Buenos Aires, 27 nov (EFE).- El libro 'Cometierra', de la argentina Dolores Reyes y que trata sobre el feminicidio, es uno de los libros que ha levantado la ira del Gobierno de Javier Milei, que considera que, por su contenido “sexual”, no es apto para distribuir en las escuelas como material educativo.
Este libro, junto a 'Las Primas', de Aurora Venturini; 'Si no fueras tan niña', de Sol Fantin; y 'Las Aventuras de la China Iron', de Gabriela Cabezón Cámara, está en la mira del Gobierno argentino después de que la vicepresidenta, Victoria Villarruel, compartiera fragmentos de la obra y criticara al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof (peronista), por incluirlo como material didáctico en las escuelas de secundaria.
“Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que Kicillof les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse ¡Dejen de sexualizar a nuestros chicos, saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños! ¡Con los chicos no!”, escribió en la red X Villarruel hace algunas semanas.
Desde entonces no ha hecho más que crecer la polémica, que se ha traducido en el apoyo de múltiples escritoras y escritores a la autora argentina, tanto dentro como fuera del país.
'Cometierra' forma parte de la colección 'Identidades Bonaerenses', presentada en 2023 por la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires en las escuelas secundarias y de adultos.
Según la iniciativa del Gobierno provincial, el libro de Reyes no forma parte de la colección destinada a la Educación Sexual Integral (ESI) en los colegios, sino que se enmarca en otra categoría referida a conocer las vidas de las personas que habitan el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Asimismo es definida, desde el programa oficial educativo, como una obra literaria “que trabaja la violencia de género, el terror y la ausencia” y que “requiere de acompañamiento docente”.
'Cometierra', que tiene como eje el feminicidio, fue publicado en 2019, traducido a 15 idiomas y elegido por New York Times como uno de los cien libros notables de ese año.
“Es un intento de disciplinar a los docentes por medio del terror (...), es atacar la ESI, la presencia de bibliotecas en la escuela pública. Es atacar la ficción en las escuelas”, afirmó Reyes en la feria del libro de Chivilcoy, en la provincia de Buenos Aires.
En medio de esta polémica, las acciones judiciales han comenzado.
“Es inaceptable que se esté distribuyendo en instituciones educativas libros o novelas que relaten hechos de índole sexual explícito a menores de edad (...), queriendo despertar deseos sexuales en niños que aún no poseen la madurez adecuada”, se lee en una denuncia presentada por la Fundación Natalio Morelli contra el director de Cultura y Educación del Gobierno bonaerense, Alberto Sileoni.
Mientras tanto, muchas librerías muestran de forma destacada en sus estanterías las obras que molestan al Gobierno ultraderechista de Milei y Villarruel.