El actor Alan Arkin, famoso por su papel en Pequeña Miss Sunshine, por la que ganó el Oscar a la Mejor interpretación masculina de reparto, ha fallecido a los 89 años según ha confirmado su familia a la revista People. En un pequeño comunicado, sus familiares han destacado a su padre como “una fuerza de la naturaleza con un talento único, tanto como artista como hombre”. “Un esposo, padre, abuelo y bisabuelo, lleno de amor que fue adorado y al que extrañaremos profundamente”, concluía la escueta nota.
Aunque Arkin pasaría al imaginario popular gracias al carismático abuelo del filme de Jonathan Dayton y Valerie Faris y por esas lecciones optimistas que daba a la niña que interpretaba Abigail Breslin, su carrera ya llevaba acumulados unos cuantos papeles míticos y otras dos candidaturas al Oscar, las que logró por Que vienen los rusos en 1967 y El corazón es un cazador solitario en 1969. Por la primera, de hecho, ganaría su primer premio importante, el Globo de Oro al Mejor intérprete de comedia. Posteriormente lograría una cuarta candidatura al Oscar por Argo, el filme de Ben Affleck que finalmente vencería como Mejor película del año en 2013.
Aunque su último papel consistió en doblar al personaje de Wild Knuckles en Gru: el origen de los minions, estrenada en 2022, su despedida de la interpretación fue la exitosa serie de Netflix El método Kominsky junto a Michael Douglas, en la que daban vida a un actor de Hollywood y su agente en una reflexión sobre la vejez y la industria del cine. Un papel por el que fue nominado a los premios Emmy de la televisión en 2019 y 2020, unos galardones a los que optó en cinco ocasiones, sin lograrlo ninguna de ellas.
Arkin nació en 1934 en Nueva York, en Brooklyn, pero pertenecía a una familia de emigrantes judíos que llegaron de Rusia y Alemania. Su padre era artista y escritor, y su madre maestra. Antes de triunfar en el cine y la televisión lo hizo en teatro, donde debutó en el musical de Broadway From the Second City en 1961. Tan solo dos años más tarde obtuvo un premio Tony por protagonizar la comedia de Joseph Stein Enter Laughing. Hasta 1966 no logró su primer papel acreditado en el cine (aunque ya en 1957 logró una aparición que ni salía en los créditos en Calypso heat wave), lo consiguió en Que vienen los rusos, y ya en su primer papel importante logró su primera candidatura al Oscar.
También trabajó como director. Lo hizo en dos largometrajes, Little murders (1971) y Se venden incendios (1977), además de en tv movies, episodios de televisión y cortometrajes. De hecho, con el segundo que dirigió, People Soup, logró estar nominado al Oscar al Mejor cortometraje de ficción en 1970.