La guerra de los ultracatólicos contra un “Disney de gays y lesbianas”

“La factoría Disney se está plegando a las presiones de los grupos LGTB para que homosexualice sus películas, y Frozen está a punto de ser la primera”. Así se inicia el texto que argumenta las razones para recoger firmas en contra de la supuesta homosexualización de la factoría Disney iniciado por HazteOír.org.

Según los impulsores de la petición, se trata de pedir al presidente de Disney España, Simón Amselem, y al CEO de The Walt Disney Company, Bob Iger, que “no se rindan a las presiones y sigan promoviendo los valores universales que distinguen a sus películas”. Para ellos, ambos se han plegado a las peticiones de lo que llaman lobbys LGTB y han cedido a su voluntad de “imponer una ideología de género”.

“No podemos dejar que el lobby de la ideología de género destruya la gran fábrica de sueños infantiles” afirman los impulsores a pesar de que Disney no se ha pronunciado al respecto. Una campaña que ya ha conseguido 28.441 firmas desde que se pusiese en marcha el pasado 9 de mayo.

Los organizadores pretenden responder así a la campaña #GiveElsaAGirlFriend que colectivos LGTB llevaron a cabo en Twitter para que Elsa, la princesa de Frozen, fuese la primera protagonista lesbiana de la historia de la factoría. Ellos han iniciado su contracampaña en la red social con el hashtag #CharmingPrinceForElsa.

“El lobby homosexual no busca la aceptación. Ya la tienen. Busca imponer su ideología. Nuestros hijos no estarán bien educados hasta que la dosis homosexualista corrija la patología de la familia universal que, por qué será, no acaba de rendirse a sus dictados. Ésta es su guerra: acosarla”, asegura el promotor de la iniciativa, Antonio Velázquez.

HazteOír.org es una plataforma de recogida de firmas que ha abanderado campañas en contra del aborto, la pluralidad lingüística en España o contra los fondos públicos para combatir la violencia machista. Peticiones que, en su mayoría, no van a más, pero que dan cabida a corrientes de opinión homófobas y abiertamente ultracatólicas.

En esta ocasión acuden al mainstream Disney para llevar a cabo lo que consideran una “batalla contra la dictadura de género” y para que el director de Disney “no ceda al empuje LGTB”.