Santiago Segura, que dio vida a uno de los personajes más casposos y machistas que han nacido en la historia del cine español, cambia las habituales frases de Torrente por un discurso para intentar sumarse al feminismo. En una entrevista concedida a El Mundo con motivo de su última película, Sin rodeos, el actor y director asegura que ha tenido que echar la mirada atrás para “revisar comportamientos”.
“La belleza siempre me ha atraído. Yo veo a una chica guapa en el bus y me llama la atención. Antes me quedaba mirándola. Ahora no lo hago, por si mi mirada la pudiera violentar. Ahora la miraría de reojo si eso”, explica Segura al periódico.
Además, el director dice simpatizar con el movimiento #MeToo, pero matiza que en España “no hay un Weinstein” porque “su caso, incluso en Estados Unidos, fue muy brutal. Como un asesino en serie, casi”. Aun así, añade que “hay que dejar claro que no es lo mismo un sobón que un acosador, violador o abusador. Esos son delitos tipificados”.
La parte mala del #MeToo, según Segura, es “que se radicalice”. Pone como ejemplo la iniciativa de un colectivo feminista para retirar la estatua de Woody Allen de Oviedo, algo que le parece “exagerado”. Mantiene que el neoyorquino “es un hombre que ha sido juzgado por una cosa, ha sido absuelto y aquello está lejísimos”. Por ello, considera que no puede opinar sobre algo que desconoce. “¿Qué puedo juzgar de Woody Allen? Su obra. O si en un juicio le declaran culpable... Pues eso. Ahora, el chisme en sí ya es un juicio”, aclara.
Sin rodeos se publicita como una comedia “empoderada” que en su reparto cuenta con Maribel Verdú, David Guapo o Cristina Pedroche, entre otros. El largometraje explora temas como la conciliación familiar o el machismo, algo que según Santiago Segura pensó antes de que estallara el caso Weinstein.
“Cuando rodamos, todo esto no existía. Cuando la gente ve la película puede pensar 'hostia, qué actual', pero sólo es oportuno, no oportunista”, indica a El Mundo. En 2001, el mismo director escribió líneas como “tus ojos son como dos sartenes, cuando los veo se me fríen los huevos” para la película Torrente 2: Misión en Marbella, un legado lleno de machismo que ahora parece querer dejar atrás.