El barcelonés Carlos Bassas del Rey, con Justo“, y el argentino Juan Sasturain, con ”El último Hammett“, han sido galardonados ex aequo este viernes con el premio Dashiell Hammet de novela negra en la XXXII edición de la Semana Negra de Gijón.
El jurado del premio, que otorga la Asociación Internacional de Escritores Policiacos, ha elegido las obras ganadoras por unanimidad al valorar la apuesta de ambos autores por explorar los límites del genero.
En “Justo”, Bassas del Rey ha rendido un homenaje a su ciudad natal, Barcelona, en la figura del personaje de un anciano cabreado como eje en el que pivota una historia negra.
La novela de Sasturain gira en torno a los últimos años del escritor Dashiell Hammett, en los que afronta su decadencia física y literaria.
“Justo emplea un estilo despojado y perfila un personaje que se caracteriza por su fuerza simbólica, y El último Hammett constituye un ambicioso ejercicio narrativo sobre un referente del género”, expresa el acta del jurado.
Además, la Semana Negra de Gijón ha concedido el premio Rodolfo Walsh al mejor relato policial basado en hechos reales al coruñés Nacho Carretero por “En el corredor de la muerte”, que narra la historia de Pablo Ibar, encarcelado en Estados Unidos por un crimen que asegura no haber cometido.
Carretero, conocido por su libro “Fariña”, sobre el trafico de drogas en la costa gallega que fue la base de una serie de televisión de éxito, ha declarado su confianza en que este premio contribuya a dar ánimo a los familiares de Ibar que luchan por que recupere la libertad.
Pablo Ibar fue sentenciado a la pena de muerte en un juicio al que se le atribuyen defectos de procedimiento, hasta que un tribunal de apelación revocó la pena y lo condenó a cadena perpetua.
Carretero ha dicho hoy en la Semana Negra de Gijón que se siente “mas periodista que escritor” y ha anunciado que “En el corredor de la muerte” se convertirá en una serie de televisión.
El jienense Jesús Maeso de la Torre ha sido galardonado con el premio Espartaco a la mejor novela histórica por “Comanche”, un relato sobre los españoles que conquistaron el suroeste norteamericano.
El premio Celsius a la mejor novela de Ciencia Ficción y Fantasía ha sido concedido al leonés Luis Artigue, por “Donde siempre es medianoche”, un relato “distópico” que tiene a la crisis económica como referente simbólico.
Artigue ha dicho que se planteó la hipótesis de un tiempo en el que nunca amanece, en una noche prolongada que devuelve a la ciudad a una suerte de Edad Media en la que surgen indignados.
Por último, Enrique Llamas ha obtenido el premio Memorial Silverio Cañada a la mejor primera novela negra de un autor, por “Los Caín”, en la que hace una radiografía social de la vida en las zonas rurales de España.
Llamas ha explicado que la historia le vino a la cabeza en el verano de 2010, cuando vio morir sin causa aparente a decenas de ciervos en la Sierra de la Culebra, en Zamora.
El autor ha indicado que vinculó este caso con la historia de su padre, que fue maestro rural, para contar el miedo y la cerrazón que están presentes en el campo castellano.