La actriz Jessica Chastain no duda en expresarse con libertad sobre cualquier tema, especialmente si tiene que ver con el papel de la mujer en el cine, un aspecto que, en su opinión, no ha sido tratado de forma rigurosa.
“La representación de la mujer en el cine no ha sido certera”, aseguró la intérprete en una entrevista con Efe por el estreno de “Molly's Game”, que llegará a los cines estadounidenses en Navidad.
“Las mujeres históricamente han recibido mayoritariamente papeles en las que han ayudado a los hombres a triunfar en lo suyo, pero se les ha negado la oportunidad de contar sus propios caminos”, apuntó Chastain, una de las mejores actrices de Hollywood.
“Para mí”, añadió, “es importante hacer personajes que representan la realidad de mujeres que conozco, ya sean fuertes como Molly o Mia ('La noche más oscura'), o vulnerables y cariñosos como Antonina Zabinska ('La casa de la esperanza'). Tienen sus propios deseos, no actúan solo para servir a los hombres”.
Chastain es consciente de que llama la atención la variedad de sus personajes hasta la fecha, pero cree que la razón fundamental de que exista esa percepción es porque “la industria se ha equivocado en su forma de valorar a las mujeres”.
“Estoy interpretando a mujeres reales o que conozco en mi propia vida. No son fantasías”, subrayó.
“Molly's Game”, debut en la dirección de Aaron Sorkin, se basa en la historia real de Molly Bloom, una esquiadora olímpica que organizó durante una década las partidas de póker más exclusivas antes de que la arrestaran, en mitad de la noche, 17 agentes del FBI con armas automáticas.
Los jugadores de sus partidas incluían varias estrellas de Hollywood, deportistas, titanes del mundo empresarial y, sin que ella lo supiera, la mafia rusa.
Su único aliado es su abogado Charlie Jaffey (Idris Elba), quien se da cuenta de que hay mucho más en la figura de Molly de lo que los tabloides habían recogido de su vida.
“Esta película tiene que ver con el patriarcado y la sociedad patriarcal en la que vivimos. Habla de las reglas que Molly tiene que seguir, creadas por hombres ricos y poderosos, y que no dudan en cambiar a su antojo”, apuntó la actriz de 40 años.
“La historia refleja toda esa lucha, todo a lo que debe renunciar de ella misma e incluso en lo que se debe convertir para no ser invisible para el resto del mundo y se le escuche. Todo lo que debe hacer para lograr el éxito”, declaró la intérprete, que no dudó en calificar el papel como uno de los más complicados de su carrera.
Chastain aseguró que recitar los diálogos de Sorkin, el guionista de “La red social” o la serie “The West Wing”, fue “una experiencia increíble”.
“Aaron siempre ha sido un cineasta político que habla de justicia social e idealismo en sus historias. Con esta película, arroja luz sobre el trato que recibe la mujer en la sociedad. Y lo hace rompiendo tópicos. Está sola en una cueva repleta de hombres. Es la perfecta anti-esposa”, señaló.
Pero de lo que más orgullosa está es de una escena catártica que comparte con Kevin Costner, que interpreta a su padre en la ficción.
“Es mi escena favorita de todas las películas que he hecho”, declaró la actriz.
La escena llega hacia el final de la película, cuando ambos personajes se reúnen en Central Park y hablan sin fisuras de la gélida relación que han mantenido durante toda su vida.
“En la casa de Molly, el padre es la autoridad moral. En esa escena, uno cree que va a ver el clásico 'mansplaining' (machoexplicación) y no es así, sino que se desnuda la hipocresía de ese hombre y la vergüenza que ha sufrido. Al final es ella quien le consuela. Kevin está fantástico ahí”, explicó.
Chastain, nominada a dos Óscar, quiere poner su granito de arena para traer el cambio a Hollywood. Pero sabe que son los directores de peso como Sorkin quienes deben promoverlo.
“Él podía haber hecho la historia que quisiera para su debut tras las cámaras y le habrían dado el dinero sin dudarlo. Escogió esta historia femenina, dio un papel protagonista a un actor afroamericano y eligió a una mujer como directora de fotografía. Así es como arreglamos este sistema roto”, concluyó.
Antonio Martín Guirado