La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

De revolucionar la moda a ser acusado de antisemita, el documental que rescata a John Galliano del olvido

Javier Zurro

13 de mayo de 2024 01:02 h

0

La pasada edición de la MET Gala terminó con un vencedor entre las sombras. No desfiló, no se llevó los flashes, pero su nombre volvió a la boca de todos tras años sin atreverse a pronunciarlo. Se trata de John Galliano, el diseñador que revolucionó la moda en los años 90 y comienzos de los 2000 hasta que en 2011 protagonizó varios incidentes borracho en una terraza donde profirió insultos antisemitas a desconocidos que acabaron con su fulgurante carrera. Era el modisto más arriesgado, el más revolucionario, el que se atrevía con todo y el que todas las famosas querían para las galas, pero aquel suceso hizo que se tomara un retiro forzoso. Dior le despidió y los que antes vestían sus galas ahora preferían mirar hacia otro lado.

Desde entonces poco se había sabido de Galliano. En 2014 fichó por Maison Margiela, pero su nombre seguía siendo como un tabú entre las celebrities. Por eso esta MET Gala ha servido como rito de resurrección para él. Que la anfitriona y gran estrella de la noche, Zendaya, vistiera dos diseños suyos, inspirados además en trabajos anteriores para otras casas, fue una declaración de intenciones. Él, además, posó con Kim Kardashian, que también llevó un diseño suyo igual que la actriz Gwendoline Christie y otro de los anfitriones, el cantante Bad Bunny.

Este regreso coincide casi en el tiempo con el estreno en salas de cine (posteriormente llegará a Filmin) de Auge y caída de John Galliano, el documental que ha dirigido Kevin Macdonald y que comienza precisamente con aquellos insultos antisemitas que provocaron el final (temporal) de su carrera. El filme indaga en su infancia en Gibraltar, sus traumas de la infancia, la complicada relación con su padre, su abuso del alcohol y la presión sometida por un mundo de la moda que cada vez fue más devorado por el dinero. Todo para intentar entender cómo pudo ocurrir aquello. 

Macdonald quería realizar una película sobre la cancelación. Decidió buscar personas que consideraba que habían sido canceladas, pero tenía claro que no podían ser casos recientes y pensó en John Galliano. “No soy una persona muy aficionada a la moda, sabía algunas cosas, pero no los detalles. Me acordaba del vídeo de 2011, y que fue una de los primeras personas en ser cancelada, que es el término que usamos ahora, por un vídeo grabado por el móvil. Empezamos a hablar y contacté con él, fuimos a verle, y finalmente grabamos la primera entrevista con él en agosto de 2021 en el sur de Francia”, dice sobre el inicio del proyecto.

No fue difícil convencerle. Para el director esto ocurrió por dos motivos: “Primero, quería que la gente lo entendiera. Como dice en la película, no espera que todos le perdonen, pero quiere que la gente le entienda. Creo que él lo ve como parte de su viaje de redención. Pero también creo que también hay una parte de ego, y que él piensa que hay otros muchos diseñadores que tienen documentales sobre ellos y que por qué no hay un documental sobre él. Lo difícil no fue persuadirle, sino que se diera cuenta de que podía confiar en mí y de que iba a hacer una película equilibrada”.

A finales de los años 80 se dieron cuenta de que podían hacer un gran negocio con la moda. Entonces sí, esta es una historia sobre el capitalismo y su efecto en el artista

Una vez logró esa confianza, Galliano le dio libertad creativa total. Nunca le vetó preguntas ni testimonios, ni trató con relaciones públicas que complicarían las gestiones. Así, Macdonald pudo cumplir una de sus normas cuando hace documentales, y es nunca hacer hagiografías. “Me interesa el ser humano, no su imagen. Yo quería hacer un retrato psicológico, complejo y equilibrado de esta persona. Tratar de entender qué le pasó y hacer preguntas morales sobre si debería ser perdonado o no, pero sin posicionarme a un lado o al otro. Quería que ésta fuera una película que provocara conversación, debate y discusión, porque muchas de las preguntas que son centrales en esta película no tienen respuesta”, añade.

Los antecedentes españoles de John Galliano tienen presencia en el filme, y para Macdonald son “importantes en muchos sentidos”, ya que le convertían en un “outsider en Londres, en un inmigrante y eso hace que se sintiera como un extraño”. “A eso hay que sumar ser gay, que en aquel momento en España y en Gran Bretaña estaba muy mal visto, y esas dos cosas lo convirtieron en un doble outsider. Entendiendo por qué se refugió en el mundo de la moda. Lo pasó fatal en la escuela. No lo abordé en profundidad en la película, pero él lo pasó realmente mal en la escuela por el acoso, y se escapó a un mundo de fantasía”, opina el cineasta.

Un documental que se acaba convirtiendo también en una reflexión sobre las adicciones y, sobre todo, la presión del capitalismo hasta en un arte como la moda, que se convirtió en un negocio que explotaba a sus diseñadores. Galliano llegó a producir 32 desfiles al año. “A finales de los años 80 y principios de los 90 se dieron cuenta de que podían hacer un gran negocio con la moda. Entonces sí, esta es una historia sobre el capitalismo y su efecto en el artista. A John nunca lo impulsó el dinero, nunca le interesó el dinero. Alguien lo dice en la película, si le hubieran ofrecido hacer sus espectáculos y nunca le hubiera pagado dinero, habría dicho que sí”.

Por eso cree que fue “la industria la que se apoderó de él y le exigió cada vez más, y él como un artista quiso mantener el control de todo, pero es una persona vulnerable”. La conclusión de Kevin Macdonald es contundente: “Nunca le tendrían que haber puesto en esa situación. Así que sí, creo que esta es una historia sobre cómo el individuo es aplastado por las fuerzas brutas de la industrialización y el capitalismo”.