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No se dan bien los biopics –películas basadas en la vida de- de escritores en España. No se ha hecho ninguno de Antonio Machado, pese a algunos intentos, tampoco de Valle-Inclán, y a Lorca le interpretó Andy García en la mediocre Muerte de un poeta, dirigida por el puertorriqueño Marcos Zurinaga en 1995, nueve años después de la serie basada en el granadino de Juan Antonio Bardem. A Galdós, cuando se le ha retratado ha sido casi de refilón en series como Prim, con lo que hubiera dado de sí una cinta en la que también tuviera protagonismo Emilia Pardo Bazán; aunque lo de las escritoras es ya un páramo con salvedades como Santa Teresa de Jesús, de la que se han estrenado varias películas y series. Quizá más por el nimbo de santa.
El último en intentarlo es Alejandro Amenábar, que ha rastreado los últimos meses de vida de Miguel de Unamuno en Mientras dure la guerra, la cinta que estrenará el próximo 27 de septiembre. Por fin una producción de alto presupuesto –casi siete millones de euros- para contar el enfrentamiento entre el escritor vasco y los mandos franquistas pocos meses después del golpe de estado del 18 de julio de 1936.
José Luis Gómez ya le interpretó hace solo tres años en La isla del viento, que mostraba el exilio del autor de Niebla en Fuerteventura, pero la cinta de Amenábar goza de mayores pretensiones (también económicas). Karra Elejalde es el encargado de meterse en la piel del escritor mientras era el rector de la Universidad de Salamanca y soltó su famoso (y reconstruido) discurso en el que al parecer pronunció “venceréis, pero no convenceréis” ante José María Pemán, Carmen Polo y el general Millán Astray, que se revolvió con el antiintelectual “muera la inteligencia” aquel 12 de octubre del 36.
Unamuno, que había llegado a presentarse como diputado en las elecciones a las cortes generales de 1931 bajo la conjunción republicana-socialista fue destituido por Franco, que se había proclamado jefe de estado de la zona nacional, sólo diez días después de aquella escena. El escritor moriría en diciembre de aquel año sin ver terminada la contienda (y el resultado final).
Pese a estos escasos retratos de escritores, en otros países este tipo de películas –y cada vez más series- son un género en sí mismas. La industria de Hollywood es la que más se ha centrado en estas figuras con actores estelares en su momento. Ahí tenemos el Charles Bukowski de Mickey Rourke en Barfly (1987), la Dorothy Parker de Jennifer Jason Leigh en La señora Parker y el círculo vicioso (1994) o el Arthur Rimbaud de Leonardo Di Caprio en Vidas al límite (1995). A continuación, algunas de las cintas más míticas y otras más recientes que se pueden ver en las diferentes plataformas digitales:
Memorias de África
“Yo tenía una granja en África” es, posiblemente, una de las primeras frases de una novela que más han quedado en el imaginario colectivo. Mucho tuvo que ver la adaptación al cine que hizo Sidney Pollack en 1985 con Meryl Streep como su autora, Karen Blixen. Aunque se aparta del texto original autobiográfico, retrata la vida de la escritora en Kenia y su relación con el cazador Denys Finch Hatton (Robert Redford), que es lo que sustenta realmente toda la trama. Porque lo que a nadie se le olvida son las tomas de la sabana desde la avioneta de Hatton y escenas como el lavado del pelo de Redford a una sugerente Streep. Ganó siete Oscar, entre ellos, mejor película y mejor director.
Cyrano de Bergerac
La película se basa libremente en la obra de teatro de Edmund Rostand sobre el poeta francés estrenada en 1897. El texto ya era muy popular, pero la película se convirtió en un hito de los primeros noventa, sobre todo por Gerard Depardieau, que interpreta al feo escritor de versos que enamoran a Madeleine Robin (Anne Brochet), aunque estos son escuchados en boca del guapo Christian de Neuvillette (Vincent Perez). Hoy casi es imposible no pensar en Cyrano sin tener la imagen del rostro narigudo de Depardieau. La película ganó varios Cesar y un Oscar.
Antes que anochezca
Javier Bardem se metió en la piel del escritor cubano Reinaldo Arenas, represaliado por su homosexualidad, en Antes que anochezca, basada en la autobiografía que escribió el propio Arenas y que no fue publicada hasta 1992, dos años después de su suicidio cuando ya estaba enfermo de sida.
Fue nominado al Oscar por esta interpretación. La película hace un recorrido por su infancia, su participación en la revolución y la persecución que sufrió después por sus relaciones homosexuales (y críticas al régimen), que le llevaron al exilio en EEUU en 1980.
