personas. Como enseñanza obtenida del alto consumo de contenidos online durante el confinamiento, estas instituciones artísticas están repensando su modelo digital para enganchar a ese público, incorporando visitas virtuales, 360, Inteligencia Artificial e incluso, en el caso del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, una nueva vía de monetización a partir de contenidos premium.
La mayor capacidad de atracción del público la tiene el Reina Sofía gracias a su combinación del gran museo de arte contemporáneo y la sede para exposiciones temporales que gestiona en el interior del Parque de El Retiro, el Palacio de Cristal. Gracias a ambas, el Reina Sofía está en cabeza con 900.000 visitantes en lo que llevamos de 2022. A pesar de ello, recientemente el Ayuntamiento de Madrid ha expresado que quiere “poner en valor” el Palacio de Cristal, un espacio tan singular que sus visitas, que son cien por cien gratuitas, superan en número a las visitas gratuitas al Museo del Prado.
El museo que peor está remontando la crisis es el Prado, cuya variación entre 2019 y 2021 es del 65% (solo el Museo del Traje, cerrado durante un largo periodo de tiempo por remodelación, empeora lógicamente esos datos). El Museo Nacional de Catalunya tampoco recupera visitantes a buen ritmo, aunque la exposición sobre Gaudí que comparte con el Musée d'Orsay debería mejorar las perspectivas del segundo semestre.
En cambio, el Museo Thyssen-Bornemisza recupera visitantes con mayor rapidez en 2021 y su variación en ese periodo es del 35%. Este ha sido un gran año para la pinacoteca que alberga la colección que el barón Thyssen vendió al Estado español, ya que se ha complementado con la colección que Carmen Thyssen arrenda al Estado, cuyo contrato se firmó el pasado 9 de febrero, durante 15 años a razón de 6,5 millones de euros por año. Además, ha sido el museo más beneficiado de las espectaculares subidas presupuestarias que ha conseguido el Ministerio de Cultura este año, contando con un incremento de 11 millones de euros.
Los museos nacionales han conseguido aumentar el presupuesto destinado a ellos en un 20,5%. El del Prado ha crecido en 7 millones de euros mientras que el del Reina Sofía, solo en 4. El principal museo de arte contemporáneo debería recibir también una inyección de visitantes cuando en enero del año que viene se comuniquen las cuentas anuales, gracias a la reordenación de su exposición permanente.