Brad Pitt, un atípico héroe de acción que se niega a disparar una pistola en 'Bullet Train'
La crisis de la mediana edad golpea fuerte a las estrellas masculinas de Hollywood. Cumplen 50 y empiezan a querer demostrar que todavía pueden ser héroes de acción, que sus cuerpos son armas de matar perfectas y engrasadas. Liam Neeson fue el maestro en ese giro. Con un Oscar y papeles dramáticos y míticos en su carrera, decidió que era el momento de repartir mamporros. Brad Pitt ya había repartido buenos sopapos en El club de la lucha y Sr. y Sra. Smith cuando era el niño bonito de la industria pero ahora, rozando los 60, ha decidido protagonizar su película más frenética, violenta y espídica. Se llama Bullet Train, y tiene todas las papeletas para ser uno de los títulos de este verano.
Su responsable es David Leicht, productor que revitalizó el cine de acción con John Wick y que como director ha demostrado su gusto por el pastiche hipervitaminado en Atómica, Deadpool 2 o Fast & Furious: Hobbs & Shaw. Aquí adapta una novela de Maria Beetle llena de mala leche, irreverencia y mucha sangre. Una película en la que muchos asesinos a sueldo coinciden en un tren bala que viaja de Tokio a Morioka. Sus historias se irán cruzando en el limitado escenario de los vagones del transporte dando lugar a una sucesión de loquísimas escenas de acción, a cada cual más exagerada y violenta. A Pitt, que despliega ironía y carisma, le acompaña un socarrón Aaron Taylor-Johnson, Joe King, Bad Bunny, la voz de Sandra Bullock y unos cuantos cameos que conviene no desvelar.
A Leicht le trajo el proyecto con el guion ya escrito su socia y productora Kelly McCormick, y en cuanto lo leyó tuvo claro que quería hacerlo. Asegura que fueron “los personajes”, y principalmente 'Mariquita', el personaje de Brad Pitt (y que tiene al animal como nombre en clave). “No es un héroe normal. Él hace el viaje del héroe, pero realmente no está aprendiendo las lecciones que necesitaría aprender, y creo que el hecho de que todos intentemos solucionar nuestros problemas con tópicos de autoayuda y al final nos perdamos el mensaje real, hace que nos identifiquemos con él”, cuenta David Leicht.
Aunque se defina como “una comedia de acción”, asegura que le gusta pensar que Bullet Train tiene su “marca personal”. “Hay algo muy mío en esta película, y creo que es la culminación de años haciendo películas. Hay un poco de John Wick, un poco de Atómica, un poco de Deadpool 2, un poco de Hobbs & Shaw… esas experiencias como director me han traído hasta aquí y Bulltet Train creo que tiene el sabor de todas las cosas que me gustan”, dice.
El director vuelve a apostar por una película cuya violencia hace que tenga una calificación 'R' en EEUU, lo que obliga a que los menores de 17 años tengan que ir acompañados de un adulto para poder verla. Es la misma que han tenido todas sus obras y aquella que intentan evitar las grandes producciones, ya que su resultado en taquilla suele ser más limitado. Leicht reconoce que es una decisión que hay que meditar bien, porque “las películas con esa calificación no suelen hacer tanto dinero y hay que encontrar el equilibro entre el negocio y lo artístico”. En esta ocasión, lo tuvo claro: “Sentía que no podía hacer esta película con una calificación de 13 años, porque perdería toda la irreverencia que necesitaba. Teníamos que crear este mundo exagerado con personajes exagerados. Son asesinos y tenemos violencia y humor, y no queríamos suavizarlos. El guion era tan provocador que una versión suavizada no hubiera sido correcta”.
Hace un mes, con motivo de los recientes tiroteos sufridos en EEUU, un numeroso grupo de actrices, actores y directores firmaban una carta comprometiéndose a revisar cómo el cine muestra la posesión y el uso de armas. Leicht afirma que “los tiroteos son una pandemia en EEUU”. “Los artistas tenemos que pensar en cómo influímos en la cultura, y creo que como artista puedes influir de forma positiva y negativa en el mundo. Creo que todos debemos ser conscientes de ello, pero creo que esta película es diversión, y creo que las escenas de acción son tan exageradas… además, el protagonista decide no usar una pistola nunca, y creo que ahí hay una declaración de intenciones también”, zanja.
En una entrevista reciente, Brad Pitt decía que creía que se encontraba en “la última etapa de su carrera”. Muchos lo vieron como una pista sobre un posible retiro, pero David Leicht cree que la gente está “haciendo una hipérbole de lo que dijo”. “Creo que está en la cima de su carrera y de su talento, y que simplemente dijo que estaba interesado en explotar un nuevo capitulo dentro de su carrera y avanzar en esa dirección. No veo a Brad dejando de hacer películas, le gusta demasiado y se divierte demasiado haciéndolas”, opina el director.
Bullet Train es uno de los cartuchos de Sony para la taquilla veraniega, por eso David Leicht piensa en el resultado económico, y confiesa que siempre siente “la presión de la taquilla”. “Sony ha sido muy valiente apoyando esta película y haciéndola para los cines, y creo que es necesario que haya mas películas de verano como esta, que no sean solo secuelas y adaptaciones de cómics, así que aprecio mucho que hayan apostado por esta película”, relata.
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