El Museo del Prado, con motivo de su bicentenario, quiere “democratizar el mecenazgo” y por eso invita a los ciudadanos a participar con aportaciones mínimas de cinco euros en la compra de Retrato de la niña con paloma, del pintor francés Simon Vouet (1590-1649), un cuadro inédito que pertenece a una coleccionista privada residente en España de la que no han querido aportar más detalles.
“A falta de una Ley de Mecenazgo, que seguimos reclamando, sí que existen unas leyes fiscales para el micromecenazgo que no queremos dejar de lado”, ha explicado este martes el director del Museo del Prado, Miguel Falomir, quien ha sido el primero en introducir un sobre cerrado con su donación en la urna instalada al lado de la obra que se expone en un espacio adyacente a la Sala de las Musas.
La cantidad que necesita recaudar El Prado es de 200.000 euros y la aportaciones mínimas de las donaciones son cinco euros, las cuales se podrán realizar en el Museo en la urna o a través de una página habilitada para ello. Los donantes, además, podrán beneficiarse de las deducciones fiscales, que es de hasta el 80% en la cuota íntegra del IRPF en donaciones iguales o inferiores a 150 euros y del 35% a partir de una cantidad más elevada. Todo ello, puede calcularse a través de la web dedicada.
Retrato de una niña con paloma no es la primera obra de Vouet que posee El Prado. De adquirirse se sumaría a otras dos: La Sagrada Familia con Santa Isabel, San Juan Bautista y Santa Catalina y El tiempo vencido por la esperanza y la belleza. En este caso, según la pinacoteca, la pintura posee una “sobresaliente calidad por la actitud sonriente y desenfadada de la niña, tan alejada de la seriedad habitual en los retratos de la época”.
“Es la manera de hacer que el Museo del Prado sea de todos, no hace falta ser millonario”, ha señalado Falomir. En cualquier caso, ha precisado que no es la primera vez que el Museo “hace partícipe a la ciudadanía” puesto que hace 100 años la institución ya puso en marcha una iniciativa conocida como “suscripción popular” que “enriqueció muchas obras”, aunque ha destacado que “se tienen que actualizar a la realidad de cada momento”.
Se trata de una primera experiencia que pone el Museo en marcha y, dependiendo de cómo termine (los resultados se podrán ir viendo en la página del Prado y a final de año se conocerán totalmente) la institución pondrá el ojo en un otro proyecto con otra obra.