Las acusaciones contra el cineasta Carlos Vermut han reventado la temporada de premios del cine español. Enero y febrero solían ser los meses de la celebración, los éxitos y la palmada en la espalda, pero tras la publicación de la noticia, la industria ha tenido que afrontar un Me Too que ha tardado en llegar. Primero fueron los premios Feroz los que se vieron atravesados por el tema, y ahora serán los Goya, que se celebrarán el próximo 10 de febrero en Valladolid. La propia Academia de Cine decía de forma explícita en un comunicado en el que se solidarizaba con las víctimas que se “visibilizará la reivindicación del fin de los abusos en el cine en la próxima gala”.
Los presentadores del evento, Javier Calvo, Javier Ambrossi ('los javis') y Ana Belén, se enfrentan a la ya de por sí complicada misión de presentar la gala con el añadido extra de los ojos que estarán pendientes de cómo se afrontará el tema de los abusos en la industria. Los tres confirman que se abordará. Los tres se reunieron y fue Ana Belén la que dijo “aquí es el sitio, tiene que ser ahí”. “Fue justo cuando había salido el comunicado de la Academia, del que nos alegramos mucho, porque ahora estamos muy unidos a la Academia, y tendrá su mención en la gala, evidentemente”, apunta Javier Calvo.
Para Ambrossi esta gala debe ser “el reflejo del año que hemos pasado, hacer balance de todo y la idea es que esté entre todo lo que ha pasado ese año”. Quieren que esto sirva para algo. “Queremos convivir en una industria sana, que proteja a las mujeres, que proteja a todo el mundo, porque âdice Ana Belénâ, el cine es un terreno muy frágil, hay muchos sueños implicados y sobre todo venimos de una tradición muy machista. Es muy importante contribuir a ello”, añade Javier Calvo.
“Se juntan muchas cosas que me tocan personalmente, no solo por el tema, sino también por los temas adyacentes como los espacios de seguridad. En un rodaje tienes que tener cuidado de los pasos que da todo el mundo en un momento en el que se pueden aprovechar de ti”, opina Ambrossi y abre un tema que Ana Belén recoge para pedir espacios seguros para las mujeres. Ella leyó el artículo saliendo para un viaje a Santiago de Compostela con la gira de teatro y le hizo preguntarse “por qué las mujeres no se nos da el espacio para estar tan protegidas como para denunciar”. “El sentir que hay una mano que dice, voy contigo, te voy a acompañar, a mí también me ha pasado. Siempre se pone el foco en las víctimas, pero aquí hay unos agresores y las víctimas tienen que ser creídas”, zanja. “Hay una historia que mirar y evolucionar”, coinciden los tres.
También muestran de forma contundente su posicionamiento “al lado de las víctimas, los tres, la Academia y la gala” y de “las mujeres valientes” que han alzado su voz. “Me ha hecho reflexionar mucho sobre cuidar nuestro entorno, y sobre una industria especialmente sensible a este tipo de temas por la vulnerabilidad que hay. Nosotros estamos rodeados de actrices que son nuestras amigas, nuestras hermanas y nuestra familia y es especialmente doloroso”, cuentan los directores de La Mesías que esperan que haya un pequeño debate.
Destacan la importancia de que no haya silencio, y “que se pongan encima de la mesa estos temas porque esa es la gente que cambia la historia”. “Nos dedicamos a contar historias para que avance la sociedad”, añade Ambrossi a lo que Calvo completa: “Contar arroja luz y eso hace que avancemos. También se narra desde tu vida privada, y narrar es una herramienta de cambio”. Eso sí, Ana Belén cree que “es muy importante un mínimo de reflexión”.
Una gala con baile
De la gala se saben pocas cosas. Pero sí que habrá un homenaje a Concha Velasco y ahora los presentadores desvelan otras claves, como que bailarán, algo que pone nervioso a Javier Ambrossi: “En general estoy tranquilo porque realmente me gusta hacerlo, porque han sabido transmitir bien nuestro estilo y nuestro tono. Si la gala hubiera ido en contra de lo que yo sé hacer, estaría nervioso. Por ejemplo, hay cosas de baile que me ponen más nervioso porque tengo que ensayar, y si no tendré que tirar un poco de improvisación si veo que no salen los pasos”. Calvo añade que la gala tendrá “momentos de musical” y que “no tendrá momentos de chiste ni chascarrillo, no es una gala de eso”.
Ana Belén sí que reconoce que tiene “patente de nervios”, algo que también ha venido por compaginar los ensayos con su gira teatral. “A veces siento que me falta el aire, porque estoy con el tiempo muy medido, muy justo, pero es verdad que en la medida en que vamos avanzando, ensayando y hablando de ello, me tranquiliza”.
La gala la definen como personal, “una gala como somos nosotros, que nos gusta pasárnoslo bien” y también una ceremonia “sin estridencias y muy natural, con cosas muy chulas, potentes”. Ana Belén se siente tranquila porque encima “la cantidad de buenas películas es enorme y da gusto estar ahí”. Aunque la gala no guste, saben que siempre estarán “en el recuerdo de muchos compañeros que va a ser su noche y que se acordarán de esta gala”. Todos saben quién es el referente: “La espontaneidad de Rosa María Sardá”.
Leerán las críticas… “si sale bien”. “Si sale mal o si veo que la narrativa es que mal, no lo miraré y ya está”, dice Javi Calvo. “¿Pero tú crees que a estas alturas del juego a nosotros se nos va a mover un pelo por las críticas?”, subraya su compañero. Ante el tema de las críticas, Ana Belén da una lección magistral: aunque quieras escapar de ellas, “siempre viene un amigo que te dice que ha habido malas críticas”. Por eso se fía de su criterio: “Sabemos cuándo la cagamos y cuándo estás acertando y eso, coño, pues lo aprendes”.