Numerosos representantes del cine chileno aprovecharon hoy su presencia en la Berlinale, donde Chile es este año “país foco” o invitado especial en el European Film Market, para llamar la atención sobre las violaciones de los derechos humanos que, denuncian, han ocurrido durante las recientes protestas.
En una entrevista a Efe, Constanza Arena, directora de CinemaChile, agencia semiprivada para la promoción del sector audiovisual chileno, explicó que la industria en su país es ahora mismo “efervescente” y “está muy viva”.
Aseguró que el cine chileno tiene “una producción que no se desentiende de la contingencia social, sino al revés”.
“La contingencia social ha alimentado la creación y la activación de narrativas en la calle y desde la calle, pero también reflexionando sobre un país que se está mirando a sí mismo como nunca antes”, afirmó.
A modo de metáfora, añadió que “el cine y los audiovisualistas son los ojos de Chile” y se refirió así a los 445 casos de lesiones oculares derivadas de las protestas, según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos de la República de Chile (INDH).
PONER EL FOCO EN LAS PROTESTAS
“Desde el mundo del documental, tenemos que seguir reafirmando nuestro compromiso con los temas que hoy en día están pasando”, dijo por su parte la directora y productora de documentales Paola Castillo.
Los documentales “están siendo un vehículo para mostrar esa realidad, tanto a nivel de la importancia de la participación ciudadana, pero también para mostrar atropellos lamentablemente a los derechos humanos que están pasando en nuestro país”, añadió.
También los géneros de ficción, como las series televisivas, pueden servir para tratar estos hechos, como explicó el director de cine y televisión Hernán Caffiero, ganador de un premio Emmy por la miniserie “Una historia necesaria” (2017), en la que se cuenta la historia de personas desaparecidas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
“La temática chilena, antes ligada al tema de Pinochet pero ahora ligada a lo que está sucediendo en este momento, nos abre un espacio para la denuncia”, agregó.
Opinó que los cineastas en general han “asumido la responsabilidad de hacer denuncias sobre esto” y de utilizar su herramienta, el cine, para “visibilizar estos contenidos y estas historias que son absolutamente necesarias de contar”.
Los representantes del cine chileno quisieron tomarse una foto de familia en la escalinata del recinto que acoge el evento y aprovecharon para mostrar pancartas con lemas como “No a la impunidad” y “Nueva Constitución para Chile”.
Asimismo, se taparon un ojo en solidaridad con los heridos durante las protestas en Chile y corearon cánticos de “El pueblo está en la calle pidiendo dignidad”.
Las movilizaciones en Chile comenzaron en octubre de 2019, para reclamar reformas socioeconómicas y contra el Gobierno de Sebastián Piñera, y han derivado en un plebiscito para la redacción de una nueva Constitución el próximo 26 de abril.
EL CINE CHILENO EN EL PANORAMA INTERNACIONAL
Desde CinemaChile se espera que esta atención especial al país en esta feria, que se celebra en el marco de la Berlinale, se traduzca en una mayor atención de las productoras e industrias internacionales.
La productora Gabriela Sandoval, vicepresidenta de la asociación que creó CinemaChile, explicó que el país tiene “un sector emergente que está muy bien, con una diversidad de contenidos enorme”, y que “no hay festivales en el mundo que no tengan contenido chileno”.
“Pero necesitamos más incentivos”, pidió la productora, que lamentó la falta en Chile de un mayor “cash rebate”, un sistema por el que las producciones reciben incentivos por grabar en el país.
“Sí lo tienen países como Uruguay o Colombia, que realmente han desarrollado una industria”, señaló.
Podría potenciarse, por ejemplo, el tema de localizaciones, ya que “Chile tiene una diversidad de paisajes enormes” y “puede ser increíble como set de localizaciones”, apuntó.
En esta edición de la Berlinale, además de ser “país foco”, Chile presenta “El tango del viudo y su espejo deformante”, una película que el director Raúl Ruiz comenzó a grabar en 1967, pero que quedó inconclusa con su muerte.
Su compañera, Valeria Sarmiento, completó la cinta, que se estrenó el pasado viernes dentro de la sección “Forum”, dedicada al cine experimental.
Paula García Viana