Tras las acciones de activistas climáticos realizadas en los museos del Prado y de Camberra (Australia) en los últimos días, cerca de un centenar de directores y directoras de museos de todo el mundo han firmado una declaración en la que afirman que “su peligrosidad” les ha “conmovido profundamente”. “Los activistas responsables subestiman la fragilidad de estas irreemplazables obras de patrimonio cultural mundial, que deben ser conservadas”, añaden.
Entre las direcciones firmantes, se encuentran las del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, el Museo del Prado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Louvre, la National Gallery, el British Museum o el Metropolitan, en un comunicado coordinado por ICOM Alemania.
El comunicado también señala cuál es el papel que deben tener estas instituciones en una sociedad tensionada por estos debates. “Los museos son lugares en los cuales las personas con diferentes fundamentos pueden entrar en un diálogo y con ello hacen posible el discurso social”, dicen. Y añaden que además de ocuparse del “acceso hacia la herencia cultural” también deben mantener el museo como “un espacio libre para comunicación social”.
Aunque esta ha sido una iniciativa impulsada por la oficina alemana del Consejo Internacional de Museos (ICOM), la dirección de esta organización incide en la misma línea conciliadora y reflexiva. “El mensaje de ICOM es que queremos ser sus aliados [de la lucha medioambiental] y que los museos amplifiquen su mensaje”, según fuentes de esta entidad, informa Peio H. Riaño.
“Los museos no son fortalezas”
Algunos de los museos nacionales han reforzado en los últimos días la seguridad de las obras. El Reina Sofía ha incrmentado la vigilancia en las salas donde hay más concentración de gente, como la del Guernica, con policía de paisano, así como agentes de Policía en el exterior.
“No podemos poner un policía al lado de cada cuadro”, ha dicho el ministro de Cultura Miquel Iceta este jueves en un acto en el Museo del Prado. Allí, tras la presentación del nuevo programa Prado Extendido, Iceta ha felicitado a este museo por su “reacción y celeridad con la que resolvió el conflicto” del pasado sábado, cuando dos activistas de Futuro Vegetal realizaron una acción de protesta delante de las majas de Goya, pegando sus manos a los marcos de las obras. “El riego cero no existe pero no estamos dispuestos a cerrar ningún museo”, ha señalado Iceta, que ha dicho que el objetivo es “minimizar” las acciones “hasta erradicar las actuaciones”.
Al igual que lo hizo el martes en el Congreso, el ministro ha pedido a los activistas que dejen de realizar sus protestas en los museos: “Hay muchas maneras de expresar una reivindicación sin exponer el patrimonio de todos”. Ha reconocido que “tienen buena intención” pero pide que no pongan “en riesgo” las obras ni tampoco “dañen su causa”.
Miguel Falomir, director del Museo del Prado y uno de los firmantes de ese comunicado, ha dicho este jueves que “los museos no pueden ser fortalezas” sino “sitios de cultura”. Considera que las acciones de los activistas climáticos son “imposibles de parar” y que “no hay nada más fácil que atentar contra una obra”, por lo que es “más importante incidir en la opinión pública que utilizar medidas coercitivas”. Este martes, en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados ante la que compareció Iceta, el grupo parlamentario de Vox exigió a Cultura la “obligación de reforzar” la seguridad en los museos, mientras que PP y Ciudadanos anunciaron propuestas legislativas que amplíen los delitos contra el patrimonio.