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“Es una mala película porno, incluso si la pasas rápido”

“La pornografía tiene un único propósito, y es calentarte. Hacer que te corras” -le explicaba didácticamente Stellan Skarsgård al Guardian después del pre-estreno de la última película de Lars von Trier. “Pero si miras esta película, de hecho es una peli porno muy mala, incluso si la pasas rápido. Al cabo de un rato ya ni siquiera reacciones a las escenas más explícitas. Te parece tan natural como ver a alguien comiendo cereales”.

Así explica el actor más famoso de Dinamarca, padre del bello Eric de True Blood y co-protagonista de la película de Trier, por qué Nymphomaniac no es porno; sencillamente, no pone nada. Skarsgård es el actor fetiche de Trier, con el que ha trabajado en su serie The Kingdom para la televisión danesa y las películas Rompiendo las Olas, Bailar en la oscuridad, Dogville y Melancolía.

La ninfómana del título -una Charlotte Gainsburg que también repite con Trier después de Melancolía y Anticristo- le hace recuento de sus aventuras sexuales en una serie de flashbacks, teátricamente resueltos en ocho episodios con título, nudo y desenlace en los que participan Shia LaBeouf, Christian Slater, Willem Dafoe, Jamie Bell y Uma Thurman. La debutante Stacy Martin, una modelo londinense de 22 años, protagoniza los recuerdos de la joven Gainsburg con la ayuda de un doble que “se llama Cindy y es una estrella del porno alemán”.

La ocasión era un pase especial para la prensa local que tuvo lugar hoy en Copenhague, a la que han asistido medios no escandinavos y de la que no leeremos ni oiremos nada hasta el día 17, debido al embargo impuesto por la productora. El estreno oficial de la película, que Trier ha dividido en dos partes de 110 y 130 minutos respectivamente, tendrá lugar en Dinamarca el día de Navidad. Un mini pre-estreno no intencionado tuvo lugar en Florida, cuando el trailer fue emitido en una sala llena de niños que iban a ver Frozen, la última película de Disney.

Una versión sin censurar de más de cinco horas de duración podría tener su estreno internacional en el Festival de Cannes, el mismo festival que le echó por hacer un comentario desafortunado acerca de su identificación con Adolf Hitler durante la presentación de Melancholia.

El gran ausente del elitista evento fue el propio Trier, que no ha vuelto a dar la cara desde el desafortunado incidente.