Los Goya se sacuden la 'viejofobia' hacia las protagonistas: por primera vez, ellas también son mayores de 50
Hace dos años, Manuela Carmena aprovechó su intervención en la alfombra roja de los Goya para pedir más papeles para las actrices mayores. “Yo reivindico con mis 72 años que la vida de las mujeres mayores es apasionante también. Tendría que haber más historias sobre nosotras”, dijo la alcaldesa de Madrid.
Ese año, en 2017, la media de edad de las actrices nominadas fue una de las más altas de la historia del premio: 45 años en las protagonistas y 60 en las de reparto, debido a la nominación de Terele Pávez por su papel en La puerta abierta.
No obstante, también fue un buen año para apreciar que las actrices de más edad se suelen conformar con los papeles secundarios. Una brecha de 15 años lo atestiguaba. En el caso de los hombres, en cambio, la media de los actores protagonistas era de 48 años y la de reparto de 47. Sobre el escenario, Ana Belén, galardonada con el Goya de Honor a sus 65 años, aseguraba que “si no se necesitasen mujeres para interpretar a mujeres ni siquiera estaríamos las que estamos”.
Este año, parece que los Goya han escuchado la súplica de Carmena y, por primera vez, las protagonistas son mayores que las nominadas a actriz de reparto, demostrando que, si se quiere, hay espacio de sobra en la ficción para las mujeres que rozan la cincuentena, e que incluso la superan.
Los datos de 2017 y 2019, sin embargo, son una excepción en la historia de los premios, como demuestra el análisis de las 497 nominaciones a los principales premios de actuación (protagonista y de reparto) desde 1987. Las actrices candidatas a mejor actuación principal y secundaria tenían, de media, cinco años menos que sus compañeros varones.
¿Trata igual el cine español a los actores y actrices con más años cumplidos? Los datos de los Goya señalan que la Academia, en el caso de las mujeres, valora su capacidad interpretativa, fuerza expresiva, verosimilitud y también su juventud.
Descubre en el siguiente gráfico qué edad tenían todos los nominados a mejor actuación principal y secundaria en los Goya desde 1987.
El clamor de las actrices por la discriminación de edad también se escuchó al otro lado del Atlántico por parte de las profesionales norteamericanas en la ceremonia de los Oscar. “Demasiado vieja” es el violento rechazo que muchas han escuchado en los despachos de los productores por superar la treintena. Un análisis de las 1689 nominaciones a actores y actrices en los Oscar, realizado por eldiario.es, reveló que las mujeres son, de media, seis años más jóvenes que sus compañeros varones.
Ambas industrias siguen un nefasto precedente que las castiga a ellas por envejecer, mientras que a ellos les aplaude por su veteranía. No es nada nuevo. Sí lo es que, este año y por primera vez en la historia de los Goya, las nominadas a protagonistas sean bastante más mayores (50 años de media) que las nominadas a actriz de reparto (34 años), aunque aún queden lejos de la media de sus homólogos este 2019, como se ve en los gráficos.
La más veterana es Susi Sánchez, nominada a los 64 años por La enfermedad del domingo. Además, es el primer año en el que todas las protagonistas superan la cuarentena, siendo Penélope Cruz la más joven del grupo con 44 años. Excepto Najwa Nimri, las otras tres actrices están nominadas por películas que se basan en relaciones maternofiliales, unos papeles relegados normalmente a la categoría de reparto.
En cambio, en dicha sección, este año compiten tres nuevos talentos frente a una veterana. Anna Castillo, Natalia de Molina y Carolina Yuste no superan los treinta, a pesar de que la media de las nominadas a esta categoría está en los 50 años. La única que se acerca a ese valor es Ana Wagener por El reino, a sus 57 años.
Aunque ahora es una de las más queridas de nuestro país y demuestra que se pueden escribir papeles para mujeres de cualquier edad, Penélope Cruz también fue la actriz más joven nominada en 1993 por Jamón, Jamón. Tenía 18 años. Si ella ha podido romper este peligroso patrón que amenaza a nuestras intérpretes, queda trabajar para que no sea un lujo reservado a las más populares.