Las horas
El film se basa en el libro de Michael Cunningham que obtuvo el Pulitzer en 1999 y que recreaba la vida de Virgina Woolf mientras escribía La señora Dalloway en 1923. Nicole Kidman interpreta a la escritora en una época en la que le acababan de diagnosticar un trastorno de bipolaridad y que se debate en unas cuantas dudas no ya solo sobre la novela que está escribiendo.
Kidman modificó completamente su aspecto –algo muy típico en Hollywood- para retratar a esta autora y se acabó llevando el Oscar.
Capote
Si bien no se sabe qué diría Truman Capote de este biopic, seguro que aplaudiría la interpretación de Philip Seymour Hoffman, con la que además ganó el Oscar. El actor retrata sus tics, sus expresiones y sus gestos en la investigación que realizó junto a Harper Lee sobre los asesinatos de una familia en Kansas y que después le dieron para escribir A sangre fría, un texto que mezcla periodismo, ensayo y pasajes más ficcionados y que son uno de los baluartes de lo que se llamó Nuevo Periodismo. También es un reflejo de la sociedad intelectual y artística en la que se movía Capote en los años sesenta en Nueva York.
Aullido
La vida de Allen Ginsberg fue caótica y así lo muestra esta película interpretada por James Franco que retrata su vida entre 1940 y 1950 y cómo presentó ante el público su poema Aullido. La cinta sirve también para mostrar quiénes fueron los escritores de la Generación Beat –aparecen también Neal Cassady y Jack Kerouac- y cómo supusieron un volantazo en las letras norteamericanas a mediados del siglo XX. La frescura de sus textos hizo que incluso sus editores se enfrentaran a juicios por obscenidad como el que se celebró en 1957 contra Lawrence Ferlinghetti, el primero en publicar Aullido.
Life in squares
Esta serie de la BBC se centra en el Círculo de Bloomsbury, el grupo de intelectuales del que formaron parte Virginia Woolf, su marido Leonard, su hermana Vanessa Bell, su cuñado Clive Bell y otros escritores como E.M. Forster y Gerald Brenan y el economista John Maynard Keynes, entre otros, entre los años veinte y treinta en Londres.
En tres episodios se cuenta la relación entre las hermanas, pero también las discusiones entre los miembros del grupo y sus visiones sobre el amor, el sexo y la creación artística.
Historia de una pasión
Cynthia Nixon es para gran parte del orbe Miranda Hobbes, una de las cuatro protagonistas de Sexo en Nueva York. Sin embargo, en 2016 se enfundó la piel de la poeta Emily Dickinson en esta producción británica que salió muy bien parada en cuanto a la crítica. Dickinson fue una persona muy poco del siglo XXI: escribió para sí misma y no publicó nada en vida.
Esta película trata de indagar en cómo fue precisamente la parte más desconocida de la poeta, su relación con su familia y amistades y su propia heterodoxia en una época de convencionalidades extremas, que la llevaron a alejarse de todo foco social.
Los Durrell
La serie está basada en la autobiográfica Trilogía de Corfú, de Gerald Durrell, hermano del novelista Lawrence Durrell. Narra cómo de la mano de la matriarca Louisa, la familia Durrell abandona Inglaterra para marcharse a la isla griega de Corfú y comenzar una nueva vida.
Allí quedarán patentes los deseos de Lawrence por convertirse en escritor y cómo Gerald empieza a sentir pasión e interés por la vida animal. Años más tarde Lawrence sería uno de los autores más aclamados por libros como el Cuarteto de Alejandría y Gerald se convertiría en uno de los naturalistas y zoólogos más importantes del siglo XX.
Conociendo a Astrid
Los suecos hicieron finalmente el biopic de Astrid Lindgren, una de sus escritoras más universales, y no les salió mal, según la crítica. La cinta no se centra apenas en la creación del personaje de Pippi Calzaslargas, sino en la vida anterior de la escritora, que dista mucho de la felicidad despreocupada de su criatura literaria. Lindgren se quedó embarazada siendo una adolescente y tuvo que sacar adelante a su hijo sin ayudas y en ocasiones teniendo que esconder su maternidad debido al asfixiante clima religioso y moral de la época.
Lo de Pippi llegaría mucho más tarde y nació, precisamente, de contarle un cuento a su hijo por las noches.
Brecht
Los alemanes también se han detenido recientemente en otra de sus figuras capitales del siglo XX: el dramaturgo Bertolt Brecht. En esta película, que mezcla documental y ficción, aborda la creación de varias de sus obras más revolucionarias, aunque también se detiene en gran parte en su vida personal y en sus numerosas conquistas amorosas.
La cinta, que ha alcanzado muy buenas críticas, muestra la faceta política del escritor, pero también cómo este compromiso tiene que lidiar con la libertad de creación.
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