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Claire Legendre, la escritora hipocondríaca que se ríe de la muerte

EFE

Madrid —

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La francesa Claire Legendre es hipocondríaca por obligación y “escritora por necesidad”. De estos dos calificativos nace “El nenúfar y la araña”, un “ensayo autobiográfico” editado en España por Tránsito con el que la autora francesa pretende “comprender sus miedos” para reírse de sí misma.

Legendre (Niza, 1979) firma con este ensayo, cuyo título hace referencia al nenúfar que le nace en un pecho a un personaje de “La espuma de los días”, de Boris Vian -a quien la autora dedicó su tesina-, su primera obra traducida al español, aunque sus vínculos con el país, cuenta a Efe, se remontan a su primera novela, “Making-of” (1998), que publicó con prefacio de Fernando Arrabal.

“Arrabal era el autor favorito de mi padre, que tenía un pequeño teatro en Niza”, explica la escritora, que debutó en el escenario disfrazada del dramaturgo con ocho años, delante del propio Arrabal.

Según cuenta la autora, la relación entre su progenitor y el escritor se mantuvo durante quince años.

“El prefacio llegó por fax el 24 de diciembre de 1997, como un regalo de navidad”, narra.

Veinte años después de esa primera novela, Legendre aborda en “El nenúfar y la araña” miedos como el cáncer, la aracnofobia o el vértigo, en un intento de dar “orden a una vida que no lo tiene”, cuenta.

En capítulos breves cargados de ironía, la escritora explora “los mecanismos” asociados a la angustia, mientras se ríe de su dualidad como autora, que al escribir sabe “que una reacción conlleva cierta consecuencia”, y como mujer hipocondríaca “frustrada por no saber” qué le espera.

Legendre explica que la desencadenante de todos sus miedos es “una compañera de clase gitana” que, cuando tenía 10 años, le leyó las líneas de la mano y le auguró la muerte a los 27 años.

“En aquel momento lo tomé bien, porque quedaba muy lejos”, explica, pero de adolescente se convirtió en una manera de enfrentarse a la vida.

De ese miedo primigenio, cuenta la autora -que desde 2011 imparte clases de creación literaria en la Universidad de Montreal-, surgió la idea del libro, que nació como un encargo del director de la editorial canadiense Les allusifs para una colección que se organizaba en torno a la idea del pavor.

Esa primera edición en francés vio la luz en 2015. Cuatro años después, llega a España de la mano de la editorial Tránsito, con la que su fundadora, Sol Salama, pretende dar visibilidad a autoras “españolas y extranjeras, emergentes y consagradas, y publicar textos descarnados, salvajes y unidos a la memoria”.

Legendre opina que el incremento en la publicación de autoras tiene sentido, ya que “ahora mismo, la mayoría de lectores son mujeres”.

Sin embargo, reconoce que le encantaría “escribir de una forma asexuada”, pues las mujeres son culturalmente concebidas “como objetos, no sujetos”.

Desde ese punto de partida, Legendre afirma que “escribir es un acto político y contranatura, especialmente para las mujeres”.

La escritora se posiciona en “El nenúfar y la araña” como creadora hipocondríaca, y nomina las enfermedades que inventa para sí misma de la misma manera que “Dios ordena y da sentido a la vida de los creyentes”.

“No es lo mismo nominar una enfermedad que darle una palabra”, aclara la autora, que considera “peligroso nombrar las enfermedades mentales”.

“Por ejemplo, yo vivo en Canadá, y tengo la impresión de que en América del norte se les da nombre de afección mental a conceptos que la literatura nombra de otra manera”, explica, en referencia a algunas de sus alumnas que dicen tener “dependencias afectivas y fobias sociales”.

Para Legendre, esos conceptos están introducidos en la literatura con el nombre de “enamoramiento y timidez”

“Todo lo que se da en EE.UU. acaba llegando poco más tarde a Europa, así que no me extrañaría que en breve todas nos convirtiésemos en dependientes emocionales”, bromea la autora, que actualmente trabaja en varias novelas y una obra colectiva, escrita por mujeres que no son madres “por propia voluntad o no”.

María Gómez de Montis